Unión Hidalgo, Oaxaca. “MHGUBIÑARB” e “ISTMO ROOTS” son dos empresas comunitarias y sustentables fundadas por los jóvenes zapotecas Julián Marín Marín y Alejandro Gómez Fuentes, de Unión Hidalgo, Oaxaca, quienes producen y exportan mimosa tenuiflora “Tepezcohuite” a varios estados del país, Estados Unidos, Canadá y Países Bajos.
La intención no es enriquecerse, pero sí crear una economía solidaria y sustentable con el “árbol de la vida”, como lo llama Alejandro Gómez Fuentes, que hace cinco años comenzó a comercializar el polvo de tepezcohuite.
Julián Marín Marín, por su parte, contó que a raíz de la pandemia del Covid- 19 se quedó sin empleo, y por ello decidió, junto con sus primos, iniciar la producción del polvo de tepezcohuite que se cultiva en los campos de su tierra natal.
El tepezcohuite o Guichi Buu (árbol del carbón) abunda en los campos de Unión Hidalgo, pero la intención no es extinguirlo, sino recuperarlo y aprovechar esta planta que tiene un uso medicinal importante, por que es un regenerador de piel natural.
“La gente tiraba el árbol porque creía que sólo se usaba para carbón”, explica Julián. Para su recolección, Julián recorre las llanuras y también el palmar, dos espacios naturales de su comunidad, apoyado de sus primos y campesinos de la zona colecta la corteza sin afectar al árbol.
“Decidí recoger las plantas, y lo que hacemos es extraer la corteza, secar y meterlo a un molino pequeño con el cual lo procesamos y lo vendemos”, detalló.
A través de las redes sociales, a Julián lo contactan para que venda el polvo de tepezcohuite. Sus clientes son principalmente de Estados Unidos.
“Lo que sabemos es que el tepezcohuite ayuda a la cicatrización natural y a la piel, entonces tiene mucha demanda. Esto que hacemos lo realizamos con la única intención de hacer una producción sustentable sin afectar al medio ambiente”, señaló.
En los campos de Unión Hidalgo, el Tepezcohuite abunda y ambos jóvenes han decidido aprovechar de forma respetuosa la cosecha de esta corteza, que es benévola para la piel.
“Lo usé y me regeneró la piel”: Alejandro.
Alejandro comprobó las bondades del tepezcohuite cuando sufrió un accidente. Su meta es fundar una fábrica-taller donde más gente lo produzca de forma comunitaria y se comercialice a través de la elaboración de jabones, champús y gel.
“El árbol de tepezcohuite es un regenerador de la piel”, aseveró el joven, quién al igual que Julián recorre los campos desde muy temprana hora para ir por su cosecha.
Su sueño es ser proveedor de tepezcohuite en el Istmo de Tehuantepec, por lo que busca tener una alianza con los campesinos de Niltepec, Zanatepec, La Blanca y los dos Cazaderos y Cerro Iguana, y todos los que deseen apoyarse entre ellos.
Ni Alejandro ni Julián buscan dinero, aseguran, pues producen tepezcohuite por pasión personal.
“Los productos del tepezcohuite nos pueden dar más. Por ahora es la raíz molida hasta quedar en polvo fino, es lo que hemos exportado a países como Inglaterra, Alemania y Canadá”, puntualizó Alejandro.
Lo más importante para Alejandro es reforestar el área, cuidar del árbol para que no ocurra una depredación en su terreno y. sobre todo, promover la idea de autosustentabilidad entre las personas con quienes está trabajando, especialmente los jóvenes.
De acuerdo con la Universidad de El Paso Texas, el tepezcohuite, además de confirmar su uso en polvo, también sirve para la bronquitis y tos.
