En emergencia 242 comunidades indígenas por John en la Montaña

Tlachinollan

Más de 60 representantes de diferentes comunidades de los 19 municipios de la Montaña y organizaciones indígenas dieron una conferencia de prensa cerca de las 12 del día en las instalaciones del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan para denunciar la desatención de los tres niveles de gobierno por los daños que ocasionó el huracán John en 242 comunidades indígenas. Exigieron a la gobernadora Evelyn Salgado y a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que volteen a ver a la Montaña porque desde hace 20 días los caminos están cerrados, sin servicios de luz, agua, educativos, salud y ni alimentos. Las comunidades indígenas sienten el desprecio de las autoridades y por eso demandaron incluir sus municipios en la declaratoria de desastres y un plan de reconstrucción de la Montaña.

Hasta el momento, Tlachinollan ha documentado estas 242 comunidades “que se encuentran en estado de emergencia por diferentes causas. Hay una incomunicación en las comunidades por los puentes rotos, las carreteras dañadas, los cultivos afectados, las viviendas destruidas, en fin, toda la base económica que de por sí es precaria. Estas comunidades representan [el 37 por ciento] de la Montaña, de las más de 650 comunidades que forman la región. Antes esta situación demandamos, primero, que se incorporen en la declaratoria de desastres a los municipios de la Montaña; segundo, que haya una coordinación de las diferentes dependencias federales, sobre todo las que están llamadas a atender los derechos fundamentales de la población; y tercero diseñar un plan integral de reconstrucción de los pueblos de la Montaña. Urge atender lo que requiere la gente que es alimentación, medicinas, caminos, atención para reconstrucción de la vivienda” señaló el director de Tlachinollan, Abel Barrera.

En la conferencia de prensa, además de las autoridades comunitarias y agrarias, estuvieron presentes los coordinadores de la casa de justicia de Espino Blanco de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias CRAC-PC, la Coordinadora Regional de Autoridades Agrarias en Defensa del Territorio (Craadet) y Seguridad Territorial Indígena de Tilapa (Serti).

 “Estamos preocupados en las comunidades porque no vemos movimiento de las autoridades. Estamos afectados de los cultivos de café, viviendas”, denunció Marcelino Moreno, coordinador de la casa de justicia de Espino Blanco. También agregaron en su lengua materna que se han tenido que organizar en sus comunidades para abrir paso “porque no tenemos abasto de alimentos. Hasta el momento están tres partes con rocas grandísimas y no pueden pasar camiones de Diconsa por lo menos para hacer llegar nuestra alimentación, los productos básicos. Las escuelas no están trabajando, ni los centros de salud. En los días de lluvia, por motivo de que está cerrado el camino, padeció un señor porque no había paso para trasladarlo a otro municipio donde se tenía que atender”, dijo Germán Cortés Juárez, presidente de la Craadet.

Por su parte, Félix Galeana, integrante del Serti, recordó que en el 2013 también padecieron con el huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel, y ahora la historia se repite con el huracán John porque no han recibido apoyo de las autoridades. “La Montaña la dejan hasta el último, finalmente se politizan los apoyos como pasó en 2013 con Manuel e Ingrid. Nos dividieron en lugar de juntarnos, este es mi color, yo lo apoyo, este no es mi color, no lo apoyo. Recientemente fue un funcionario estatal a Tilapa, llegó a casa de un amigo y eso no se debe hacer porque se debe llegar a la comisaría municipal, al comisariado de bienes comunales, son las autoridades que tenemos los pueblos originarios, son respetados”, reclamó Félix Galeana.

Los daños han afectado considerablemente la economía de las familias ya que destrozó sus medios de subsistencia y muchas viviendas fueron derribadas porque la mayoría de las casas son de adobe. Han sido contados los presidentes municipales que se han acercado a las comunidades, sin embargo, se requiere de esfuerzos a nivel federal. Reclamaron que el lema de Claudia Sheinbaum “es primero la zona turística, al último los indígenas. También la Montaña somos Guerrero. Hago un llamado para que puedan darle un respiro y poder amortiguar el bolsillo de los padres de familia, tenemos las escuelas utilizadas como albergue porque varias familias perdieron sus hogares, varias familias no tienen cómo cubrirse del frío. Hacemos el llamado urgente porque nos están golpeando económicamente, nos está golpeando educativamente este fenómeno natural que nos acaba de suceder. Por eso hago un llamado a la presidenta y a la gobernadora para que nos voltee a ver porque como Montaña también somos Guerrero. Acatepec también es Guerrero”, señaló Diderot, representante del municipio de Acatepec.

Los representantes de los municipios como Nicolás Castro Mendoza, de Zapotitlán Tablas, y Abel González Cabrera, de Copanatoyac mencionaron las afectaciones que han tenido sus comunidades y exigieron el apoyo a la gobernadora del estado, Evelyn Salgado, y a la presidenta de la república, Claudia Sheinbaum, “que volteen a vernos como campesinos de los pueblos originarios porque nuestras cosechas, nuestras viviendas, nuestras carreteras fueron dañadas por el reciente huracán John. Les pedimos como pueblos que envíen sus representantes para que verifiquen los daños”.

