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Si realmente se quiere prohibir el maíz transgénico en México, que se prohíba su siembra y trasiego: Ramón Vera Herrera

Erika Lozano

Foto: Red Nacional en Defensa del Maíz

En días recientes un juez revocó el amparo interpuesto por Monsanto contra el decreto sobre glifosato y maíz transgénico, con el que se busca sustituir gradualmente el uso del glifosato en México. Ramón Vera, acompañante de comunidades para la defensa de sus territorios e integrante de la Red en Defensa del Maíz en México y de Grain, nos comparte su balance al respecto.

Ciudad de México | Desinformémonos. El decreto presidencial sobre la adquisición de glifosato no prohíbe su uso, sino que plantea su disminución gradual hacia el 2024, señala Ramón Vera Herrera en entrevista telefónica con Desinformémonos, y añade que “si realmente fuera un decreto, impondría cosas, pero está sugiriendo que se hagan”. En febrero de este año, la Red en Defensa del Maíz en México aseguró que es un “memorándum presidencial”, y que, “en ningún lado aparece la noción de que se prohíbe algo”.

En los últimos años, dicen, ha habido un interés por tratar de llegar a una autosuficiencia alimentaria en el país y por hacer la agricultura “más agroecológica” de parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). En ese tenor, el gobierno federal buscó limitar el uso del herbicida a finales del año pasado, explica Vera Herrera. Aún así, señala, se abrió de nuevo la importación y las grandes corporaciones agroindustriales siguieron adquiriendo glifosato. Lo único que se frenó fue que las dependencias oficiales, como la Secretaría de Agricultura, y otras que utilizan insumos para la agricultura, dejaron de comprarlo. “Es muy poco lo que ha cambiado, pues (desde el gobierno) cuidan a las grandes corporaciones e intentan que no pase nada”, añade.

En su pronunciamiento, la Red advierte que el gobierno federal accedió a reabrir éste y los siguientes tres años la compra del herbicida, una medida que fue tomada por los titulares de las dependencias federales en presencia del consejero jurídico de la presidencia, Julio Scherer Ibarra. A pesar de eso, la empresa Monsanto se amparó en abril, pues, asegura Ramón Vera, “quiere protegerse de futuras posibilidades de que se les prohíba el uso de glifosato” y, por otro lado, “establecer la razón de que no daña la salud”. En este contexto, el amparo fue interpuesto en un momento en que la transnacional utilizaba el glifosato.

En días recientes, el Juez Sexto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, revocó el amparo interpuesto por Monsanto pues, dijo, “se considera que actualmente los efectos de dicho instrumento no implican la prohibición, mucho menos sanción por el empleo de dicho agente químico”, explica el investigador de Grain y editor de las revistas Biodiversidad y Ojarasca. “¿Por qué entonces Monsanto se inconformó?”, se pregunta Vera. 

La revocación del amparo, señala el entrevistado, deja un precedente, pues existe voluntad por parte del poder judicial de que se proteja al decreto y que realmente sí funcione. “Eso lo blinda un poco y le da cierta armadura contra los posibles amparos que quieran buscar las grandes empresas en el futuro”, explica.

“Si realmente se quiere prohibir el maíz transgénico entonces que se prohíba su siembra y su trasiego, eso no se está haciendo. En el caso del glifosato es entendible que de algún modo se quiera hacer gradual, pues no es fácil lavar la tierra y revertir a una siembra agroecológica, esa limpieza tiene que ser poco a poco, pero tendría que haber una voluntad política muy concreta de hacerlo”, considera Vera.

Para el acompañante de diversos procesos comunitarios, es curioso que lo que se prohíbe es que los programas de gobierno usen el glifosato, mientras los particulares lo pueden seguir usando. “Hay un contrasentido, porque quienes sufren son los campesinos pobres a quienes de alguna manera se les deshabilitó su tierra con tantos años de agroquímicos y no lo pueden limpiar tan fácilmente, por lo que se ven en grandes problemas”.

La Red en Defensa del Maíz señala que seguirá reivindicando la agricultura campesina y la agroecología para impulsar la soberanía alimentaria. “Mantendremos nuestra decisión de frenarle el paso a los nocivos organismos genéticamente modificados, al glifosato y a los otros agrotóxicos que inundan nuestros campos”, enuncia en su pronunciamiento.

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

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