A mediados del 2022, el gobierno de la Ciudad de México a través del Sistema de Aguas (Sacmex) comenzó con el proyecto “Sustitución y ampliación de drenaje en San Gregorio Atlapulco”, el cual tiene como objetivo “ampliar la red existente con un tubo de mayor diámetro” para enfrentar una problemática que ha empeorado por la ausencia de un sistema de alcantarillado y de tratamiento de aguas eficiente. Los y las habitantes de San Gregorio Atlapulco han expresado en varias ocasiones la inviabilidad de la obra, sin embargo, continúan a pesar de las advertencias que en gran medida se basan en la experiencia de la comunidad.

La problemática de las aguas negras en San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, es de varias décadas atrás, cuando las y los habitantes de este pueblo originario comenzaron a sufrir las consecuencias de la descarga de aguas negras provenientes de Milpa Alta en la zona chinampera del embarcadero de Atenco. Uno de los vecinos de San Gregorio afirmó que este conflicto tiene por lo menos treinta años y cada vez empeora más, pues la propuesta del gobierno de ampliar el colector para evitar la descarga de aguas negras en embarcaderos podría ocasionar el colapso de la red.

“A San Gregorio le engañan diciendo que llegarán aguas tratadas de una planta de aguas residuales que se está construyendo en San Pedro Atocpan y mantendrá con buenos niveles la zona chinampera, ya que de la planta tratadora de aguas negras de San Luis dejó de mandar el suministro de agua al embarcadero Atenco”, dijo.

De acuerdo con información de la jefatura de gobierno central, el proyecto de Sacmex consiste en la ampliación del colector San Pedro Atocpan, el cual comenzó su primera fase (Frente 1) en 2021, donde intervinieron 326 metros de longitud de tubería de 75 centímetros de diámetro de la intercepción entre Camino Real y San Pedro Atocpan hasta el Jardín de Eventos la Quinta Mina. Esta tubería es de poliestireno de alta densidad corrugado de 762 mm de diámetro (30 pulgadas), de doble pared tipo “B”, con campana bicapa integrada y empaque.

Recientemente en septiembre del 2022, el Sacmex informó que se reanudarían los trabajos con la etapa 2 y 3, los cuales se llevarán a cabo de septiembre de 2022 a mayo de 2023 de manera dividida: Frente 1, una longitud de mil 200 metros y diámetro de 76 centímetros. Frente 2, una longitud de mil 400 metros con diámetro de 76 centímetros, ambos de la etapa 2. Frente 3, una longitud de 477 metros con un diámetro de 76 y 61 centímetros, en inmediaciones de Camino Real a San Pedro.

En específico, la etapa 2 tiene dos frentes de trabajo, en primer lugar la avenida Acueducto hasta el cruce con Camino Real a San Pedro Atocpan y desde el Jardín de Eventos la Quinta Mina hasta el Pozo Mirador. Y, por el otro, del Pozo Mirador 3 hasta las cercanías del vivero Los Alcatraces. Por último, la etapa 3, que comenzará en 2023, en las cercanías del Vivero Los Alcatraces y termina en la planta de Bombero San Pedro Atocpan.

Las afectaciones de esta obra son directamente de carácter ambiental y de salud pública, aseguraron las y los vecinos de San Gregorio, quienes a su vez explicaron que “ninguna obra de Sacmex al interior del pueblo ha funcionado con eficacia. Todas las obras quedan inconclusas e inoperantes. De presentar alguna falla, este colector inundará a todo el pueblo por su volumen mayor de agua”.

En 2010, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) constató en una investigación que en el embarcadero Atenco en San Gregorio vierten líquidos residuales y no tratados. Mientras que en el caso de las aguas de San Luis Tlaxialtemalco que terminaban en el embarcadero, llegaban más limpias. Además, también concluye que el sistema de aguas, con el apoyo de las autoridades de la alcaldía de Xochimilco, deberá evitar que el agua tratada proveniente de la planta tratadora de San Luis Tlaxialtemalco y las aguas pluviales se mezclen con aguas residuales y que no desemboquen en el embarcadero.

Sin embargo, en la última década, en especial en los últimos dos años, empeoró la situación, de acuerdo a los y las habitantes. En específico cuando conectaron los drenajes de San Pablo y San Salvador directamente al drenaje de San Pedro. De acuerdo con algunos vecinos, esta descarga de aguas negras debería ser tratada en la planta de San Pedro, pues de lo contrario la red de drenaje podría colapsar.

“Esta planta (San Pedro Atocpan) envía agua tratada al embarcadero Atenco, son cuatro litros por segundo durante cuatro horas cada tercer día en un tubo de 8 pulgadas. A San Pedro Atocpan le envían agua tratada en un tubo de 14 pulgadas los mismos días que suministran a San Gregorio. Todo esto ocasiona que la red de drenaje colapse porque no tiene capacidad para recibir la descarga de aguas negras de cuatro pueblos de la alcaldía de Milpa Alta y que se desarme en la zona cerril, poblacional y zona chinampera, además contaminando el medio ambiente, mantos acuíferos y contaminando los canales de las chinampas”, declararon.

Originarios del pueblo de San Gregorio han trabajado en propuestas para solucionar el problema de las aguas negras, pues consideran que el cambio del tubo sin ningún tratamiento, no es suficiente y que “cualquier sobrecarga al drenaje provocará inundaciones al pueblo con mayor cantidad de aguas negras, tomando en cuenta el incremento de la población de los pueblos de la montaña y que el tubo de drenaje será más grande”.

En ese sentido, proponen el cambio del tubo del drenaje por uno de mayor diámetro, que en cada pueblo se instale una planta tratadora y que aprovechen las aguas tratadas. Además, que las aguas pluviales lleguen a la zona chinampera sin mezclarse con las aguas negras y que los pueblos de la montaña bajen las aguas negras por el pueblo de San Antonio Tecomitl.

Asimismo, al desembocar las aguas negras en la zona chinampera dañan la producción de lechugas, cilantro, rábano, verdolaga o cualquier hortaliza, y afectan la tierra, pues la vuelve más salitrosa, lo cual con el tiempo va a impedir el crecimiento del estanque. Los y las chinamperas saben que esto implica consecuencias importantes, como lo compartió un compañero chinampero:

“Las hortalizas que se producen en zona chinampera, al ver la mala calidad del agua en los canales, hay vecinos que prefieren lavar o enjuagar las hortalizas con agua potable al llegar a casa o bien en llaves que algunos vecinos cuentan con el vital líquido, para no llevar tan contaminada la producción. Porque sabemos bien que si sumergimos o rociamos la cosecha de producción en el canal, automáticamente se contamina, causando graves daños a la población”.