Teia dos Povos expresa su solidaridad real y radical con los pueblos originarios que están siendo atacados en los estados de Mato Grosso do Sul, Paraná y Rio Grande do Sul en julio. En los últimos días, los pueblos Kaiowá y Guaraní de la Tierra Indígena Panambi Lagoa Rica, en Douradina (MS), han sido rodeados por sicarios y una masacre es inminente*. La Asamblea Guaraní Kaiowá se pronunció diciendo que no aceptará salir de su territorio original aunque esto represente una masacre ejecutada por ruralistas con la connivencia del Estado y el Poder Judicial. En Paraná, 8 comunidades del pueblo Avá Guaraní (550 personas) están en riesgo de ser embargadas tras una decisión del juez João Paulo Nery, el mismo que la semana pasada prohibió a la Funai entregar alimentos en las zonas de recuperación. Estas reanudaciones se encuentran en territorios ya reconocidos por el Estado brasileño como tradicionalmente ocupados por pueblos indígenas y en proceso de demarcación. En los últimos días hemos tenido varios reportes de quemas de vegetación, ataques con armas de fuego y secuestros. Los campesinos incluso amenazan a agentes del Ministerio de los Pueblos Indígenas y de la Fundación Nacional del Indio (Funai).
En Rio Grande do Sul, fueron atacadas la tiera reconquistada Fág Nor del pueblo Kaingang y la aldea Mbya Guarani Tekoa Pekuruty . La reconquista de Paramirim , llevada a cabo por el pueblo Anacé, también fue blanco de ataques. También se registraron registros en comunidades de Pará Según un informe del Consejo Indígena Misionero (CIMI), 13 comunidades indígenas sufrieron ataques armados por parte de agricultores en Brasil en julio.
Estos casos no son aislados. El asedio de los matones agrícolas es un movimiento de milicias organizadas en la agroindustria y debe combatirse por todos los medios. Estos ataques en Mato Grosso do Sul, Paraná y Rio Grande do Sul siguen la misma lógica criminal que el Movimiento Invasión Cero, que asesinó a Nega Pataxó en Bahía en enero. Estos ataques se sustentan en la lentitud del Ejecutivo en la demarcación de las tierras indígenas y en la connivencia del Estado, que no enfrenta directamente a este movimiento criminal -que publica videos de los ataques en las redes sociales, se articula, muestra públicamente todo racismo y violencia colonial , sin cualquier temor de punición. Hay informes de que cuando la Fuerza Nacional y la Policía Federal responden a llamadas de indígenas en Mato Grosso do Sul, no registran ni se acercan a los agricultores. Por el contrario, en el citado caso de Nega Pataxó, en Bahía, la Policía Militar permitió el asesinato. Muchos yagunzos son policías retirados.
Este movimiento de milicias ruralistas que actúa abiertamente y con impunidad demuestra que no existe un Estado democrático de derecho para los pueblos indígenas. Se trata de un movimiento criminal financiado por el Estado brasileño (400 mil millones de reales del Plan Safra para el agronegocio). Esta es una faceta del fascismo que vivimos actualmente vinculada al colonialismo histórico que asola al pueblo.
El poder judicial también contribuye a los ataques a través de posturas como la denunciada anteriormente, por el juez João Nery; con mandatos judiciales de recuperación que sirven sólo a los intereses de los agricultores y desconocen la violencia colonial que expulsó a los pueblos indígenas de sus territorios ancestrales; con la postura de Gilmar Mendes, ministro que aún relativiza la inconstitucionalidad del Marco Temporal. En el Congreso Nacional, los diputados y senadores que integran el Frente Parlamentario Invasión Cero son agentes directos del genocidio indígena. La vigencia de la Ley 14.701/2023 y la PEC 48 legalizan el Marco Temporal, [que determina que los pueblo indígena sólo tendrán derecho a reivindicar un territorio que ya ocupasen antes de la Constitución de 1988, tesi esa que desconsidera, primero, que todo Brasil era indígena, según, que muchos indígenas fueron despojados violentamente de sus territorios y apenas lograron retornar a ellos, pese a inúmeros ataques, después de 1988] una tesis jurídica colonialista ya considerada inconstitucional por el Supremo Tribunal Federal y que fomenta ataques a recuperaciones y territorios ya establecidos. El 5 de agosto, fecha de la primera sesión de conciliación programada por el STF sobre el Marco Temporal, los pueblos indígenas deberán movilizarse nuevamente en todo Brasil para frenarlo.
Es necesario denunciar enérgicamente el asedio que se está ejerciendo sobre las retomas y los ataques a los pueblos originarios. La extrema derecha, el agronegocio, las milicias y grupos de exterminio, las multinacionales que controlan el aparato estatal, toda esa gente está muy bien organizada y tiene en sus manos los poderes ejecutivo, legislativo y judicial para legitimar sus crímenes contra la población.
Estos no son los primeros ni serán los últimos ataques. Para enfrentar el asedio capitalista y colonial se necesita mucha organización de nuestra parte. Esto significa unirse a los territorios atacados, fortalecer los grupos de base y difundir el llamado a esta lucha colectiva, contra el Marco Temporal y por la demarcación de los territorios indígenas.
Ahora es el momento de encontrar formas de intensificar las alianzas entre los pueblos y clases oprimidos, entre los pueblos indígenas, los quilombolas, los negros, los residentes de las favelas, los movimientos sociales que luchan por la tierra y la vivienda, los movimientos de resistencia de las comunidades urbanas, los grupos feministas, los disidentes de sexo y género, personas con discapacidad, personas neurodivergentes y otros aliados.
Necesitamos unirnos en solidaridad directa y radical con los territorios originales que han sido perseguidos. Porque la amenaza a estos territorios es una amenaza a la continuidad misma de la vida en el planeta. Que escuchemos los llamados revolucionarios de nuestro tiempo, para que, más allá de las palabras, podamos encontrar acciones colectivas reales y materiales hacia el levantamiento del pueblo.
* El masacre se concreto, como era anunciado. Aqui un cacho del reportaje de Brasil de Fato, del 5 de agosto, sobre el tema:
Dos ataques de finqueros en poco más de 24 horas dejaron 11 indígenas Guaraní Kaiowá heridos el pasado fin de semana, en Douradina (MS). Dos de ellos en estado grave, con disparos de arma de fuego en la cabeza y el cuello. La tensa situación no ha disminuido y, según indígenas entrevistados por Brasil de Fato este lunes (5), furgonetas de ruralistas están alineadas y se acercan, una vez más, a la área reconquistada de Yvy Ajere.
La tragedia era ampliamente esperada desde mediados de julio. Fue advertido por indígenas, por movimientos populares, por la prensa, en reuniones con órganos judiciales y gubernamentales y por los propios ruralistas con amenazas publicadas en las redes sociales. Todavía sucedió. Y, según Humberto*, el liderazgo Kaiowá debe continuar.
