Ciudad de México | Desinformémonos. El ejército y la policía de Guatemala reprimieron la mañana del domingo a los miles de hondureños que migraron para huir de la violencia y buscar mejores oportunidades y medios de sustento en México y Estados Unidos.
Se trata de la primera caravana migrante del 2021 que partió de Honuras el pasado viernes 15 de enero y que está integrada por hasta 9 mil personas.
Los migrantes fueron reprimidos por las fuerzas guatemaltecas con gases lacrimógenos y golpes con bastones en una carretera del poblado de Vado Hondo, en el departamento de Chiquimula, frontera con Honduras.
«No tienen corazón, estamos arriesgando la vida, no hay trabajo en Honduras, sobre todo después de los dos ciclones y la pandemia», dijo el hondureño Dixón Vázquez, de 29 años.
Aunada a la crisis política, la corrupción, la violencia, el desempleo y la falta de educación y salud, la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19 y el azote de los huracanes Eta e Iota, en noviembre, agravaron la situación de pobreza en Honduras.
«Vengo hasta pidiendo (ayuda) para poder darle el sustento a mis hijos, porque allá no hay nada, no hay trabajo y mis hijos aguantan hambre por el desempleo y no hay apoyo del gobierno», dijo por su parte Olga Ramírez, de 28 años, quien era vendedora ambulante en una estación de autobuses en Honduras.
«Tenemos derecho a migrar, salir de Honduras y salir de Guatemala y nos vamos a ir porque no nos van a detener», asegura Jairo, hermano de Olga.
Desde 2018, más de una docena de caravanas de migrantes masivas han partido desde Centroamérica para buscar oportunidades de vida en México y, sobre todo, Estados Unidos. En su camino, los migrantes se han enfrentado con la represión de la policía y el ejército, la discriminación y los discursos de odio pronunciados por los mismos pobladores de los países por los que avanzan.
Con información de agencias