Marisela Velásquez y María Guadalupe viven la cuarentena con escasos cien pesos al día en la colonia Juqiilita de Juchitán Oaxaca , con ese dinero tienen que mantener a sus cuatro hijos, porque sus ventas de comida han caído, la nueva normalidad es que serán más pobres y continuaran viviendo en sus casas construidas de lamina en donde padecen frío y lluvia.
En esta alcaldía donde habitan cerca de 90 mil habitantes, existen un aproximado de de 150 colonias populares donde la mayoría vive del empleo informal, de las ventas casa por casa y del servicio de mototaxi.
Las dos mujeres y sus familias han pasado la cuarentena en espacios no seguros, y con recursos a medias porque no hay ventas, la gente no quiere comprarles e inclusive han cerrado negocios.
“Todo está cerrado, nos dicen que no salgamos, pero entonces de qué vamos a vivir, eso es imposible, en mi caso he elaborado mis paneas y se venden muy pocos, los clientes dicen que no hay dinero, que no tienen de donde sacarlo, entonces todo se queda y eso es perdida”.
Elsa que tiene cuatro hijos, la mayor de 15 años de edad interrumpirá sus estudios de preparatoria por la falta de ingresos y se pondrá a trabajar.
Eso la pone triste, pero no tiene otra opción, para la inscripción en alguna preparatoria los costos son altos y con lo que obtiene de sus ventas gana para vivir al día, si no trabaja, no come.
“Mi hija es de buenas calificaciones, pero no tengo para mandarla a una preparatoria, entonces hemos pensado que lo mejor es que se ponga a trabajar un año, que junte para su inscripción y después a estudiar, yo si quiero que sea una profesionista, y ella también lo anhela”.
Frijol, arroz , lenteja y tortillas de nixtamal son su dieta diaria, en su hogar no se come carne mucho menos frutas o verduras, porque no alcanza el dinero que obtiene de sus ventas.
Tampoco recibe beneficios del gobierno federal a través de sus programas y como no tiene acceso a internet, desconoce como recibir el apoyo o que tramites realizar.
María Guadalupe, tampoco tiene un hogar seguro, sus cuatro hijos entre ellos el más pequeño de 2 años duermen en un solo cuarto construido con tablas de madera y techo de lamina , en donde habilitó su cocina, su sala y sus camas.
La pandemia la resiente fuertemente por que su esposo que se dedica a prestar el servicio de transporte publico de mototaxi no ha traído ingresos a su hogar, antes de la pandemia ganaba entre 250 a 300 pesos por día , ahora escasamente obtiene 100 pesos al día.
“Ahora resentimos aún más la falta de dinero, sí antes no teníamos, ahora definitivamente el recurso económico se ha escaseado”.
En el 2017 con el terremoto que afectó cerca de 14 mil viviendas en el municipio de Juchitán , la casa de María Guadalupe se colapsó, por lo que construyó una provisional, pero fue defraudada por una constructora, quién abusivamente se llevó su tarjeta de apoyo de 120 mil pesos.
“No tengo casa y la pequeña que hicimos no tiene las condiciones para vivir, pero no tenemos otra opción, y ahora que no hay pasajeros , no hay ingresos, sí estamos preocupados, por que estamos atravesando esta cuarentena con recursos escasos, todo está caro también en los productos, entonces hay una impotencia grande para poder sobrevivir”.
Elsa Vásquez Gómez, coordinadora de la colonia Juquilita explicó son 75 familias las que habitan en este lugar pero casi el cien por ciento vive del empleo informal y se ha reflejado ahora en la cuarentena porque no hay ingresos.
En esta colonia hay agua y luz eléctrica, pero aun no gozan de drenaje y tampoco calles pavimentadas, el servicio a internet es nulo y tampoco tienen televisión.
Publicado originalmente en IstmoPress
