La atención que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) brinda a Marissa Mendoza, viuda de Julio César Mondragón –normalista de Ayotzinapa asesinado y desollado en Iguala, Guerrero– ha sido irregular e insuficiente, denuncia el Colectivo El Rostro de Julio.
El apoyo que esta instancia le otorga para el suministro de leche y pañales en beneficio de la niña que procreó con Julio César, le fue suspendido por más de un mes.
De septiembre de 2014 a julio de 2015, la Secretaría de Gobernación hizo llegar a Marissa el suministro de leche y pañales pactado con anterioridad. El paquete mensual le era enviado a su domicilio.
A finales de julio pasado, sin embargo, dicho apoyo fue retirado durante un mes y medio, luego de que la Segob instruyera a la CEAV para hacerse cargo del mismo.
En ese entonces, cuando la viuda de Julio César se comunicaba con el personal de la CEAV, sólo le daban largas. Le pedían que hablara en una semana o en 15 días pues el apoyo aún estaba en trámite. Éste se le restituiría entre el 14 y 30 de septiembre pasados.
Marissa, profesora de formación, trabaja 12 horas diarias para subsistir y sacar adelante a su hija que tiene poco más de 1 año de edad. “Quienes son madres y padres saben bien que los recursos otorgados por la CEAV no alcanzan”, acotan quienes integran el Colectivo El Rostro de Julio.
Foto: Clayton Con-Telesur
