Ciudad de México | Desinformémonos. Nadia Murad Basee Taha, una joven yazidí de 23 años que sobrevivió al secuestro y abuso que sufrió cuando fue esclava sexual del Estado Islámico (EI), es ahora embajadora de buena voluntad de Naciones Unidas para la dignidad de los sobrevivientes del tráfico humano.

La joven iraquí llamó a hacer justicia por las víctimas de los grupos fundamentalistas islámicos, y reafirmó que el ataque en 2014 contra la comunidad yizadí debe ser reconocido como genocidio.

En agosto de ese año, el EI secuestró a Murad y la trasladó a la ciudad de Mosul, donde la violaron, vendieron y compraron en numerosas ocasiones.

«Fui usada en el modo que ellos querían usarme. Y no estaba sola», dijo Murad durante la ceremonia que tuvo lugar en Nueva York, sede central de las Naciones Unidas.

Señaló que hay al menos 3 mil 200 mujeres y niñas yazidíes que aún son víctimas del secuestro y el abuso del EI, por lo que hizo un llamado para su liberación y para llevar a los responsables ante la justicia.

«Mi temor real es que cuando el ISIS haya sido vencido, los militantes del ISIS, los terroristas del ISIS se afeiten sus barbas y caminen por las calles como si nada hubiera pasado», dijo. «No podemos permitir que eso ocurra», agregó.

Como embajadora de la buena voluntad, Murad se enfocará en incrementar la conciencia sobre la situación que atraviesan las víctimas del tráfico de personas, especialmente los refugiados, las mujeres y las niñas.

Con información de agencias