Este miércoles se cumplieron tres años del brutal ataque de las autoridades locales y federales contra la población de Nochixtlán, evento emblemático de la criminalización contra la protesta social y la resistencia a la reforma educativa.

Los agravios son muchos: Durante el violento operativo policial perdieron la vida 8 personas, siete en Nochixtlán y uno en el crucero de Viguera. Salvo en un caso, todas las demás muertes fueron provocadas por herida de arma de fuego. Más de 221 personas civiles sufrieron lesiones diversas. Niñas y niños vomitaban por los gases lacrimógenos.

Un grupo de 18 detenidos fue sometido a tortura física y psicológica por parte de los agentes durante todo el día. Mujeres detenidas fueron amenazadas con tortura sexual. Tras siete horas de batalla, los policías huyeron rumbo Oaxaca de Juárez. En el trayecto seguían agrediendo a la población.

En Huitzo, campesinos de tercera edad que realizaban sus actividades diarias en el campo fueron torturados. Los hechos de violencia del día 19 de junio han dejado graves secuelas en las poblaciones de Asunción Nochixtlán, Huitzo, Telixtlahuaca, Hacienda Blanca y Viguera. Algunas personas necesitan tratamiento médico especializado durante el resto de sus vidas.

Se cumplieron tres años sin justicia para los muertos y heridos en el “Operativo Oaxaca”. Por si fuera poco, los altos mandos siguen su carrera. Por ejemplo Manelich Castilla Craviotto, que en ese entonces comandó a la Gendarmería, después estaba a cargo de toda la Policía Federal Hoy, en Puebla, el gobernador electo Miguel Barbosa (Morena) está a punto de contratar a Manelich Castilla como secretario de Seguridad Pública. Seguimos exigiendo justicia y verdad.

Leer el Informe de organizaciones civiles: Operativo Oaxaca 19 de junio

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