En su visita de nueve días por Honduras, Victoria Tauli-Corpuz, relatora Especial de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, constató la situación crítica que enfrentan las poblaciones indígenas que habitan en este país.
Falta de respeto a sus derechos sobre tierras, territorios y recursos naturales; violencia, impunidad y corrupción; dificultades en el acceso a la justicia; y carencia de servicios sociales básicos, incluida la educación y la salud, son las principales problemáticas detectadas por la relatora de la Organización de la Naciones Unidas (ONU).
Un problema fundamental de los pueblos indígenas en Honduras es la falta de un pleno reconocimiento, protección y disfrute de sus derechos sobre sus tierras, territorios y recursos naturales ancestrales. Las amenazas por reclamaciones de terceras partes que buscan implantar proyectos de desarrollo en los sectores extractivo y energético, ciudades modelo, turismo y áreas protegidas, predominan en territorio hondureño y afectan a las poblaciones indígenas, incluso a aquellas que tienen tierras tituladas. En este sentido, preocupan particularmente a Victoria Tauli-Corpuz las alegaciones sobre autoridades locales y otras implicadas en la venta ilegal de tierras.
Aunado a lo anterior, impera un clima de violencia e impunidad hacia las comunidades indígenas que se oponen a proyectos de desarrollo de recursos naturales, como represas eléctricas. Los defensores de la tierra son amenazados, intimidados, incluso asesinados, lo que se acompaña de la impunidad hacia los perpetradores de estos crímenes.
“Recibí muchos testimonios relativos a la falta de acceso a la justicia para los pueblos indígenas. Su capacidad de obtener justicia se ve obstaculizada por diversos factores, que incluyen: la falta de conocimientos de los operadores de justicia sobre los derechos de los pueblos indígenas; la falta de recursos de instituciones como la Fiscalía de Etnias y el Comisionado Nacional de Derechos Humanos; barreras de idioma, culturales y económicas; el racismo y la discriminación contra los pueblos indígenas; y la impunidad, entre otros”, se lee en la Declaración final misión Honduras de la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz.
El 10 de noviembre de 2015, la relatora de la ONU concluyó su vista a Honduras, en la que también se allegó información sobre cuestiones sociales y económicas que afectan a los pueblos indígenas. Destacan, entre ellas, la falta de oportunidades laborales para los maestros indígenas capacitados; las carencias de la educación intercultural bilingüe en materia, por ejemplo, de materiales e infraestructura; y las deficiencias en los servicios de salud de los territorios indígenas, que incluyen la falta de instalaciones, personal y medicamentos.
Respecto de las mujeres y niñas indígenas, en su informe de observaciones y recomendaciones preliminares, la ONU apunta que éstas enfrentan trata y prostitución, mientras que las poblaciones juveniles de las comunidades indígenas, falta de oportunidades lo que las convierte en presa fácil del crimen organizado o las obliga a emigrar.
Por lo anterior, Victoria Tauli-Corpuz recomienda al gobierno de Honduras, presidido por Juan Orlando Hernández, fortalecer su capacidad institucional, así como la coordinación interministerial. “Es necesaria una institución adecuada que pueda responder de manera integral a la aplicación de los derechos de los pueblos indígenas. Esto exigirá presupuestos adecuados, personal capacitado y la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas”.
