Miles de hazaras, minoría chiíta en Afganistán, realizó una multitudinaria manifestación en Kabul para exigir la instalación de una futura línea eléctrica de alta tensión, mientras las autoridades bloqueaban las principales intersecciones de la capital con contenedores apilados con el fin de impedir el paso hacia el palacio presidencial.

Los manifestantes piden que la línea eléctrica que debe conectar Afganistán y Pakistán con Asia central pase por la provincia de Bamiyan, región de mayoría hazara situada en el centro del país.

«Queremos que la línea eléctrica pase por Bamiyan, que no ha tenido ningún proyecto de desarrollo en los últimos 15 años. Pedimos justicia, no caridad», explicó el diputado hazara, Arif Rahmani.

En un inicio, la línea debía pasar por la provincia, pero el gobierno modificó el trazado y decidió trasladarla por el puerto de Salang, afirmando que al ser más corto permitiría ahorrar millones de dólares. Esta decisión fue considerada por los hazaras como discriminatoria.

Alrededor de 3 millones de personas pertenecen a la minoría hazara, la cual ha sido perseguida durante décadas, y miles de sus miembros fueron asesinados a finales de los años 1990 por Al Qaeda y los talibanes, en su mayoría pashtunes sunitas.

Con información de agencias