Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México | Desinformémonos. El Centro para la Diversidad Biológica y Greenpeace interpusieron un nuevo amparo contra el tramo 5 del Tren Maya por no contar con los permisos ambientales para su construcción, que amenaza la selva virgen de Quintana Roo y vulnera el sistema de cuevas, cavernas, cenotes y ríos subterráneos en el trazo que va de Playa del Carmen a Tulum.
Con la demanda de amparo, las organizaciones impugnan la “autorización provisional” que emitió la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la cual encuentra “sustento” en el decreto presidencial con el que se blindan los megaproyectos del gobierno por ser considerados “de interés público y seguridad nacional”.
“Con el acuerdo presidencial, que da paso a las autorizaciones provisionales sin previa evaluación de impactos ambientales, se están violando los derechos a la información ambiental, a la participación pública en esa misma materia, el derecho a un desarrollo sustentable, el derecho a la legalidad, a la par que deja sin efecto los principios de prevención, precaución”, dijo la directora de campañas de Greenpeace México, Aleira Lara.
“Las autoridades no han respetado la ubicación del trazo en vías de comunicación preexistentes como se había prometido. La deforestación y demás actividades que se han realizado hasta este día son completamente ilegales y ninguna promesa de mitigación o reparación a posteriori pueden servir de aval a un trazo que no se encuentra autorizado, con el cual se comprometen incluso los compromisos climáticos de nuestro país”, agregó.
Por su parte, el representante en México del Centro para la Diversidad Biológica, Alejandro Olivera, señaló que “se debe detener la obra hasta que Fonatur cumpla con la ley y la Semarnat evalúe realmente las amenazas al ecosistema y las especies”.
De admitirse la demanda en la justicia de Yucatán, se podría conceder una suspensión del proyecto de construcción en los siguientes días.