Compartimos las palabras de dos amigos de la militante social Celeste Lepratti, quien falleció el pasado 29 de diciembre en Rosario, Argentina, luego de una vida dedicada a la defensa de los derechos humanos y la exigencia de justicia para los crímenes del Diciembre Negro, entre cuyas víctimas se encontró su hermano Pocho, asesinado por un policía en 2001.
CELESTE LEPRATTI
La oscuridad, sigue poblada de luciérnagas.
Y esta noche de 31, Cele, vos vas a ser una ellas.
El juego va a estar en descubrirte entre las luces que inundarán nuestro cielo… Compañera inmensamente bella.
GUSTAVO BRUFMAN
Sé que es con la mejor onda,
pero que a nadie se le ocurra ponerme QEPD.
Que así como las paredes aún siguen diciendo POCHO VIVE!
Y hasta ayer Celeste lo gritaba con un: LA LUCHA SIGUE! Incluso estos días, cuando ya no le quedaba aire ni para tomar envión,
digo, esta gringa digna, coherente, silenciosa, humilde, llena de vergüenza, mordaz e irónica, que pedía disculpas ante una palabra de más, y que también le ponía la escucha y la mirada atenta al ningunneo, a los desarrapados del mundo, a los condenados de la tierra; esta flaca del pañuelo verde, esta maestra de la barriada, esta organizadora de amores violentados, de pérdidas afectivas, de vidas abusadas, de niñeces vulneradas, digo, hasta estos días en que se plantó denunciando los crímenes de estado… sigue marchando con nosotrxs. Porque está en cada uno, en cada una , en cada une de nosotrxs. Y no le vamos a soltar la mano, porque no queremos perder la brújula, nuestro amoroso norte de liberación y dignidad. Gobierne quien gobierne. Aunque todo estalle y vuele en pedazos, Celeste se cargó todo al hombro, y sigue marchando…
VALENTINA RONDINELLA
Capitana de este ejercito de hormigas.. Luciérnaga madre incansable. Te vamos a dejar ir yendo sabiendo que estás en todas partes levantando tu puño sembrando ternura dando luz con tu mirada y tu palabra amiga solidaria hermana de corazón. Si hubiéramos sabido no sé si no te nos ibas pero qué fiesta que armábamos para despedirte con tiempo con abrazos No vivías a mate y cigarro x que siempre había una mano amiga familiar x que nunca estuviste sola. Sólo te atrapo la noche.
