Comunidad Yfanet (Grecia): 20 años resistiendo y creando

Raúl Zibechi

Fotos: Yfanet y Raúl Zibechi

“Yfanet es bastante importante en Salónica, ya que es una okupa de hace 20 años. Pero no representa a todo el movimiento. Ha tenido cambios durante todos estos años. La crisis de 2010-12 y las intensas luchas sociales han hecho que mucha gente se acerque a la realidad. En la mente de la gente del movimiento, Yfanet está relacionado sobre todo con la lucha contra el nacionalismo griego1” asegura Nikos Nikolaides, un veterano militante de las causas sociales de Grecia.

Yfanet fue una enorme fábrica textil donde trabajaban unas 900 mujeres que dejó de funcionar en 1967. El espacio fue ocupado por cientos de personas mediante decisiones colectivas el 20 de marzo de 2004 y abierto en la ciudad después de 36 años de abandono.

Los colectivos y personas que ocuparon el espacio, de 19.500 metros cuadrados, participaron en todas las luchas de comienzos de este siglo, en particular en el levantamiento de diciembre de 2008 (a raíz de la muerte, por el disparo de un policía, de un adolescente de 15 años llamado Alexandros Grigorópulos) junto con miles de personas de los barrios populares.

Durante las “luchas contra la austeridad” (2010-2012) que impusieron el gobierno derechista y la Unión Europea, participaron en asambleas vecinales que surgieron junto al “movimiento de las plazas” y trataron de impedir la aplicación de leyes de austeridad mediante el rechazo al pago del agua, bloqueo de los costos hospitalarios y otros.

En 2011 los ocupantes de Yfanet apoyaron la huelga de hambre de 300 trabajadores inmigrantes para ser legalizados y de fueron parte de la lucha contra la construcción de minas de oro en Halkidiki. En su portal, destacan que en los últimos años “centramos nuestra acción contra la política antiinmigración del Estado (ilegalización, devoluciones, centros de detención) y tratamos de poner barreras al ascenso del nacionalismo griego”. En el interior de la ocupación, se formaron muchas asambleas en torno la opresión de género, las relaciones laborales precarias, la gentrificación de la ciudad y el turismo de masas.

Autonomía y organización

La fábrica ocupada realiza multitud de actividades sociales y culturales como conciertos, representaciones teatrales, festivales, proyecciones, presentaciones de libros, cocinas colectivas, asambleas de los movimientos.

Una lista de las actividades realizadas en los primeros años, que han registrado puntualmente, revela que se hicieron un promedio de dos o tres cada mes, según las temporadas y la realidad política del momento. Yfanet está abierta a los movimientos y a las más diversas actividades, lo que ha colocado la ocupación como referencia ineludible de la resistencia al sistema.

En las conversaciones con miembros de la ocupación, surge que el núcleo permanente está formado por unas 60 personas, pero son más de cien las que participan activamente en la cotidianeidad de Yfanet. Uno de ellos, Lazaros Il., explica que funcionan once colectivos en la ocupación: el colectivo Yfanet que es la asamblea política; la biblioteca y librería; el archivo; el parque de bicicletas BMX; el cine; el estudio de música; el colectivo que organiza conciertos de bricolaje punk; el “Submarino” un colectivo sobre creatividad y arte; el grupo de poesía; el de huerta; fotografía y “el colectivo de vivienda que también funciona como lugar de acogida de los compañeros que nos visitan”.

Lazaros continúa explicando la organización interna: “Todas estas personas junto con algunos camaradas individuales constituyen la Comunidad de Yfanet» que es la asamblea que se realiza una vez al mes y discute los temas de la ocupación, algunas acciones políticas y publica una revista”. Destaca que se financian con lo que recaudan en los conciertos y con los aportes de los miembros de la comunidad y que “para publicar nuestros libros contamos con un fondo independiente que se financia con las ventas anteriores. Todo en Yfanet, desde las cervezas hasta los libros, se vende con donación gratuita. Lo que significa que no ponemos precio, sino que cada uno es libre de dar todo lo que quiera o pueda permitirse”.

Un buen ejemplo de la autoorganización y la solidaridad, son las obras que hicieron para reparar un edificio que tiene más de un siglo. Si no tomaban ese camino, estaba en riesgo la continuidad del proyecto ya que Yfanet fue comprada por el Ministerio de Cultura al Banco Nacional y declarada monumento del patrimonio industrial. El desalojo siempre es posible, porque el capital privado anhela demolerlo para seguir con la gentrificación de la ciudad.

En ese marco, decidieron que “las obras de mantenimiento del edificio adquieren un contenido político” para no darle ventajas al Estado y al capital. En marzo de 2022 recaudaron miles de euros y comenzaron las obras de mantenimiento de la estructura, con apoyo de obreros de la construcción, ingenieros y arquitectos compañeros.

Recambio generacional y de género

En las actividades dentro de la ocupación puede observarse una gran cantidad de jóvenes y de mujeres. Pero fue un proceso largo de afirmación de los movimientos italianos, según relata Nikos. “En Grecia, en los años 90 y hasta la revuelta de diciembre de 2008, todo el mundo intentaba copiar algo del extranjero: el movimiento okupa de los años 70, la autonomía italiana, la autonomía alemana, el anarquismo insurreccional, el anarcosindicalismo clásico, los situacionistas, el anarco-punk…”.

Cuando la izquierda llegó al gobierno, Syriza en 2015, la esperanza fue tan grande como la posterior decepción, “cuando SYRIZA se convirtió en un partido neoliberal”. Sigue Nikos con su estilete: “Después de dos años “fáciles” (2008-2010), pasamos 14 años muy duros para el movimiento. Este fue un período de juicio: desaparecerías si no fueras resiliente, si no tuvieras algo que ofrecer, si no tuvieras buenas dinámicas internas y perspectivas de autoorganización. Entonces, si Yfanet logró mantenerse fuerte, ¡obviamente vale algo! En general, muchos colectivos que lograron madurar salieron fortalecidos. Colectivos que no estaban conectados con la política electoral, que tenían buenas dinámicas de género, que estaban presentes en muchas luchas sociales, que podían discutir de buena fe y con respeto con diferentes opiniones dentro del movimiento, que no adoraban la violencia pero no se alejaron de situaciones donde había violencia, que trataron de tener coherencia entre palabras y acciones”.

En su opinión, que al parece es sentido común en las personas organizadas abajo y a la izquierda “Yfanet cumple con esos criterios y afortunadamente muchos más colectivos en el movimiento. No hacen todo de la misma manera, muchas veces no están de acuerdo, pero todos estos colectivos han llegado a la misma conclusión: lo más preciado que tenemos somos los unos a los otros”.

Link a la película sobre la ocupación: https://www.youtube.com/watch?v=32RnWdM5hZg

1 El nacionalismo griego y en los Balcanes es muy diferente del latinoamericano, ya que está vinculado a una identidad excluyente de las diferencias y supremacista que a menudo provoca limpiezas étnicas. Esa ideología impuso el capitalismo y el saqueo neoliberal en los Balcanes y la explotación de los migrantes albaneses en Grecia.

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de internacional  

Dejar una Respuesta