Cientos de migrantes y refugiados atrapados en el campamento de Idomeni, Grecia, continúan con las protestas para exigir que se abran las fronteras de la ruta balcánica, al mismo tiempo que se enfrentan a los rumores e información falsa que llega al campamento en Idomeni, en la frontera helena con Macedonia.

La policía intentó dispersar las protestas de los refugiados en Idomeni, donde hubo varios detenidos, incluidos voluntarios que trabajan en la zona. Varias personas del campamento formaron cadenas para evitar los roces con los antidisturbios.

El domingo, alrededor de 400 personas se congregaron en el campamento con pañuelos blancos y pancartas en las que se leía “Abran las fronteras”, y posteriormente autoridades helenas se desplegaron en la zona para evitar que los refugiados se acercaran a la valla entre Macedonia y Grecia.

«Estamos aquí hoy, y todos los días, porque no nos rendimos. Protestamos todos los días por las mujeres y los niños», dice Hana, una mujer siria. «Somos humanos y tenemos derechos, y por eso estamos aquí y seguiremos protestando hasta que se abran las fronteras», agregó.

«Todos los días tenemos nuevos rumores, estamos en un entorno donde es fácil que se propaguen porque no hay información real», explicó el portavoz de Médicos Sin Fronteras en el campamento, Jonas Hagensen, en referencia al rumor sobre la “inminente” apertura de la frontera griega con Macedonia, lo que provocó que cientos de personas se agolparan en la valle en espera de poder entrar.

Tras el incidente, la policía griega optó por cortar las carreteras de acceso al campamento, lo que retrasó la llegada del convoy humanitario con productos de primera necesidad y alimentos.

Actualmente son unas 50 mil personas las que se encuentran bloqueadas en Idomeni tras el cierre de fronteras de los países de la ruta balcánica, los cuales impiden que el flujo de refugiados que huyen de la violencia en sus naciones alcancen el centro del continente europeo.

Foto: @pmarsupia

Con información de agencias