A pesar de que se han organizado para abrir caminos, algunas comunidades todavía están incomunicadas debido a los ríos crecidos y los derrumbes que han tapado las brechas, como es el caso de Vicente Guerrero, El Paraíso, Buena Vista, Llano de Nopal y Laguna Yucutuni, del municipio de Metlatónoc. Fidel Mendoza Peñaloza, representante de Metlatónoc, pidió a la gobernadora y a la presidenta de México que atienda estas comunidades con urgencia porque están escasos de víveres, “hay maíz, pero necesitamos transporte porque son 10 kilómetros desde el entronque del kilómetro 34 de la carretera Tlapa-Metlatónoc a Vicente Guerrero. Además, ya fallecieron tres señoras por no poderse trasladar a recibir su curación en el hospital de Tlapa, a medio camino se regresaban porque cargar personas es fuerte, se venían moviendo, se venía azotando con las piedras, vuelta y vamos para atrás”.

María Estela Espinoza, enfermera de Tlacoapa, habló por todas las mujeres indígenas de la Montaña, madres de familia que no tienen productos de la canasta básica para alimentar a sus familias. “Solicitamos la pronta atención para que puedan ingresar camiones de la tienda Diconsa, camiones particulares para llevar despensa a nuestras comunidades. Como mujeres estamos desesperadas porque hay comunidades sin luz aún en esta fecha por los postes caídos, y los alimentos se echan a perder. Nos preocupa la salud de nuestros hijos, el único hospital que atiende este municipio. Como decía en mi lengua, soy enfermera, se está cayendo, es una coladera el hospital. Nos entregaron este hospital en el 2021, está funcionando y dando su servicio en lo que puede, pero es un riesgo trabajar en este lugar porque en cualquier lugar se puede caer un cajón tanto al personal como a los pacientes. Es una preocupación seguir trabajando así, seguir recibiendo una atención”.

“Solicitamos un muro de contención en la colonia Entre Dos Ríos y El Progreso, porque en el 2013 hicieron un muro de aproximadamente 500 metros, protegiendo solamente al centro de la población ya que ahí se encuentra el cementerio y con estas lluvias cayeron varios cuerpos que se encuentran sobre las calles. Las mujeres de Tlacoapa valemos. Queremos nuestro muro y un puente vehicular porque no podemos transportar nuestros alimentos, no podemos cruzar el río que creció muchísimo, como en el 2013. Afortunadamente ya no se llevó gente, pero sí quedó desbordado el río, con cada lluvia que cae nuevamente se sigue cayendo la tierra tanto en esta colonia como en todas las que estamos en la orilla del río”, dijo la enfermera María Estela.

Por su parte, Martín Rosales, ex coordinador de la casa de justicia de Espino Blanco y representante de Totomixtlahuaca, municipio de Tlacoapa, expuso que los municipios de la Montaña no están contemplados en la declaratoria de desastres. “Seguimos fuera del reflector de los gobiernos, principalmente estatal y nacional, a pesar de que se acaba de aprobar la reforma constitucional de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, y se nos reconoce como sujetos de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio. Está solamente escrito en el papel porque en los hechos seguimos en un olvido histórico. Hemos sido invisibilizados y seguimos de la misma manera. Pareciera que los pueblos y comunidades de la Montaña no importamos, como que hay una línea que nos separa entre aquellos que sí importan y los que no importamos”.

El ex coordinador de la CRAC-PC mencionó que la preocupación es para todo el estado de Guerrero, sin embargo, “la exigencia a las autoridades es que la atención sea equitativa, no puede generarse solamente la atención a un área y el abandono total en áreas como la Montaña. Pedimos ser tratados verdaderamente como sujetos de derecho público, no sólo en el papel, sino en la práctica, en los hechos. Hacemos el llamado al gobierno del estado y al gobierno federal, que verdaderamente traten como sujetos de derecho público a todas las personas. Que se abra un espacio de comunicación directa a través de las autoridades presentes con el gobierno del estado y el gobierno federal para que, en esa ruta, se pueda trazar un plan de atención incluyente a la región de la Montaña”.

“Vemos por otra parte una descoordinación de las diferentes dependencias de gobierno. Los presidentes apenas están haciendo los diagnósticos y en lugar de ir se repliegan, se esconden porque dicen no tengo respuesta, pero ese es el problema, la ausencia de respuestas. Tampoco han informado los comités de Protección Civil para pedir que se declare al municipio en desastre para acceder a los recursos federales. Ahorita lo que quisiéramos con la reforma indígena y afromexicana se les atienda a las comunidades y se les haga llegar los recursos directamente a través de los comisarios, de los delegados, como está sucediendo con este modelo de apoyo a través de los caminos artesanales. Los pueblos están demostrando que hay capacidad para el ejercicio. La gente trabaja, está abriendo los caminos, está organizándose, las mujeres con sus carretillas y botes cargando el lodo para hacerlo a un lado, y los hombres con sus picos y palas. La gente tiene una cultura de resistencia, pero eso no quiere decir que va a cargar la desatención de las autoridades, de los tres niveles de gobierno, no se le puede seguir cargando a los pueblos el olvido, la desatención, el trato discriminatorio y la falta de presupuesto”, señaló el director de Tlachinollan.

Publicado originalmente en Tlachinollan

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