Parir en un hospital bombardeado: 5 mil 500 mujeres palestinas darán a luz en noviembre en Gaza

Javier H. Rodríguez

Foto: Naciones Unidas constata más de 50.000 embarazos en curso a día de hoy en Gaza. (Mohammed Zaanoun / Activestills)

En la noche del pasado martes, un bombardeo israelí voló por los aires el hospital palestino de Al-Ahli, en el norte de Gaza. Según el Ministerio de Sanidad gazatí, ha habido al menos 500 muertes, pero diversas fuentes sobre el terreno elevan la cifra por encima de las 800 personas. La mayoría de ellas, mujeres y niños. Esa masacre era más que previsible para quien apretó el botón: un portavoz del ejército israelí reconoció haber instado a la evacuación de ese y otros cinco centros sanitarios más. Pero lo que está por venir podría ser peor todavía. La agencia sobre salud sexual y reproductiva de las Naciones Unidas (UNFPA) ha asegurado que en la Franja de Gaza hay más de 50.000 mujeres embarazadas que no cuentan con un acceso seguro a atención médica por los bombardeos israelís a centros médicos. Solo durante el mes que viene, está previsto que más de 5.500 mujeres den a luz en la Franja. 

En noviembre serán 5.500, pero las Naciones Unidas constata más de 50.000 embarazos en curso a día de hoy en Gaza. Son 166 partos al día en una de las situaciones más violentas y peligrosas a las que Israel ha sometido al pueblo palestino en los más de setenta años de ocupación. Y la situación de los hospitales no es ajena a esa espiral de asfixia del Gobierno del ultraderechista Benjamin Netanyahu sobre la población civil. “Suministrar agua y luz a Gaza supone apoyar a Hamás”, ha predicado estos días en varias entrevistas en la prensa española más conservadora la embajadora de Israel, Rodica Radian-Gordon. Suministrar agua y luz a los centros hospitalarios, a los más de 10.000 heridos, a las personas en las UCIs, a los pacientes oncológicos o a los enfermos terminales, por lo tanto, es apoyar a Hamás. También lo es, bajo ese prisma, no ya facilitar, sino no entorpecer el acceso adecuado a asistencia sanitaria a esas 50.000 madres que darán a luz más pronto que tarde.

Más de 50.000 mujeres palestinas embarazadas están siendo sometidas a complicaciones potencialmente mortales sin acceso a servicios de parto y atención obstétrica de emergencia

Pero los recursos en los hospitales se acaban. Y todas esas mujeres están siendo sometidas a complicaciones potencialmente mortales sin acceso a servicios de parto y atención obstétrica de emergencia: “Se espera que las reservas de combustible en todos los hospitales de Gaza duren unas 24 horas más. El cierre de los generadores de respaldo pondrá en riesgo la vida de miles de pacientes”, explicaban desde la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en la mañana del lunes. Según las mismas fuentes, Gaza vive un apagón total de electricidad por octavo día consecutivo. La Organización Mundial de la Salud ha logrado entregar combustible, que estaba almacenado en la propia Franja, al hospital más grande de Gaza Shifa, algo que permitirá el funcionamiento de los generadores, solo “durante unos días más, pero otros hospitales están funcionando ya a una capacidad mínima”.

La Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF por sus siglas en inglés) también apela a la comunidad internacional y coloca sobre la mesa cifras similares a las de la ONU con casi 40.000 mujeres palestinas embarazadas en Gaza. La Comisión Europea no es ajena a esta situación ya que junto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas es una de las principales financiadoras de la IPPF, uno de los organismos de referencia en control de la población y derechos sexuales y reproductivos en el mundo. “El sistema médico de Gaza, que ya está gravemente afectado debido a 16 años de bloqueo ilegal, no puede hacer frente al nivel de heridos causados ​​por los bombardeos actuales. Los servicios de emergencia y los suministros médicos no pueden llegar a las personas afectadas, incluidas las mujeres embarazadas, las parturientas y los recién nacidos. El 60% de los heridos y muertos desde el 10 de octubre son mujeres y niños”, explican fuentes de la oenegé.

“He recibido llamadas de mujeres que han tenido abortos espontáneos debido a los bombardeos y el gas y otras que se han puesto de parto de manera inesperada”, dice Wafa Abu Hasheish de la IPPF

Una de las encargadas de la Asociación Palestina De Planificación Y Protección Familiar, Wafa Abu Hasheish, asociada a la IPPF, explicaba en una carta: “Como trabajadora de la salud y mujer palestina, desde el sábado por la mañana he estado viviendo en constante temor por la seguridad y el sustento de mi familia. Al mismo tiempo, no puedo dejar atrás mi compromiso de brindar a las mujeres servicios de salud. He recibido llamadas de mujeres que han tenido un aborto espontáneo debido a los bombardeos y el gas, otra que se ha puesto de parto, vecinos que piden ayuda… Estoy tratando de ayudar a todos, pero con opciones y recursos tan limitados disponibles y accesibles… Temo por su bienestar e incluso por sus vidas. No sé cuánto más podrán soportar los habitantes de Gaza y pienso constantemente en cuántas mujeres más en Gaza no tienen a nadie o adónde ir”.

Beber agua en Gaza comienza a ser peligroso

Los datos del último informe de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), publicado este miércoles, señalan también los peligros a los que ya se está exponiendo al pueblo palestino en relación al uso de agua potable. El consumo medio de agua para todas las necesidades como beber, cocinar e higienizarse se estima actualmente en tres litros diarios por persona en Gaza. “Hay un consumo cada vez mayor de agua procedente de fuentes inseguras, lo que pone a la población en riesgo de muerte o de brotes de enfermedades infecciosas”, señalan fuentes de la OCHA, algo a lo que habría que sumarle las deficientes condiciones de las infraestructuras de saneamiento y los suministros de higiene.

En la tarde de ayer miércoles y en ese sentido, tras una reunión del Gobierno israelí con la comitiva del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, Israel aseguró que permitirá a Egipto entregar “cantidades limitadas” de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, según publicó en un comunicado la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu: “A la luz de la exigencia del presidente Biden, Israel no frustrará los suministros humanitarios procedentes de Egipto mientras se trate sólo de alimentos, agua y medicinas para la población civil del sur de la Franja de Gaza”. Pero no se ha mencionado en ningún momento ni la devolución de la electricidad ni la llegada de combustible, fundamental para el sostenimiento de la vida en los hospitales. 

Las organizaciones palestinas dicen que “nadie sabe” si la facilitación de la entrada en la Franja de ayuda humanitaria por EE.UU. se hará efectiva.

Pero a la luz de los acontecimientos de los últimos días, en especial al bombardeo del hospital, en Gaza se muestran escépticos. “Nadie sabe si llegarán a la Franja de Gaza”, explicaba Marwan Jilani, director general de la Media Luna Roja Palestina a Al Jazeera: “Nos estamos preparando para que cuando se abra este cruce fronterizo, aprovechemos esta oportunidad para brindar ayuda a la gente dentro de Gaza en estado crítico, especialmente para los pacientes, los hospitales y la gente en general”. De hecho, en Gaza han puesto el acento en las palabras del comunicado israelí donde el gabinete de Netanyahu explicita que dejarán llegar esos recursos “siempre que no lleguen a Hamás. Cualquier suministro que llegue a Hamás será impedido”. Algo que pone en tela de juicio si esa ayuda humanitaria llegará a la población civil y si, además, lo hará a tiempo.

Este material se comparte con autorización de El Salto

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