Las principales enfermedades que los presos en Brasil padecen son Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), donde tan sólo en 2012 10 mil 847 fallecieron por VIH SIDA, de acuerdo con el informe “La salud del hombre preso” presentado por asesor nacional de Salud de la Pastoral Carcelaria, Padre Almir José Ramos.
De acuerdo con el documento, el 65.27 por ciento de las víctimas del virus fueron hombres, mientras que el 34.73 por ciento fueron mujeres.
Además de las relaciones sexuales ocurridas en los días de visita, muchos de los presos mantienen relaciones entre ellos o son sometidos sexualmente, lo que aumenta el índice de infección. Por otra parte, compartir materiales para hacer tatuajes o perforaciones y las hojas de afeitar, o la esterilización inadecuada de instrumentos médicos, son otros factores que incrementan el riesgo de contraer enfermedades.
Junto con el SIDA, las ETS más comunes son la gonorrea y la sífilis, que se manifiestan a través de verrugas, ampollas y heridas.
Asimismo, otras enfermedades como la tuberculosis y la hepatitis C son de las más frecuentes en las prisiones, provocadas en su mayoría por cuestiones antihigiénicas en las celdas, poca ventilación y sobrepoblación.
En el texto se presentan las carencias de las instalaciones penales que provocan las infecciones y padecimientos, que incluyen la hipertensión y trastornos mentales, y apunta que la mala alimentación, el sedentarismo y la falta de inversión gubernamental representan algunos de los mayores problemas que permiten el contagio.
Con información de Adital
