Movimientos populares, entidades sindicales y pastorales que actúan en el campo realizan durante este semana de septiembre la “Jornada de Luchas Unitarias de los Trabajadores y Trabajadoras y Pueblos del Campo y de las Florestas”. A ella se suman más de 7 mil jóvenes que participan en el campamento nacional organizado por el Levante Popular de la Juventud y confluyen en una serie de acciones que forman parte del Grito de los Excluidos ocurrido durante el Día de la Independencia en varias ciudades de Brasil.
Una jornada de luchas en la que ocupan edificios públicos y realizan bloqueo de carreteras durante tres días de esta semana. Para participar en ella se han sumado el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), el Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA), el Movimiento de Mujeres Campesinas (MMC), el Movimiento de Afectados por Barragens (MAB), el Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería (MAM), la Confederación Nacional de los Trabajadores en la Agricultura (Contag), la Federación Nacional de los Trabajadores y Trabajadoras en la Agricultura Familiar (Fetraf) y el Movimiento de Campesinos Populares (MCP).
Las acciones iniciaron el 5 de septiembre, cuando cerca de 2 mil personas de los movimientos populares vinculados a la Vía Campesina y a varios sindicatos, ocuparon el Ministerio de Planeación en Brasilia (DF). Acciones similares tuvieron en Alagoas, Ceará, Rio Grande so Sul, Rio Grande do Norte, Paraná, Espírito Santo, Mato Grosso, Maranhão, São Paulo e Pernambuco, que fueron escenarios de actos, marchas y ocupaciones de edificios públicos.
Según Maria Cazé, coordinadora del Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA), las acciones son en defensa de la democracia ante el golpe parlamentario consumado el pasado 31 de agosto, después de la votación en el Senado que apartó a Dilma Rousseff de la presidencia.
Los movimientos sociales se oponen a la suspensión de derechos anunciado por el gobierno no electo de Michel Temer lo cual representa un retroceso “extremadamente grave” no sólo para los trabajadores del campo, sino también para el avance del país.
“Los campesinos perdieron la paciencia con las amenazas a los derechos conquistados y a nuestra lucha. Ocupamos el Ministerio de Planeación porque desde ahí se plantean y organizan los presupuestos de las políticas de este gobierno golpista. Vamos a tomar la parte que es nuestra de la planeación”, dijo la dirigente.
Tal como afirma Maria, las organizaciones que participan de la jornada reivindican la aceptación inmediata de más de 120 mil familias acampadas por todo Brasil, la revocación de la ley sobre la venta de grande lotes de tierras para extranjeros prohibida desde el 2011 y la implementación de una política agraria que privilegie la producción de alimentos saludables.
Además, el movimiento de pequeños agricultores critica la reforma del sistema de Seguridad Social anunciado por el gobierno no electo, que propone equiparar la edad de jubilación entre hombres y mujeres, así como entre trabajadoras del campo y de la ciudad. También pide la restitución del Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA), desaparecido por Temer y rebuscado dentro del Ministerio de Desarrollo Social.
“El MDA es un signo de una conquista de los movimientos después de la Masacre del El Dorado de Carajás (1996), y esta siendo saqueado de forma brutal por este gobierno”, acusó.
La demarcación de tierra indígenas y quilombolas también es una de las exigencia de la jornada de luchas: “Otro riesgo son los cambios en la legislación para impedir nuevas demarcaciones y abrir las tierra indígenas para ser invadidas y exploradas por terceros. Todo esto es potenciado por la coyuntura”, explicó Cléber Buzatto, secretario-ejecutivo del Consejo Indigenista Ministerio (CIMI). El Cimi también participa de la articulación de la jornadas y el secretario afirma que al menos una representación del pueblos indígenas, especialmente de los Guarani-Kiowa, es esperada esta semana durante la jornada de lucha.
“El golpe parlamentario llevó al poder un gobierno que tiene una perspectiva de fortalecer al agronegocio, contraponiéndose a los campesinos e indígenas. Todo apoyo irrestricto de los sectores ruralistas, de la Confederación Nacional de la Agricultura [CNA], del Instituto Pensar Agropecuaria [IPA]… Es momento de movilizarse, aunque existen riesgos de represión contra los movimientos”, afirma el secretario del Cimi.
