La condena a prisión de un joven de 22 años conocido como Marwan por mantener relaciones homosexuales, en Túnez, avivó el debate público en el tema. A finales de septiembre pasado, el propio ministro de Justicia, Mohamed Salah Ben Aissa, hizo un llamamiento público en favor de la despenalización de las relaciones entre personas del mismo sexo.

 De acuerdo con el artículo 230 del Código Penal del país africano, mismo que data de 1913, quien practique la sodomía será castigado hasta con tres años de cárcel.

 Dicho artículo sería la base de la condena de Marwan. A principios de septiembre de 2012, la policía lo citó a comparecer en relación con el asesinato de un hombre. El estudiante negó toda implicación en el crimen pero admitió, luego de las amenazas policiacas de que fue objeto, haber mantenido relaciones sexuales con la víctima.

Así, el 22 de septiembre pasado, un tribunal de Susa lo declaró culpable de Sodomía. Previo a ello, Marwan sería obligado a someterse a una exploración para establecer la “prueba” de sexo anal.

 Amnistía Internacional considera presos de conciencia a las personas detenidas exclusivamente por su orientación sexual o su identidad de género. Lamenta, asimismo, que el de Marwan no sea un caso aislado, ya que, según ha documentado, en Túnez las detenciones y procesamientos de gays, a quienes posteriormente se obliga a someterse a la exploración anal, se multiplican.

 Los grupos de activistas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) de Túnez adoptaron en seguida el caso de Marwan. Algunos han emprendido una campaña online para pedir el fin de las exploraciones anales forzadas, lo que constituye una iniciativa sin precedentes en Túnez.

Túnez, con tan sólo 10 millones de habitantes, cuenta con una gran trayectoria de vanguardia dentro de la tradición musulmana. La poligamia fue prohibida en 1957 y el aborto se legalizó en 1964. Ahí nació la primavera árabe el 17 de diciembre de 2010 y se instauró, al año siguiente, un modelo de transición democrática único en el mundo musulmán.

 A decir de Amnistía Internacional, las recientes iniciativas de apertura de un verdadero debate público sobre los derechos LGBTI permiten abrigar la esperanza de debida protección contra la violencia y la discriminación.

Con información de Amnistía Internacional