Ciudad de México | Desinformémonos. La Feria de la Muñeca Lele que anunciaron el gobierno capitalino y la Secretaría de Turismo es una de las «acciones de apoyo a las comunidades indígenas que no se oponen a las políticas de gobierno», aseguró la comunidad otomí residente en la Ciudad de México, que desde el 2020 mantiene tomadas las instalaciones del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), hoy Casa de los Pueblos y las Comunidades Indígenas «Samir Flores Soberanes».

Se trata de la tercera edición de la feria, organizada por el gobierno para la venta de la tradicional muñeca Lele. Para los otomís la muñeca un símbolo «de orgullo e identidad», pues las mujeres las elaboran con telas y listones multicolores para vestirlas y peinarlas como ellas, por ello, algunas comunidades han denunciado la contradicción del gobierno que los discrimina por su origen indígena y su forma de vestir, pero organiza eventos como la feria para vender sus artesanías.

La comunidad otomí residente en la Ciudad de México, que por años ha luchado para exigir su derecho a una vivienda digna, tomó en 2020 las oficinas del INPI en Coyoacán ante la falta de atención por parte de las autoridades a sus demandas. Allí montaron un taller autónomo para elaborar las muñecas Lele, que en otomí se refiere a un bebé que no ha nacido y que por lo tanto no saben si es niño o niña.

La reivindicación de la muñeca Lele, la misma que el gobierno federal sacó a pasear por tres continentes y que ahora será expuesta en la feria a partir del 22 de diciembre, es confeccionada en el estacionamiento de la Casa de los Pueblos, donde incluso diseñaron un nuevo modelo: la muñeca Lele zapatista.

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