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Un francés quiere nuestras tierras, pero nosotros las defendemos: zapotecas de Unión Hidalgo

Diana Manzo

Unión Hidalgo, Oaxaca. “Si España conquistó México, ¿por qué no lo hace Francia, que a cambio nos dejará mucho dinero?”, dijeron algunos asistentes cuando comenzó la consulta indígena en Unión Hidalgo para la construcción del parque eólico “Gunna Sicarú/Mujer Bonita”, de la empresa francesa Electricité de France, EDF, en 2017.

EDF pretende convertir 4 mil 500 hectáreas de tierra comunales en un parque eólico de 300 megawatts, el más grande que tendría en México.

Edgar Martín y Guadalupe Ramírez son defensores zapotecas e integrantes del Colectivo en Defensa de los Derechos Humanos y de los Bienes Comunales, custodian el territorio y junto con los comuneros y el acompañamiento de la organización ProDESC luchan desde la comunidad de Unión Hidalgo y los juzgados por el respeto a la tierra y el territorio.

Fuerte y sin miedo, Guadalupe Ramírez, mujer de 70 años conocida como “Na Lupita”, explica que el pasado 29 de enero el presidente municipal, Juan Jesús Martínez Rasgado, llamó a reiniciar la “consulta indígena” en su etapa deliberativa. Dicha consulta estuvo detenida desde el 2019, cuando comenzó la pandemia, y antes había sido suspendida por el terremoto de magnitud 8.2 del 2017, que afectó a 70 por ciento de viviendas en la comunidad.

“Todo en la consulta fue un acto de simulación, porque no fue previa, ni libre ni informada”, explica la defensora zapoteca, quien además documentó que la convocatoria emitida se hizo con cinco días de anticipación y no con 15 días como lo dictan los usos y costumbres. Además, el presidente municipal, aprovechándose de su cargo, fue quien llamó a consulta, cuando la autoridad obligada para hacerlo es la Secretaría de Energía (Sener).

“Todo es una farsa”, recalca Na Lupita al recordar que además de todas las violaciones mencionadas, asistieron aproximadamente 400 personas entre funcionarios y trabajadores del municipio de Unión Hidalgo, cuando en esta localidad indígena habitan 15 mil personas.

Guadalupe enfatiza que este acto de simulación goza de la anuencia del gobierno de Oaxaca y de las autoridades locales, lo cual contradice lo que dice Andrés Manuel López Obrador como mandatario, que rechaza a las empresas transnacionales para beneficiar a la mexicana Comisión Federal de Electricidad.

Los defensores de la tierra y el territorio junto con los comuneros de Unión Hidalgo se han organizado en colectivo para evitar que otra central eólica se instale en sus tierras, pues consideran que los proyectos transnacionales causan conflictos entre vecinos y parientes, además de afectación ambiental, ruido, y pobreza, debido a que no cumplen las promesas de empleo y desarrollo que tanto pregonan.

Además de recorrer casa por casa informando sobre el derecho a la libre determinación, el Colectivo en Defensa de los Derechos Humanos y de los Bienes Comunales, junto con ProDESC, ha llevado su lucha a los tribunales de Francia con un recurso de apelación que esperan sea favorable y suspenda la construcción de la central eólica “Gunaa Sicarú” de EDF.

Gudalupe Ramírez explica que inició la lucha contra las eólicas cuando descubrió que había firmado contratos leoninos con Demex. “Ellos llegaron en 2004, y comenzaron a decirnos que era un gran proyecto, que nos iba a dejar grandes beneficios y nosotros le creímos, firmamos, y cuando nos dimos cuenta nuestras tierras ya estaban como prenda para que a ellos les dieran el dinero allá en España para construir su central eólica, y ese no fue el acuerdo. Todo fue una mentira, así nació esta lucha”.

Por esta experiencia, Guadalupe y otros propietarios exigieron cancelar su contrato con Demex y pasó cerca de una década para lograrlo, por lo que al saber que otra empresa eólica atesoraba nuevamente las tierras agrarias de Unión Hidalgo decidieron alzar la voz y luchar.

Ella y sus compañeros son víctimas de abucheos y burlas cada vez que hablan en una asamblea de consulta, especialmente provenientes de los propietarios de tierras, quienes exigen que comience lo antes posible la construcción de la central eólica.

La determinación es clara, los defensores exigen a las autoridades cancelar la consulta y reiniciar de nueva cuenta el proceso de desarrollo desde la primera fase, ya que éste hasta el momento ha sido “opaco e irregular”.

Los propietarios del proyecto agrupados en diversos comités se pronunciaron durante la convocatoria del 29 de enero a favor de la central eólica bajo el argumento de que urge la inversión y el empleo, debido a la pobreza en que se vive.

«Nosotros firmamos un contrato de apartado de tierras y ya queremos que construyan la obra, porque todo está detenido, en el pueblo no hay empleo y esta central eólica es la oportunidad de desarrollo que tanto anhelamos», expresaron los integrantes del comité de propietarios «Bii Stinu» (aire nuestro).

Una cadena de injusticias para conquistar el territorio

El ruido de las turbinas localizadas a menos de 500 metros de la zona urbana de Unión Hidalgo es fuerte e incómodo para las familias que viven a sus alrededores, y esta es una de las principales causas por la cual Edgar Martín Regalado, defensor zapoteca, se opone a las instalación de las eólicas.

Además del ruido, la operación del parque eólico Gunna Sicarú, que se construiría en terrenos de la sierra Tolistoque y la Laguna Superior, afectaría grandemente el sistema de riego de agua y los afluentes como ríos y esteros; ya que las turbinas ocupan cientos de litros de diversos tipos de aceites para su operación, cuyos residuos acabarían vertiéndose en la laguna superior y afectando a los pescadores, el sector más olvidado junto con los campesinos en esta cadena de injusticias.

“La promesa de empleo es de 6 mil plazas, pero eso no se dará ni en la etapa de construcción”, explica el defensor, quien recalca que para la operación sólo se requieren entre 30 y 40 personas, debido a que la empresa hace subcontrataciones para el personal de mantenimiento y vigilancia.

El Istmo de Tehuantepec es referente en el tránsito de aves migratorias por su ubicación. De acuerdo con el grupo de Monitores Comunitarios de Ciudad Ixtepec, al menos 200 mil millones de aves migratorias cruzan esta región istmeña, donde ahora se ubica el corredor eólico más grande de Latinoamérica.

De acuerdo con el estudio realizado en el congreso de la Academia de Ciencias de Morelos (ACMOR), en el Istmo convergen rutas migratorias de aves Neárticas y Neotropicales durante otoño y primavera, sin embargo, el impacto de la instalación de parque eólicos –que va en incremento– atenta contra estos millones de aves.

“En primavera, un promedio de 800 mil aves migratorias cruzan el Istmo de Tehuantepec, de las cuales 310 mil 94 son aguilillas de alas anchas y 105 mil 403 son aguilillas de Swainson, también conocidas como aguilillas migratorias”, señala el reporte.

Pero eso no es todo, Juan Antonio López, abogado de ProDESC, alertó también que la ambición de EDF por las tierras junto con notarios de la zona han cambiado el estatus de la tierra de propiedad social a privada, lo cual hace más fácil la negociación pero se considera un acto ilegal, porque de acuerdo a la resolución presidencial de 1964, en Unión Hidalgo todas las tierras son comunales.

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