Matheus Santos Moraes tenía 5 años cuando una bala policial lo alcanzó en la puerta de su casa, en la comunidad de Lagoa, en Magé, Río de Janeiro, Brasil.
La Policía Militar o “de pacificación” como se le conoce a las fuerzas de choque que hacen operativos en las favelas y zonas populares en la ciudad carioca y en el resto de las grandes ciudades brasileras, entró a los tiros al barrio, durante uno de sus operativos.
“La policía vino tirando. Cuando intenté agrarrarlo, ya estaba caído. Salí y los policías estaban recogiendo las cápsulas de las balas. Como soy de familia pobre y humilde, van a salirse con la suya. Mi hijo no va a volver” dijo su mamá, desconsolada, durante el velatorio del niño.
La tía del niño relató que Matheus fue baleado cuando jugaba en la calle, cerca de las 4:30 de la tarde. El niñito estaba jugando en las calle con unas canicas cuando llegaron los policías. “No hubo un enfrentamiento entre bandas de ninguna clase, la policía llegó tirando.”
La versión que los medios masivos están difundiendo y que abona el terreno para la impunidad policíal, es que Matheus murió a causa de una bala perdida en un “enfrentamiento” entre bandas del narco y la policía. Sin embargo, los vecinos y la familia desmienten tajantemente esa versión. “Los traficantes ya habían salido de dónde estaban, habían huído. No hubo enfrentamiento.”
Fue así que en la noche del sábado 2 de Abril, varios autobuses fueron incendiados por vecinos de Magé para protestar por el asesinato de Matheus y por otras dos personas que, según reportes, fueron también heridas de bala. En la mañana de este domingo 3, los barrios continuaban sin luz.
Otros dos niños fueron asesinados en barrios populares de Río de Janeiro en las últimas semanas, por “balas perdidas” en operativos policiales de “pacificación”. Ryan Gabriel, de 4 años, fue asesinado el domingo de Pascua en la puerta de la casa de su abuelo. El 10 de Marzo, Ana Beatriz Duarte e Sá, de 5, fue herida en la cabeza en São Gonçalo, en la zona metropolitana de Río.
“Preferiría que el tiro hubiese sido para mí” decía, desconsolado su padre durante el velatorio del niñito en la capilla Nossa Senhora da Piedade y será enterrado este domingo.