Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México | Desinformémonos. En el marco de un incremento de las acciones violentas hacia el pueblo yaqui durante los últimos meses, decenas de académicos demandaron un alto a la violencia en contra de la etnia de Sonora, así como el reconocimiento a su derecho al agua y al territorio.
La intensificación de la violencia en contra de la tribu ha visto en el último mes la muerte de Tomás Rojo, vocero y activista del pueblo, desaparecido el 27 de mayo, y la desaparición forzada de Lorena Valenzuela Esquer, su hermana, durante cinco días el pasado 17 de junio, así como el asesinato del defensor del agua Luis Urbano Domínguez el pasado 8 de junio. Los activistas fueron promotores de la Caravana Nacional por el Agua, la Vida, el Trabajo y el Territorio, convocada en mayo de 2015.
Los académicos reunidos en el Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones de la UNAM y de la UAM, así como la Coordinadora Agua para Todos, denunciaron la campaña de agresión “que han emprendido caciques estatales y locales acaparadores del agua aliados con el crimen organizado contra el pueblo yaqui” y demandaron el esclarecimiento de los asesinatos, la sanción de los responsables y el cese de la violencia en contra del pueblo.
Mario Luna, vocero del pueblo yaqui, advirtió en conferencia de prensa virtual con Amnistía Internacional y Serapaz que en la región sonorense de la tribu “han desaparecido decenas de jóvenes, crece la criminalización a los defensores del territorio y el agua, la violencia se ha desbordado y se vive un recrudecimiento de la represión”.
La exigencia de la comunidad académica, organizaciones sociales y pueblo en general se suman a las declaraciones de la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), que expresó su preocupación “por los graves episodios de violencia” en contra de líderes e integrantes de la tribu yaqui e hizo un llamado a las autoridades a garantizar los derechos a la libertad, paz y seguridad de la etnia, así como a investigar de manera urgente y exhaustiva los hechos y localizar a los desaparecidos.
La ONU-DH explicó que los hechos violentos ocurridos recientemente en Sonora se dan en un contexto de aumento de la violencia en los municipios de Guaymas, Empalme y Cajeme, donde se ubica el pueblo yaqui, y exigió que las autoridades en los tres niveles de gobiernos pongan fin a la violencia en la zona.
Con información de La Jornada