Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México | Desinformémonos. Los policías que participaron en los hechos del 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca, cometieron ocho tipos de violaciones a los derechos humanos, además de que el gobierno federal no ha investigado de forma expedita los daños que sufrieron las víctimas y sus familiares, revelaron cuatro organizaciones en el informe “Operativo Oaxaca, 19 de Junio”.
A través de una investigación en fuentes oficiales y la recopilación de 145 entrevistas de víctimas y testigos, el Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha, Fundar, el Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca y Luna del Sur documentaron las violaciones a los derechos humanos cometidas en Nochixtlán, Huitzo, Telixtlahuaca, Hacianda Blanca y Viguera.
Las organizaciones no gubernamentales registraron 81 víctimas más que no se encontraban en el lugar del operativo, sino en los poblados de Huitzo y Telixtlahuaca, por donde el convoy policiaco tomó ruta de regreso hacia Oaxaca después del enfrentamiento en Nochixtlán.
De acuerdo con el informe, hubo un “uso excesivo de la fuerza, que derivó en la violación de los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego” y el Acuerdo 4/2012 de la Secretaría de Seguridad Pública que establece los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, racionalidad y oportunidad.
Además, consideró que los detenidos fueron víctimas de tortura porque “fueron obligadas a permanecer durante todo el día tumbados unos encima de otros en la parte posterior de la patrulla tipo Kodiak 01, sin poder ir al baño, bajo el sol, sin tomar agua salvo en una ocasión, sin recibir alimentos, en posiciones forzadas, sin atención médica salvo para uno de ellos, quien fue atendido por un paramédico de los bomberos”.
Por otra parte, las organizaciones reafirmaron que los agentes nunca explicaron la razón por la cual estaban siendo detenidos. “No mediaron causas justificables, ni administrativas ni penales, para la detención de las personas presas. Se las retuvo por varias horas sin que fueran puestas a disposición de las autoridades competentes. Se realizaron de manera arbitraria, sin resistencia de las personas afectadas, en algunos casos las personas detenidas fueron identificadas como maestras, aunque no lo fueran”, señala el informe.
La mañana del 19 de junio, la policía federal y estatal atacó a la población que participaba en el bloqueo de la carretera México-Oaxaca, en el crucero de Nochixtlán. Aunque la primera reacción del gobierno fue declarar que la policía acudió desarmada, las evidencias demostraron lo contrario, pues se utilizaron balas de goma, palos y gases lacrimógenos contra la población.
Los pobladores permanecían en el bloqueo para apoyar las protestas magisteriales que emprendieron docentes integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes a través de manifestaciones, pronunciamientos, campañas informativas y un paro laboral establecido en distintas entidades federativas llevaban a cabo en contra de la “imposición de una reforma educativa” y “a favor de la educación gratuita en México”.
El magisterio y la población asegura que el resultado fueron 11 personas asesinadas y más de 100 heridas mientras que las autoridades dicen que fueron 8 personas quienes perdieron la vida.