Gentrificación, Turismo y Narco-cultura. Medellín

Esteban Romero* y Alfonso Insuasty Rodríguez**

Medellín se ha convertido en un ícono del crecimiento urbano y un núcleo en auge de los negocios alrededor de la ciencia, la tecnología y la innovación en América Latina. Sin embargo, este crecimiento está impulsado por un modelo neoliberal que expulsa a sus habitantes tradicionales.

En el mes de octubre de 2024 se realizó en Medellín con mucha pompa y gala “la feria más relevante de las rentas cortas y vacacionales de Suramérica” (Plaza Mayor 2024).

Este tipo de eventos chocan en una ciudad con un déficit muy alto habitacional, sumado al deterioro de las viviendas por el impacto del cambio climático que puede sobrepasar las 40 mil (Zuleta Valencia 2024) profundiza una emergencia habitación para sus habitantes.

El crecimiento de la ciudad, la cual se vende al exterior como ejemplo de transformación, está impulsado por un modelo neoliberal (Gelacio, y otros 2023) que favorece la gentrificación (Borja Bedoya, Valencia Grajales y Insuasty Rodríguez 2022), expulsando a los habitantes tradicionales.

Se promueve un modelo económico basado en la prestación de servicios, una política de vivienda delegada al sector financiero, y que ha abierto las puertas a un tipo de turismo que contribuye a la turistificación y la proliferación de actividades ilícitas como el turismo sexual y el consumo de drogas.

Eventos como Expohost denota el interés institucional de impulsar una estrategia de despojo urbano a partir proyectos de inversión privada que buscan consolidar la ciudad como un Hub de tecnología, startups y turismo que altera profundamente la realidad social de Medellín perpetuando un modelo de ciudad excluyente.

Impacto del modelo de ciudad neoliberal en la gentrificación, turistificación y los problemas sociales en Medellín

Problemas emergentes como la gentrificación y la turistificación no son daños colaterales o externalidades del modelo de ciudad neoliberal, por el contrario, son parte de su ADN.

La transformación de Medellín en un epicentro del turismo internacional, los negocios alrededor de la innovación y la creación de un Hub de startups de talla regional (Pinto Duitama 2024) son el síntoma de un proceso de transformación acelerada de la ciudad a favor de unos pocos.

Eventos como Expohost, el más importante en Sudamérica dedicado a rentas cortas y vacacionales, y la consolidación de la ciudad como un Tech Hub, siguen posicionado a Medellín como una plataforma atractiva para inversores, turistas y nómadas digitales.

La transformación urbana en Medellín ha traído consigo dinámicas que, si bien promueven el desarrollo económico y la modernización de la ciudad, también han intensificado fenómenos como la gentrificación, la turistificación y el reordenamiento criminal de los territorios. Esto ha generado un incremento en la especulación inmobiliaria y del suelo, lo que afecta gravemente el acceso a la vivienda y expulsa a las poblaciones más vulnerables hacia las periferias. En paralelo, problemáticas sociales como el turismo sexual, el abuso de menores, la trata de personas y el tráfico de drogas se han arraigado en ciertos sectores, consolidándose como formas de ingreso y subsistencia, especialmente para la juventud más desfavorecida.

Este proceso ha fortalecido el control de bandas criminales y grupos armados, muchos de los cuales son herederos del paramilitarismo. Estas organizaciones, lejos de ser estructuras aisladas, operan como una extensa y compleja red de servicios criminales en expansión, integrando tanto actividades ilícitas como mecanismos de control territorial.

Es crucial subrayar que este entramado criminal no solo representa una amenaza a la seguridad, sino que también se ha convertido en una estrategia funcional al modelo capitalista neoliberal, operando en complicidad con intereses económicos que aprovechan este caos para facilitar la especulación del suelo, la explotación laboral y la precarización de la vida en las ciudades.

Esta doble dinámica entrelazada, de desarrollo por un lado y control criminal por el otro, refuerza las desigualdades sociales, limitando las posibilidades de una verdadera transformación urbana inclusiva y equitativa.

Gentrificación: Desplazamiento de comunidades e impacto cultural

El fenómeno de la gentrificación en Medellín ha provocado el desplazamiento de las comunidades tradicionales (Caparroso 2023).

La llegada de capital extranjero, sumada al auge del turismo y el crecimiento del sector tecnológico, ha generado una alta demanda de propiedades, lo que ha disparado el precio de la vivienda, arrendamientos y de los servicios.

En los últimos tres años, el incremento promedio ha sido de 33,33% en las comunas Popular, Santa Cruz, Manrique y Aranjuez; de 21,67% en las comunas Castilla, Doce de octubre y Robledo; de 68,75% en las comunas Villa Hermosa, Buenos Aires y La Candelaria; de 55,56% en las comunas Laureles-Estadio, La América y San Javier; de 25% en la comuna Poblado y de 100% en las comunas Guayabal y Belén, de acuerdo con registros de la plataforma Aptuno, que permite arrendar viviendas en línea. (Caparroso 2023)

Esto ha resultado en el desplazamiento forzado de residentes locales, especialmente en sectores céntricos y barrios emblemáticos.

