Ayer, en la sede en Washington de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Planned Parenthood, asociación de planificación familiar de Estados Unidos, hizo público un informe que revela que más del 90 por ciento de los embarazos de niñas menores 14 años son producto de una violación.

Perú, donde nueve de cada 10 embarazos de menores de 15 años surgen de relaciones de incesto, es el país de América del Sur que concentra el mayor número de denuncias por violencia sexual.

En Nicaragua, en tanto, el 49 por ciento de las menores sufren abusos sexuales por primera vez antes de cumplir siquiera los 15 años de edad, y en Ecuador el embarazo en menores de 14 años ha crecido en 74 por ciento.

De acuerdo con el mismo estudio, la región América Latina y el Caribe registra la segunda tasa más alta de embarazos de adolescentes a nivel mundial. Aquí, además, las menores de edad en condición de pobreza tienen entre tres y cinco más de probabilidades de quedar embarazadas que las ricas.

En audiencia con los integrantes de la CIDH, representantes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch llamaron a la instancia de la Organización de Estados Americanos a proteger a las niñas de América Latina que quedan embarazadas tras una violación puesto que, según lo manifestaron, para obligarlas a continuar con la gestación son objeto de trato cruel, inhumano y degradante.