Más de 2 mil 500 niños refugiados atrapados en la frontera helena con Macedonia están en riesgo de sufrir de explotación, caer en manos de traficantes de personas u otros abusos, alertó hoy la ONG Save the Children.

La mayoría de los infantes que llegan al territorio griego en su viaje a otros países del continente europeo son abandonados a su suerte, y su situación se agravó cuando el gobierno de Macedonia decidió limitar el flujo de refugiados y migrantes a 580 personas, por lo que ahora miles de ellos permanecen varados en la frontera, señaló la organización.

Ante esto, Goran Bilic, jefe del equipo de Save the Children en esa región, denunció que lo único que busca Macedonia es proteger sus fronteras y no a la gente.

Mediante el comunicado, la organización declaró que esas políticas contra los migrantes vulneran la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y otros tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por los países europeos.

Los países de la ruta balcánica, utilizada por los migrantes y refugiados de países como Siria o Afganistán, limitarán el flujo de personas a sólo 580 diarias, por decisión de Austria, Eslovenia, Macedonia, Serbia y Croacia.

Esta acción es las más drástica y de mayor impacto en las fronteras de los países balcánicos desde que inició la ola de refugiados. Las fuerzas de seguridad eslovenas aseguraron que “los jefes de policía están obligados a limitar el tránsito diario con un número que permita controlar a todos de acuerdo con las reglas de Schengen”.

La medida en principio es ilegal, al igual que la decisión de Austria sobre el tope de tránsitos y de solicitudes de asilo de hace una semana, pues las leyes europeas prohíben el establecimiento de cupos de entrada o salida en los países comunitarios.

Con información de agencias