La manifestación convocada en la tarde del 4 de mayo por el movimiento feminista de Madrid contra la “cultura de la violación” sumó a miles de personas en la capital. La movilización se produce como repulsa a la sentencia en el caso de la violación colectiva de los sanfermines, en la que los jueces limitaron al delito a “abusos” y rechazaron condenar por agresión y violación, pero también contra las constantes violencias machistas sufridas a cotidianamente por las mujeres.
“La noche, la calle también son nuestras, se acabó la cultura de la violación” era el lema de la pancarta que encabezaba la manifestación, que desembocó ante la sede del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, como protesta por las últimas decisiones judiciales y por el machismo que domina en las instituciones judiciales. La manifestación fue también un claro “no a la justicia patriarcal”.
Durante el cortejo se sintió el hartazgo ante una situación insostenible. La condena a “la manada” reafirma que “la cultura de la violación llega a cada rincón de esta sociedad», rezaba el manifiesto de la marcha, durante la que se coreó “no es abuso, es violación” o “yo sí te creo”.