Las organizaciones que participan de la Jornada de Luchas Unitarias de los Trabajadores y Trabajadoras y Pueblos del Campo y de las Florestas se sumarán a las actividades realizadas en torno al la vigésima segunda edición del Grito dos Excluidos.
Campamento nacional reúne a 7 mil jóvenes en Belo Horizonte
Organizado por el Levante Popular de la Juventud, es el primero encuentro político después del golpe parlamentario
Jóvenes de todas las regiones se encontraron y reconocieron el lugar, deshicieron las maletas y montaron las tiendas. Así fue el primer día del tercer campo del Levante Popular de la Juventud. El encuentro, que ocurre en Mineirinho – región de Pampulha en Belo Horizonte, se realiza esta semana con la participación de casi 7 mil jóvenes dispuestos a formarse políticamente para luchas por los derechos humanos y sociales.
Las células son los núcleos más pequeños del movimiento, organizadas en las universidades, barrios y escuelas. “Vine para el ‘Camps’, porque quiero luchar por nuestra política dice un joven participante. “La semana pasada se produjo la muerte de la democracia y si los jóvenes no se unen, el Brasil está perdido”, afirma.
La estudiante de matemáticas Rebeca Camacho, de 22 años, llegó a la caravana que salió de Porto Velho, capital de Rondonia. Fueron más de 60 horas de viaje, pero, aun así, no falta la emoción. En un año de Levante, es la primera vez que participa en un evento nacional. “Estoy ansiosa por participar en los espacios sobre negritud. Quiero compartir una experiencia que tuve, que fue malo, fue racista. Quiero saber si otras personas han vivido algo así”, cuenta.
La lucha contra el racismo es uno de los temas que serán debatidos durante el encuentro. Además, la democratización de los medios de comunicación, acceso a la educación y la salud, el trabajo digno para la juventud, el feminismo, la cultura y la reforma política son otros de los temas que serán abordados en la programación.
El Movimiento
El Levante Popular de la Juventud es un movimiento popular que organiza a jóvenes brasileños en busca de sus derechos. Surgido en el año 2006 en el estado de Río Grande del Sur, el movimiento tomó carácter nacional en 2012, cuando se realizó el primer campamento nacional en Santa Cruz do Sul (RS). En esa ocasión, hubo la participación de mil personas. La segunda edición del encuentro tuvo lugar en São Paulo, en el año 2014, con más de 3 mil participantes.
Grito de los Excluidos convoca al pueblo brasileño para luchar por sus derechos
La 22º edición del Grito de los Excluidos, que ocurrió ayer en varias ciudades de Brasil, convoca a la población a resistir ante la suspensión de derechos sociales anunciados después del golpe que derrocó a la presidenta Dilma Rousseff. “Este es un grito que debe alertar al pueblo sobre la gravedad de la situación, la necesidad de luchar. La crítica está siendo sofocada y el pueblo esta volviendo a las calles. Esa esta es una dictadura disfrazada de democracia que quiere pasar por encima del pueblo”, afirmó el economista Plínio de Arruda Sampaio Júnior, en entrevista con la Red Brasil Actual.
Según el economista, el momento brasileño no difiere de lo que ocurre en el resto del mundo: “la crisis obliga a los poderes económicos y políticos a reorganizar el sistema capitalista, ampliando la explotación de los trabajadores”.
El lema del Grito de este año esta basado en las palabras del papa Francisco cuando, el año pasado, se dirigió a los movimientos sociales en Bolivia diciendo: “Este sistema es insoportable: excluye, degrada, mata”. La frase aborda los problemas sociales y ambientales del modelo de producción imperante.
A una semana de que se consumó la destitución de la presidenta Dilma, los actos unificados intentan poner de manifiesto la resistencia popular. “La mayor defensa que tenemos es el pueblo en las calles. Ellos se radicalizarán ante el ataque a la democracia, nosotros tenemos que ridiculizar la defensa de la democracia”dijo el economista.
