Ciudad de México | Desinformémonos. Las autoridades francesas lanzaron un ultimátum a los migrantes que permanecen en lo que era el campamento improvisado de Calais, al norte de Francia, para que acepten ser transferidos a centros de acogida o regresados a sus países de origen.

En lo que fue “La Jungla” de Calais, decenas de migrantes, entre los que se incluyen menores de edad no acompañados, se mantuvieron entre los escombros del asentamiento “informal” luego de que el gobierno francés diera por terminada la evacuación y desmantelamiento de lo que llegó a ser el campamento de migrantes más grandes del país, así como uno de los más poblados en Europa.

«Es la última propuesta» que les haremos, luego podrán «ser controlados y se exponen a riesgos», como el de ser detenidos y posteriormente expulsados, advirtieron las autoridades.

Este lunes el gobierno francés inició el desmantelamiento de La Jungla, denominada así por las malas condiciones sanitarias en las que más de seis mil migrantes vivían, en chozas y tiendas de campaña a orillas del Canal de la Mancha, con la esperanza de cruzar hasta Reino Unido.

A través de un folleto distribuido por voluntarios el pasado domingo, se les dio a conocer a los habitantes del campamento que “todo el mundo que vive en “La Jungla” de Calais tendrá que salir con el fin de ser protegido en uno de los centros franceses de recepción y asesoramiento”, pues el gobierno sólo dio dos opciones a los refugiados y migrantes: solicitar asilo y pasar a otra zona de Francia, o regresar a sus países de origen.

Foto: ACNUR

El desalojo comenzó con la vigilancia de por lo menos mil 500 policías antidisturbios, bajo el argumento gubernamental de que no es para presionar a los migrantes, “sino para asegurar la zona”.

Una vez que los habitantes del campamento recojan las pocas pertenencias que poseen, se dirigirán al centro de procesamiento donde serán divididos en migrantes monoparentales, familias, menores no acompañados y personas consideradas “de riesgo”, como personas mayores, enfermos o personas con discapacidad, y mujeres embarazadas. Posteriormente se les obligará a tomar la decisión sobre una de las dos opciones para su destino.

A mediados de octubre, un tribunal francés validó el desmantelamiento del campamento al rechazar un recurso presentado por 11 organizaciones de la sociedad civil a favor de los derechos de los migrantes, con el fin de exigir la cancelación del desalojo.

Las organizaciones que interpusieron el recurso indicaron que no están aseguradas las condiciones para llevar a cabo el desalojo sin que los derechos humanos de los habitantes del campamento no se vean afectados, y recalcó la preocupación sobre los más de mil 300 niños que se encuentran en la aglomeración sin ninguna compañía.

Ante esto, el tribunal aseguró que “el principio mismo del desmantelamiento del sitio de Calais no desconoce el principio de prohibición de tratamientos inhumanos y degradantes. Por el contrario, el plan apunta a poner fin a ese tipo de tratos”.

La mayoría de los migrantes que llegaron al campamento de Calais provenían de Afganistán, Eritrea y Sudán, además de otros países africanos y del Medio Oriente donde la pobreza y la violencia amenazan constantemente a la población.