Oaxaca, Oaxaca. Los 16 pueblos indígenas que viven en Oaxaca son tan diversos como sus lenguas y su legado cultural. Una de sus manifestaciones es la vestimenta que usan las mujeres y hombres, la cual se ha visto afectada por la apropiación de marcas, desde la prestigiosa española Zara, como la reconocida Levi’s, entre otras. A pesar de las denuncias y leyes, el despojo cultural sigue ocurriendo, por eso, activistas y diseñadoras comunitarias denunciaron que la “apropación cultural” también es una forma de extractivismo que atenta contra su territorio, como lo hacen las mineras y las eólicas.

En Tlahuitoltepec Mixe, en la sierra norte de Oaxaca, vive Nancy Clara Vásquez García, artesana ayuujk (Mixe) y fundadora de la colectiva “Aäts” (raíz), que nació como un espacio autogestivo para mujeres con la intención de ser autónomas, gestoras y portadores de conocimiento. Para ellas, esta es una forma de defensa de su territorio.

Estudiante en la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO), Nancy, de 28 años de edad, asegura que “están solas” en la defensa de su territorio, debido a que las marcas extranjeras siguen apropiándose de su cultura para enriquecerse, a lo que ella denomina extractivismo.

Reconoció que en las asambleas comunitarias, sus autoridades han mostrado la defensa y la organización, pero aún no hay conciencia de estas prácticas, porque desafortunadamente, dijo, “a veces se les da permiso a estas marcas de entrar a las comunidades como si fuera su casa”.

Nancy recordó que desde el 2017, cuando inició el colectivo “Aäts”, todas las integrantes coincidieron en que es una forma de organización colectiva y que es importante revalorizar y proteger los textiles de plagios. La joven artesana dijo que no se trata de “apropiarse” ni tampoco de “ser dueños” de la cultura ayuujk, pero sí de fomentar el respeto a lo que elaboran las mujeres y hombres de la comunidad, porque es identidad, y defensa del territorio.

Lamentó que a pesar de que existen leyes como la “Ley Federal de Protección del patrimonio cultural de los pueblos y comunidades indígenas afromexicanas” y la estatal que protege del plagio de los diseños de la cultura oaxaqueña, hace falta que esos conocimientos e información lleguen a las comunidades, es decir, que se hagan realidad.

Nancy propone que las empresas otorguen el reconocimiento a esos conocimientos familiares y personales y que las ganancias que tenga la empresa por los diseños usados o plagiados beneficien a la comunidad, porque solo así será un reconocimiento real de la cultura.

La mejor ley es la nace de la organización comunitaria

La última denuncia de apropiación cultural que ocurrió en Oaxaca fue el caso de la marca francesa “Sezane”, en la cual sus representantes le tomaron fotografías a una mujer zapoteca de avanzada edad portando un suéter de color verde, como parte de su colección, y además le decían que sonriera mientras la hacían bailar. A cambio le dieron 200 pesos, como denunció en Instagram el muro “Lienzos Extraordinarios”.

Manuela Cortés, artista textil y activista zapoteca, dijo que desde “Lienzos Extraordinarios” informó sobre este hecho, y precisó que Oaxaca es un lugar que ha resistido a los plagios, pero que desde hace cinco o seis años las cosas “están saliendo de control”.

Para esta joven activista, la mejor protección se debe dar, en primer lugar, de manera comunitaria, y a partir de esta acción deben surgir los movimientos de protección y después la organización local y de la comunidad.

Al respecto, Ana Palacios, activista y fundadora de “Manos de Mar”, un proyecto autogestivo de textiles de San Mateo del Mar, expresó que el tema del plagio de textiles no es algo nuevo, y hasta “parece burla”, porque se siguen haciendo con más frecuencia.

Para Ana, las empresas han visto a los pueblos como “producto”, además de cosificación, porque no importa la identidad ni la historia que hay detrás de ellos.

Finalmente las tres coincidieron que desde la organización de los pueblos podrán lograrse los avances en la defensa de la entidad, que si bien es cierto los habitantes la practican, es necesaria una mayor unión junto con sus autoridades locales.