Una mujer negra se enfrentó a unos 300 manifestantes neonazis cuando levantó el puño como símbolo de resistencia en Suecia, durante una marcha del Movimiento de Resistencia Nórdica en Borlänge.
Tess Asplund, de 42 años, aseguró que el acto “fue un impulso, estaba muy enfadada. Tuve un subidón de adrenalina”.
Según Asplund, las palabras que pasaron por su cabeza fueron “demonios, no deberían marchar por aquí. Aquí no va a haber una manifestación nazi, eso no está bien”.
Su fugaz gesto de resistencia quedó inmortalizado gracias al fotógrafo David Lagerlöf, cuya instantánea va camino de convertirse en un símbolo.
El movimiento neonazi está en contra de la acogida de refugiados de Asia y Medio Oriente. “Estos tíos son grandes y están locos”, comentó.
Con información de agencias
En verdad que en los países más desarrollados económicamente aún se padecen los resabios de una cultura barbárica, medieval, primitiva, que contradice en mucho todo el avance que han logrado en sus «democracias libres», pero lo más absurdo es que ya han sido establecidas nuevas culturas y subculturas asociadas a una nueva realidad que en nada se parece a los tiempos aquellos en que surgieron las supremacías, las hegemonías, los imperios, las castas, los gobiernos absolutistas y las dictaduras. Si la riqueza trae el retroceso y la contracultura, nosotros no aspiramos a tanto, tan solo a una mejor distribución de nuestra riqueza, a la erradicación de la miseria, de la discriminación, de la corrupción y de la «dictablanda» que nos gobierna.