• Home
  • internacional
  • “Quienes toman las decisiones sobre los menores migrantes no han pisado un centro de menores en su vida”

“Quienes toman las decisiones sobre los menores migrantes no han pisado un centro de menores en su vida”

Alejandro López Menacho

Foto: Manuel Carmona, autor del libro ‘M.E.N.A’, momentos antes de la presentación en Jerez. (Alejandro López Menacho)

Pocas personas conocen la verdadera realidad de los Menores Extranjeros No Acompañados, popularmente conocidos por su acrónimo, MENAs, un colectivo que sufre a diario estigmas, prejuicios y opiniones xenófobas. El maestro Manuel Carmona (1976, Rota) ha querido poner sobre la mesa un testimonio ficticio —que podría ser perfectamente real— sobre un menor migrante que decide buscar un mundo mejor y nuevas oportunidades, con el fin de visibilizar la verdadera realidad de estos jóvenes, desmontando estigmas y buscando la empatía y la solidaridad entre pueblos hermanos. Hablamos con él en la presentación de su libro en Jerez de la Frontera, en la biblioteca de la CNT, en un evento organizado por la red Dimbali.   

En tu libro, que tiene un título y una portada muy explícitos, narras el devenir de Youssef, uno de los tantos menores migrantes que cruzan el estrecho y acaban en España buscando una vida mejor.  ¿Cuáles han sido tus fuentes de inspiración y qué grado de realidad encierra este relato?
En mi experiencia como educador en Centros de Protección de Menores he conocido muchas historias como la que relata el libro. Existen patrones comunes en todas las historias; el principal punto de unión de todos los menores es su origen socioeconómico. Todos, al menos los que yo he conocido, son de un origen muy humilde, chicos que buscan labrarse un futuro y huir de la pobreza. Las “peripecias” por las que pasa el protagonista de la novela son más comunes de lo que podemos imaginar. La frase que se encuentra bajo el título de la portada no es mía, pero me gusta resaltarla cuando puedo: “Todos tenemos historias diferentes, pero todas son la misma historia”. Me la dijo un menor mientras estábamos fregando la vajilla después de cenar. Otro de sus compañeros me contaba todo lo que había tenido que pasar para llegar a España: sus orígenes, sus motivaciones, sus sueños, etc. El menor que se encontraba fregando junto a mí soltó esa frase que me pareció una sentencia de lo más acertada, porque es cierto, que muchas historias se repiten. Como suelo decir, esta es una novela y, por lo tanto, hablamos de una ficción, pero es una ficción que encierra mucha realidad.

¿Cómo se puede revertir el estigma que existe sobre los menores migrantes y el discurso reaccionario de extrema derecha que los vincula a la delincuencia en las grandes ciudades?
El título del libro está orientado en ese sentido. La extrema derecha ha utilizado el acrónimo M.E.N.A. para señalar a niños que están solos como culpables habituales de una serie de delitos. Esta novela pretende mostrar la realidad que encierra este acrónimo, que no es otro que las historias de niños que huyen de la pobreza en busca de un futuro mejor. El libro pretende dar voz a los silenciados, los que no tienen voz, los que solo son noticia para ser criminalizados; en el estigma se engloba a miles de niños, y delitos los cometen sólo unos pocos. En definitiva, se trata de dar voz a los Nadie, que diría Galeano. El discurso de la extrema derecha se fundamenta en el miedo, y el miedo se alimenta del desconocimiento. Poner cara y una historia a estos menores desactiva el miedo, nos hace empatizar con el sufrimiento ajeno y desactiva los discursos de odio.

¿Cómo explicarías a cualquier vecina o vecino cuáles son las causas subyacentes sobre la llegada de jóvenes migrantes a Europa y cómo se deberían abordar estas causas en términos de políticas y cooperación internacional?
Esta pregunta es muy interesante, porque toda decisión que tomamos parte de una historia previa, y esa historia se le niega a estos niños en el momento que le ponemos la etiqueta de “MENA”. Por eso comienzo la historia de la novela mucho antes de que el protagonista tome la decisión de venir a Europa, para que se pueda conocer las motivaciones que sustentan esa decisión, y que, en caso de estar en esa situación, muchos de nosotros haríamos lo mismo. Como he dicho antes estos niños provienen de los estratos más pobres de su sociedad, por lo tanto, están abandonados por sus propios gobiernos, y sus expectativas de futuro son poco halagüeñas. Solo la mejora de las condiciones de vida en origen impediría que estos niños se jugaran la vida para llegar hasta aquí.

