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Represión y muerte, respuesta del gobierno colombiano a la Minga colombiana

Jaime Quintana Guerrero

«El gobierno colombiano de Juan Manuel Santos, dice que ha trabajado por más de mil horas con los pueblos indígenas. Pero, ¿por qué no explica en acciones reales los logros para los pueblos indígenas?. Se han firmado más de mil 200 acuerdos y lo único que tenemos es la represión», cuestiona Arelis Uriana, indígena wayúu del norte de Colombia e integrante de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).

Aún no terminaba la primera semana de iniciada laMinga Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular»Sembramos Esperanza, Cosechamos País» en Colombia, cuando inició la represión por parte del gobierno como respuesta a sus demandas; tres indígenas asesinados, 151 indígenas heridos y más de 130 detenidos.

El 30 de mayo pasado inició en Colombia la Minga de indígenas, afros, campesinos y sectores populares, movilización que se expresa sus demandas en carreteras de las diferentes regiones del país colombiano.

Un antecedente fue la Minga que se realizó en 2013, la cual movilizó a miles de campesinos para establecer acuerdos que hasta la fecha no se han cumplido. Actualmente esta movilización le exige al gobierno el cumplimiento de los acuerdos firmado en el 2013 y de los firmados en diferentes procesos de movilización que indígenas, afros, campesinos y sectores populares, han realizado. Esta minga esta organizado por la Cumbre Agraria, la Organización Nacional Indígena de Colombia y decenas de organizaciones.

La respuesta a estas demandas es la represión, denuncia en entrevista telefónica conDesinformémonos Arelis Uriana, coordinadora mayor de la Campaña Continental de Mujeres Indígenas de las Américas e integrante del movimiento indígena ONIC, la cual señala que el gobierno ha usado la fuerza y el uso de las armas contra el movimiento, «muertos, heridos, detenidos, entre ellos quince menores de edad, en manos de la policía del Escuadrón móvil antidisturbios (ESMAD)».

La Minga colombiana

En Colombia existen 102 pueblos indígenas y treinta y cuatro lenguas nativas reconocidas constitucionalmente. La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) representa el 95 por ciento de los pueblos indígenas de Colombia, cuenta con 45 organizaciones regionales en los distintos departamentos o municipios del país; en el norte, occidente y en la amazonia colombiana; en el departamento de Bolívar no existe presencia indígena, pero tienen presencia con comunidades campesinas y afrocolombianas.

Las exigencias de la Minga

En el año 2013 se desarrolló una Minga indígena donde se instaló una Mesa Nacional Agraria y Popular de Interlocución y Acuerdo (MIA) con el gobierno, en esa mesa se acordaron varios puntos, relata Arelis Uriana «se llegaron a acuerdos con el gobierno y de esos acuerdos se ha cumplido solo el 3 por ciento. Esta no es una cifra que corresponda a la voluntad política de cumplimiento a los acuerdos con los pueblos indígenas que existimos en Colombia».

El gobierno colombiano, explica, «dice que se ha sentado con la Cumbre Agraria por más de mil horas- la cumbre es un espacio donde están todos los sectores más vulnerables de ese país, con campesinos, indígenas y afrocolombianos­- con estas pláticas hemos llegado a mil 200 acuerdos, y de esos acuerdos no se ha cumplido el 85.5 por ciento, ni siquiera hemos llegado al 20 por ciento. Esto es lo que nos obliga a salir a las carreteras a exigirle al gobierno colombiano que cumpla».

Dentro del paquete de demandas se encuentran los temas de territorio, medio ambiente, educación, salud, y un tema muy importante, indica Uriana «que son las garantías de pervivencia en los territorios. El tema de paz que se viene realizando en la Habana toca territorios que son indígenas en lo cual nosotros, no hemos tenido vocería allá».

En las pláticas de paz que se desarrollan en Cuba, menciona la entrevistada, «no han tenido en cuenta nuestra participación, ni siquiera la consulta como pueblos indígenas, por eso le estamos pidiendo al gobierno colombiano la participación de los sectores indígenas en ese proceso de diálogo».

«Queremos dar a conocer lo que estamos viviendo los campesinos, indígenas y afros. En este país donde se vulneran muchos de los derechos humanos. Actualmente el gobierno de Colombia no quiere reconocer derechos en el país. Ya vamos más allá de la mitad del mandato del actual presidente y tampoco da cuenta de los acuerdos que en términos de autonomía hemos ganado los pueblos indígenas».

La estrategia de los escuadrones móviles antidisturbios (ESMAD)

«Dicen que son grupos antidisturbios, y lo que vemos es que son ellos los que provocan los disturbios, para provocar a la Minga y decir que estaba infiltrada», informa Arelis Uriana.