A medida que se reurbanizan áreas históricas y se construyen nuevos proyectos inmobiliarios, muchos habitantes originales se ven obligados a mudarse a zonas periféricas, lo que erosiona las raíces culturales y sociales de la ciudad. Este proceso se profundiza un gran proceso de despojo urbano como en Moravia, Chagualo, Ruta N, proyectos Rio Centro, Norte y Sur.

Este proceso también ha traído consigo una «homogeneización cultural», ya que las dinámicas locales son reemplazadas por una oferta que responde más a las necesidades de los nuevos residentes y visitantes.

Un desplazamiento y victimización que se acentúa con la expansión de mega-obras como las del Metro ligero de la 80, una gestión que viene generando más y más victimas del desarrollo.

Turistificación: Expansión del turismo sin regulación

La turistificación en Medellín ha sido otro de los efectos más notorios del modelo urbano neoliberal.

La falta de una regulación adecuada ha permitido que el sector inmobiliario se oriente cada vez más a satisfacer las necesidades del turismo, promovido por eventos como Expohost.

El enfoque en rentas cortas y vacacionales ha incentivado la transformación de barrios tradicionales en enclaves turísticos, desarraigando a las comunidades locales.

De acuerdo con datos recientes de la Secretaria de Turismo y Entretenimiento, Medellín pasó de recibir 300 mil turistas en 2010 a 1.5 millones en 2023, la mayoría de ellos provenientes de Estados Unidos, Panamá y México. Así mismo, se registró que los servicios turísticos en 2023 se prestaron solo en un 20% en establecimientos de alojamiento como hoteles y un 59% en viviendas turísticas, tanto rurales como urbanas. (Bitácora 2024)

Es este contexto lo que explica en parte el auge en la demanda de alojamientos de corta estancia, en detrimento del mercado residencial.

El crecimiento del turismo no regulado también ha exacerbado problemas como el turismo sexual y el narcotráfico, que se encuentran en el entorno descontrolado una oportunidad para expandirse.

Según investigaciones locales, la explotación ha crecido de manera preocupante en Medellín, debido a la falta de controles estrictos en sectores turísticos (Jimenez 2023).

Cultura traqueta y control territorial.

El impacto de la gentrificación y turistificación en Medellín va más allá de lo económico y cultural.

La ciudad enfrenta una creciente influencia de la cultura «traqueta», que romantiza y naturaliza el narcotráfico y el control territorial ejercido por grupos armados que, en ultimas, tiene un rol en el sostenimiento del modelo de ciudad dominante.

Esta cultura ha permeado barrios y comunas, especialmente en zonas vulnerables que sufren los efectos de la gentrificación.

La ausencia de políticas claras y eficaces que regule la expansión inmobiliaria y turística de forma inclusiva ha permitido, por ejemplo, que los «combos» —grupos articulados a la lógica paramilitar— mantengan el control sobre los territorios, exacerbando la violencia y el crimen organizado.

El narcotráfico, que se ha enraizado en la cultura popular de la ciudad, se ha visto potenciado por la llegada de turistas atraídos no solo por la oferta cultural y paisajística de la ciudad, sino también por el consumo de drogas y la explotación sexual.

Esto afecta gravemente el tejido social y la seguridad en los barrios de la ciudad, que incluso cómo los beneficios económicos de la transformación urbana no llegan a las comunidades más vulnerables.

Eventos como impulsores de la gentrificación

Eventos como Expohost y la creciente fama de Medellín como una «startup city» han acelerado el proceso de gentrificación.

Estos eventos y posicionamientos internacionales atraen capital extranjero y nacional sin una planificación urbana que contemple la inclusión de las comunidades locales.

El resultado es el despojo a los habitantes originarios de las zonas más codiciadas de la ciudad y la transformación de Medellín en un destino internacional para el turismo y el emprendimiento, pero a costa de la vida de los sectores populares.

Medellín ha sido clasificada en el octavo puesto como Tech Hub emergente en América Latina, con 15 startups creadas desde 2022 hasta el primer semestre de 2024 (Pinto Duitama 2024).

Este crecimiento ha contribuido al aumento del costo de vida y el acceso desigual a la vivienda, lo que ha marginado a las clases trabajadoras.

Este modelo de ciudad, centrado en la atracción de inversiones y capital extranjero, sin una adecuada regulación del mercado inmobiliario y de las actividades turísticas, amenaza con desdibujar la historia y cultura de Medellín, convirtiéndola en un producto para el consumo global.

