El último día que la Caravana dedicaría al Distrito Federal antes de retomar su camino hacia el sur y continuar la búsqueda, fue al Senado de la República. Los senadores iban a recibirlas a las diez de la mañana y ahí estuvieron, puntuales y atentas como en cada pueblito que han recorrido, sin diferencias. Explayaron las fotos de sus desaparecidos en el Patio del Federalismo y pudieron presenciar el comienzo de la sesión de ese día. Terminaron reuniéndose pasadas la una de la tarde con un grupo de legisladores: Dolores Padierna (PRD), Mariana Gómez del Campo y Fernando Yune (PAN), Zoe Robledo (PRD) y Layda Sansores Sanromán (Partido del Trabajo).
“El propósito de estar aquí en el Senado es exigir, es poner denuncia, es que nos ayuden en la búsqueda y nos proporcionen bastante información, que nosotros necesitamos saber» dijo una de las madres en la conferencia de prensa que se montó en el lugar.
Sin embargo, estos no emitieron ningún compromiso concreto de ayuda a su búsqueda. Y se excusaron por la falta de avances en la legislación sobre desaparición forzada argumentando que aunque hay varios proyectos en danza, aún esperan por uno que el Poder Ejecutivo prometió y aún no ha enviado para que ellos puedan empezar su discusión en las cámaras al respecto. Manejan otros tiempos.
“Queremos lograr que los legisladores finalmente aprueben la ley de desaparición forzada, que la tienen atorada porque supuestamente les va a llegar una propuesta del Ejecutivo” explicó Marta Sánchez Soler, integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), organizador de la caravana que recorrerá México hasta el 18 de diciembre.
“El problema que hay con todas las propuestas que están en el senado sobre desaparición es que no precisan acciones concretas en cuanto a la desaparición forzada de extranjeros en suelo mexicano. Estamos empujando artículos que tipifiquen muy bien de qué se trata este fenómeno, que permitan que la ley sea funcional, porque luego la dejan en grandes enunciados y no la puedes aterrizar”. Soler explica que tipificar bien las variantes que pueda tener la desaparición forzada en el caso de migración, como por ejemplo el tráfico de personas, es lo clave para que la ley no sea papel muerto. “Se necesita hilar un poquito más fino para que pueda servir.”
Además de una legislación específica en la materia, el otro elemento pendiente que identifican los integrantes de Movimiento Migrante Mesoamericano a partir de su experiencia acompañando a las familias de los desaparecidos, es la instrumentación de un mecanismo trasnacional de justicia: que en las embajadas exista la posibilidad de que las familias que tienen algún desaparecido (el MMM estima que hay al menos 70 mil casos sin denunciar en Centro América) puedan denunciarlo y seguir el caso desde las embajadas de sus países. “No pueden venir en masa a México a hacerlo. Primero porque no habría procuraduría que los pudiera atender, segundo porque no tienen dinero y tercero porque no tienen papeles para venir a México. Necesitamos el mecanismo que permita que se puedan fincar las denuncias en los países de origen y también darles seguimiento.”
En la mañana del viernes, algo cansadas del trajín del DF pero contentas porque eso es a lo que habían venido, a que esas fotos que cargan en sus cuellos se vean, cosechar algún dato, una pista, una esperanza. La caravana viajará toda la jornada del viernes directo a Ixtepec, Oaxaca, para en plazas y en Ceresos, en albergues y por los barrios repetir la misma pregunta: “¿le has visto?”
Foto: Cuarto Oscuro
