Por lo menos 63 miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) murieron durante los recientes enfrentamientos por la ofensiva militar del ejército turco, que hasta el momento ha dejado alrededor de 40 mil kurdos muertos desde el inicio del conflicto en 1984 por la autonomía de Kurdistán.

En los últimos días se registraron 26 bajas del PKK en la suroriental provincia de Mardin, mientras que en Sirnak murieron otros 22, víctimas de la embestida de las tropas turcas, donde en semanas recientes cayeron 120 militantes kurdos.

Tan sólo el 24 de marzo último, aviones de combate turcos bombardearon varios campamentos del PKK ubicados en las regiones fronterizas iraquíes de Hakkurk, Haftanin y Avasin-Basyan, donde causaron la muerte de al menos 24 kurdos, al igual que la destrucción de dichas instalaciones.
Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, declaró el sábado que en los pasados ocho meses murieron más de 300 militares turcos, mientras que 3 mil kurdos fueron víctimas de las ofensivas.

Erdogan recalcó que los ataques continuarán para impedir que se impongan quienes, en criterio de su gobierno, pretender dividir al país.

Las operaciones militares contra el PKK, que busca la autonomía de los 15 millones de habitantes de Kurdistán, se reaunudaron en julio del 2015 después de que el gobierno rompiera una tregua pactada en el 2012, la cual detuvo temporalmente el conflicto que inició en 1984.

Con información de Prensa Latina