Esta manera de planear la ciudad es agresiva con sus habitantes siendo un factor de violencia estructural que en nada apunta a la consolidación de una Paz Territorial Urbana.

El problema se suma a una presión con la que la ciudad carga desde hace años: las restricciones que existen en el Plan Ordenamiento Territorial para construir vivienda, con limitaciones de áreas para nuevos desarrollos, asunto que se espera sea tratado en la revisión parcial del POT en la administración actual, pero que ser hará bajo la lógica de la ciudad neoliberal.

Conclusiones y desafíos

Medellín enfrenta el reto de gestionar su crecimiento de manera inclusiva y sostenible, sin perder de vista los impactos sociales que la gentrificación, la turistificación y la cultura del narcotráfico han generado.

Para mitigar estos efectos, es crucial la implementación de políticas que regulen de manera efectiva los desarrollos inmobiliarios y turísticos, así como la protección de las comunidades locales y sus culturas.

Es necesario replantear el Plan de Ordenamiento Territorial, repensar el modelo de ciudad, ganar fuerza organizativa desde los sectores afectados para exigir una ciudad amigable con sus habitantes, respetuosa y generadora de una vida digna real.

Vale decir que en la actual alcaldía de Federico Gutierrez (2024 – 2027) se debe realizar una revisión de mediano plazo del POT, allí las comunidades deben llevar sus propuestas y exigencias, lo más seguro es que este escenario sea utilizado por el sector financiero, inmobiliario de construcción para modificar usos del suelo a favor de sus negocios privados y no para el beneficio de las comunidades, en este punto el movimiento social y popular debe estar alertas y movilizando propuestas en beneficio de las comunidades y el medio ambiente.

Sin una intervención decidida por parte de las autoridades y un replanteamiento del modelo de ciudad, Medellín corre el riesgo de convertirse en un ejemplo más de los fracasos del urbanismo neoliberal, donde el crecimiento económico y el bienestar social no van de la mano.

* Politólogo, investigador militante, integrante de Ciudad en Movimiento. Activista por los derechos de las comunidades y los pueblos. Colombia

** Docente investigador Universidad de San Buenaventura, docente cátedra maestría en ciencia, tecnología, sociedad e innovación ITM, integrante de REDIPAZ y grupo autónomo Kavilando. Contacto: alfonso.insuasty@gmail.com

Referencias.

Bitácora. Regulación de rentas cortas turísticas ante la crisis social en Medellín. 15 de abril de 2024. https://unimedios.medellin.unal.edu.co/~bitacoraun/conexion/1352-rentas-cortas.html.

Borja Bedoya , Eulalia, José Fernando Valencia Grajales, y Alfonso Insuasty Rodríguez. «¿Gentrificación o reordenamiento criminal del territorio urbano? Caso Medellín (Colombia).» Ratio Juris, 2022: 263-288.

Caparroso, José. Efecto nómada: en Medellín los arriendos están subiendo por encima de la inflación. 17 de abril de 2023. https://forbes.co/2023/04/17/editors-picks/en-medellin-los-arriendos-estan-subiendo-por-encima-de-la-inflacion.

Gelacio, Juan David, Hernán Matinez , Alfonso Insuasty Rodríguez, José Fernando Valencia Grajales, Daniela Barrera Machado, y Laura Arango. Desarrollo Urbano: Afectaciones Y Resistencias En Medellín. Medellín: UNAULA, 2023.

Jimenez, Diego. La Gentrificación: una realidad y fenómeno que está afectando a Medellín. 31 de mayo de 2023. https://radiocolombiainternacional.com/la-gentrificacion-una-realidad-y-fenomeno-que-esta-afectando-a-medellin/.

Pinto Duitama, Karen. Medellín es la octava tech hub emergente en América Latina, según ranking de Lavca. 5 de octubre de 2024. https://www.larepublica.co/globoeconomia/medellin-es-la-octava-tech-hub-emergente-en-america-latina-segun-ranking-de-lavca-3969262.

Plaza Mayor. ExpoHost. 12 de octubre de 2024. https://plazamayor.com.co/eventos/expohost/#:~:text=Expohost.%20El%20primer%20evento%20dedicado%20a%20las%20rentas%20cortas%20y.

Villamizar, Andrés. ¿Cuánto vale la rumba en Medellín? Tragos entre $6.000 y $350.000: cuadre el bolsillo. 9 de octubre de 2024. https://www.elcolombiano.com/negocios/cuanto-vele-enrumbarse-en-medellin-discotecas-de-medellin-precios-EH25558873.

Zuluaga Cometa, Hector Alejandro, y Alfonso Insuasty Rodríguez. «Paz Territorial Urbana: Retos e implicaciones en el distrito de Medellín, Colombia.» Revista El Ágora USB 24, nº 1 (2024): 13-32.

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