Manuel Carmona 02
Manuel Carmona, durante la presentación de su último libro en la biblioteca Sebastián Oliva de Jerez ALEJANDRO LÓPEZ MENACHO

Como me dijo un menor de 16 años en una ocasión: “¿Tú crees que si yo tuviera una oportunidad de tener un futuro mejor en mi país me hubiera jugado la vida para venir hasta aquí? Estar lejos de mis padres y mis hermanos es muy duro, Manuel, pero aquí estoy luchando por conseguir mi objetivo”.

¿Qué riesgo encuentras en un posible gobierno de PP y Vox para la situación de los menores migrantes?
Los jóvenes migrantes son el chivo expiatorio. Pero puedes cambiar “mena” por “judio” y el discurso se hace terriblemente familiar. Las medidas que proponen son inviables, económica, jurídica y materialmente; pura demagogia.

¿Cuál crees que es el papel de la literatura para generar conciencia y comprensión sobre la situación de los jóvenes migrantes en Europa?, ¿cómo crees que tu libro contribuye a este objetivo?
La literatura, como cualquier expresión artística, tiene la obligación de conmover, de facilitar algún tipo de aprendizaje, visibilizar realidades y hacernos pensar. La situación es distinta en cada menor, pero podría contarte cientos de historias “con final feliz” y otras tantas con un final triste. Mi objetivo, como he dicho anteriormente es visibilizar esta realidad.

Actualmente los menores migrantes no se libran de sus estigmas y están abocados a, cuando concluye su tutoría legal, deambular por las calles

Las instituciones públicas deberían dar protección y amparo a los menores migrantes hasta que puedan valerse por sí mismos; sin embargo, actualmente los menores migrantes no se libran de sus estigmas y están abocados a, cuando concluye su tutoría legal, deambular por las calles. 

El sistema de protección de menores tiene muchas lagunas. Soy muy crítico con la forma en que se hacen las cosas, la falta de recursos que tenemos los profesionales para llevar a cabo nuestro trabajo, la inestabilidad laboral en el sector y otras tantas cosas. Muchas veces, es evidente que los que toman las decisiones no han pisado un Centro de Protección de Menores en su vida y redactan “protocolos” que no se ajustan a la realidad. La impresión que da es que el objetivo de la administración es “que no haya escándalos”, tapar la situación y que se hable poco de esta problemática. 

¿Cómo ha sido el proceso de elaboración y redacción del libro?
La idea llevaba en mi cabeza mucho tiempo y tenía la necesidad de compartirla. Escribir es un proceso lento, que hay que compatibilizar con el trabajo, la familia, las responsabilidades etc. Mucha parte de este libro está escrita en turnos de noche. Su redacción ha sido como describir una película que iba viendo dentro de mí, he tardado unos dos años en acabarlo. Con la editorial Hilos de Emociones todo ha sido genial, es la tercera obra que publico con ellos tras La Realidad Escondida y Viaje al Centro del Olvido. Estoy muy contento con su profesionalidad; la edición me parece extraordinaria. 

Durante el trabajo de investigación y redacción del manuscrito, ¿encontraste algún aspecto sorprendente o revelador sobre la situación de los jóvenes migrantes en Europa que no conocías previamente?
El proceso de investigación coincide con mi desempeño profesional. Conocer a estos niños, sus historias, sus sueños, sus miedos, su relación con sus familias en la distancia… Muchos de estos jóvenes hoy son amigos míos y a otros les perdí la pista. El principal problema que se encuentran surge al cumplir la mayoría de edad; con una formación que podríamos decir, escasa, deben competir en un mercado laboral con todos los demandantes de empleo, que han tenido otra historia muy distinta. Muchos consiguen sus objetivos y otros tantos fracasan en el intento. Pero, sin duda, todas estas son historias que merecen ser conocidas, ya que a fin de cuentas, son nuestros vecinos y viven junto a nosotros.

Este material se comparte con autorización de El Salto

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de internacional  

Dejar una Respuesta