Un conjunto de comunidades agrupados en Pueblos y Organizaciones Indígenas de Colombia, articuladas en la ONIC, denunciaron en un comunicado que un niño fue atropellado por un vehículo del ESMAD, dos mujeres violentadas y una persona desaparecida. Asimismo, denuncian que sobrevuelo de helicópteros arrojan panfletos que atemorizan a la población con la intención de desmovilizarla.

El lunes 30 de mayo, apenas iniciada la Minga, el joven de 26 años que se llamaba Willington Quibarecama Naquirucama, originario de la comunidad indígena de Embera, murió cuando una tanqueta del ESMAD que lo embistió arrojándolo al vacío de un precipicio. Los Escuadrones móviles trataban de impedir el bloqueo carretero en una zona del Valle del Cauca.

La representante indígena wayuu, explica indignada que «los familiares de los campesinos asesinados merecen una explicación, ya que han sido asesinados en el marco de la Minga. Sin embargo, el gobierno de Colombia niega que fueron asesinados por los ESMAD».

Robert Daza, vocero de la Cumbre Agraria en una entrevista realizada por la Minga Juvenil Nacional, alerta sobre esta represión «nuevamente el paramilitarismo y las fuerzas oscuras están asesinando a nuestros líderes y lideresas en el país. Más de 70 campesinos, campesinas, indígenas y afros van asesinados en lo corrido de este año».

El dicho de la «infiltración» para la represión

«Nuestras exigencias han sido planteadas desde lo autónomo de cada uno de los sectores que hemos venido trabajando, nadie nos dirige, la Cumbre Agraria esa es la fuerza que como sectores sociales tenemos», explica Uriana.

Una campaña del gobierno de ha sido decir mediáticamente que la Minga está ligada por actores armados, denuncia la representante de la ONIC, «en estos señalamientos han dicho que tenemos infiltrados a integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) dentro de nuestra Minga, eso no es cierto. Nosotros rechazamos contundentemente ese señalamiento del gobierno y que nos hace más vulnerables todavía en el tema de seguridad».

El ESMAD es un grupo preparado para generar violencia, «por esos lanzan estos rumores de infiltración de la guerrilla para que después nos ataquen», menciona que esto es la respuesta a las movilizaciones.

La representante indígena llama a las organizaciones sociales del mundo a estar pendientes de lo que pueda suceder en estos días, a los medios de comunicación que logren visibilizar lo que esta pasando en Colombia y poner atención a la violación de los derechos humanos que se esta realizando el ejercito, policía y paramilitares.

Guardia Nacional Indígena y autonomía

Arelis Uriana indígena wayúu del norte de Colombia, expone que la diferencia de la Guardia Indígena con otros grupos, «es que este es un cuerpo de seguridad en la defensa del territorio, salvaguarda nuestros territorios, a la nuestra población». Menciona que es un cuerpo de defensa del territorio, «una seguridad que nos da la tranquilidad, ya que es nuestra misma gente». Comenta que se ha tenido malas experiencias con los actores legales e ilegales. » ya que han desaparecido muchos miembros de nuestras comunidades, de territorios».

Entonces han buscado la forma de ser autonómicos en sus territorios, relata «no se conoce nuestra cosmovisión, nuestra forma de vivir». El tema de la guarda indígena es histórico para los pueblos indígenas en Colombia, unos le llaman Guardia Indígenas, Semaneros o Alguaciles. Es una seguridad de los pueblos indígenas que no usan armas, «nosotros nos sentimos más seguros con nuestra guardia propia, con nuestra misma gente, no con otros grupos que manejan armas, por que eso no trae nada bueno para nuestros territorios, esto no trae mucho temor e inseguridad en nuestro territorio».

Somos autónomos

La constitución de Colombia reconoce la administración autónoma indígena, que ha sido producto de la lucha de los mayores. Doce la vocera wayúu: «nosotros somos autónomos en nuestros territorios, tenemos resguardos indígenas y de propiedad colectiva».

En el marco de esta Minga, diversas organizaciones denunciaron que el ESMAD, entró a comunidades indígenas «no le importó que hubiera niños y mujeres embarazadas. Llegaron atemorizando como si fuéramos grupos ilegales. Eso no lo hacen contra grupos ilegales».

Ahora, el Escuadrón Móvil Antidisturbios entra a su territorio. «Eso nos da el coraje para generar, fortalecer y consolidar nuestra la autonomía y la jurisdicción propia. Ser autónomos en nuestros territorios, tener justicia propia, también son demandas de nuestro movimiento», concluye la representante indígena de la amazonia colombiana.

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