Dra. Elvia González del Pliego Dorantes, coordinadora del Programa de Género e Inclusión de la IBERO (derecha), durante su participación en el ‘2º Encuentro Mujer Migrante de México y el Mundo’.

La transversalización de la perspectiva de género en las instituciones de educación superior es muy importante si se quiere incidir en la construcción de paz, señaló la Dra. Elvia González del Pliego Dorantes, coordinadora del Programa de Género e Inclusión.

La académica explicó que esto es posible por medio del profesorado, ya que éste funge como mediador en el proceso para la transversalización y la transformación social. Es importante, dijo, incluir estrategias de educación para la paz y de la ética del cuidado para la transformación de los conflictos.

Al participar en el 2º Encuentro Mujer Migrante de México y el Mundo, organizado por el Consulado General de México en Houston, la especialista en temas de género añadió que tanto el alumnado como el personal docente participan en el proceso enseñanza-aprendizaje, en el cual es importante el trabajo de contenidos, proyectos y experiencias de acuerdo a la realidad social, política, cultural y económica de México y del mundo.

La doctora en Estudios Interdisciplinarios de Género habló de la importancia de fortalecer el desarrollo del pensamiento crítico, de utilizar un enfoque sistémico que no vea al tema de género como algo aislado; así como incluir el reconocimiento de las aportaciones de las mujeres en distintos ámbitos, y usar estrategias para el fortalecimiento de la capacidad de agencia de las mujeres. También se debe reconocer y valorar las masculinidades positivas y diversas.

Esto porque tanto el alumnado como el profesorado son personas que ya toman decisiones y que seguirán tomándolas con impacto en el tejido social, ya que forman parte de familias, sociedad, empresas, grupos religiosos, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones internacionales y, por lo tanto, inciden en la paz y la seguridad.

La docente consideró que, desde las instituciones educativas y dentro de las instituciones de educación superior, se requiere trabajar para impactar las creencias que integran la violencia cultural, que justifica la violencia estructural y la directa.

“La violencia cultural es la más peligrosa porque es la que se encuentra en la esfera simbólica de nuestra existencia que se materializa en la religión, en la ideología, en el lenguaje, la ciencia; y se da a través de estereotipos, roles de género, racismo, clasismo, xenofobia, sexismo, entre muchos otros”.

González del Pliego comentó que desde la educación superior es importante reconocer el trabajo de las organizaciones de mujeres a favor de la igualdad y en la construcción de paz, pero no desde una mirada esencialista, sino por su capacidad de incidir políticamente a nivel local, nacional y multilateral.

De hacer un análisis que, además de la violencia directa, considere la parte multidimensional de la inseguridad (económica, ambiental, social y política. Así como la situación de las mujeres migrantes dada su diversidad de condiciones, contextos y necesidades y los apoyos que se les pueden brindar; así como la urgencia de utilizar la interseccionalidad y la interculturalidad para la agenda de mujer, paz y seguridad.

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