Cientos de stands, de lectores, de libros, de gafas, de quevedos, de música, de cultura, y Eduardo Galeano. La partida del maestro uruguayo de las letras el pasado 13 de abril estuvo presente en uno de los eventos literarios más importantes y céntricos del Distrito Federal: la Feria Internacional del Libro.

El autor de las “Las venas abiertas de América Latina” o “El futbol a sol y sombra”, no solo se le rindió tributo en el foro más grande  de la feria, sino que la editorial Siglo XXI quiso empezar la semana con una plática con dos buenos conocedores de su obra y esencia: el escritor Gilberto Prado Galán y la periodista y directora de Desinformémonos, Gloria Muñoz.

Fue en el foro bautizado como Eraclio Zepeda donde los dos invitados charlaron de la obra de Galeano y del impacto que ha tenido en su trabajo. La primera en romper el hielo fue Gloria Muñoz. «Migrantes, indígenas, campesinos, obreros… Los nadies, como los nombra Galeano, son el corazón del proyecto de comunicación Desinformémonos; de aquí viene la inspiración», explica la reportera, quien resaltó que la sección del proyecto comunicativo denominada como Los Nadies, nace inspirada de las letras del periodista de Montevideo.

La sección de Los Nadies retrata la vida e historia de personajes que nunca reciben los focos de atención, pero que llevan una lucha diaria contra las injusticias y las inclemencias del sistema. Resistencia por vivir con dignidad. Relatos que dan coraje y fuerza de individuos que nos los podemos cruzar todos los días, pero cuyo valor y trayectoria son únicos.

Comenta Muñoz, que cuando asesinaron al maestro zapatista Galeano en mayo de 2014 por parte de unos paramilitares en Chiapas, el tocayo y escritor le escribió: “Ojalá no haya muerto en vano ese otro Galeano, yo lo continuaré de todos modos”.

Después le tocó el turno al escritor coahuilense Gilberto Prado Galán, quien repitió el palíndromo que le dedicó a Galeano durante el homenaje que se le realizó en la Universidad Autónoma Nacional de México: “Romano caro Galeano, dona el Ágora con amor».

Ante una audiencia de más de 50 personas, las palabras y obra del intelectual americano estuvieron presentes, y sobre todo su herencia e impacto en la sociedad, que aunque intangible, sigue vigente en las miradas y pensamientos de esos nadies de los que tanto le gustaba escribir.