Foto: Néstor Tzuc Pech.

En Yucatán, estudiantes UNAM repudian el feminicidio y la actitud misógina, contraria a cualquier ética y objetividad profesional, con la que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ) dio a conocer información irrelevante para la investigación de los hechos en el caso del asesinato de Lesvy Berlín Rivera Osorio en Ciudad Universitaria el pasado 3 de mayo.

En un comunicado, la comunidad universitaria de la UNAM en Yucatán señala: «nada es razón para que alguien tenga el derecho de decidir cuándo y cómo debemos vivir. Exigimos una vida libre de violencia, por que vivas y libres nos queremos».

Aquí el texto completo del comunicado: 

El día miércoles 3 de mayo del presente año, aproximadamente a las 7 de la mañana, una mujer de aproximadamente 22 años fue encontrada sin vida en las instalaciones de Ciudad Universitaria. Su cuerpo estaba suspendido con un cable telefónico atado al cuello, en una caseta telefónica que se encuentra entre la Facultad de Química y el Instituto de Ingeniería en Ciudad Universitaria. Hasta hoy no sabemos su nombre completo, sólo que se llamaba Lesby, pero sí sabemos que es una víctima más de la violencia feminicida que impera en este país y que exhibe que todas las mujeres de todas las edades, sin importar condición social, estamos expuestas al machismo, violencia y estigmatización de una sociedad y de unas autoridades que siguen minimizando una situación que alcanza ya tintes de epidemia. Ni siquiera en lugares supuestamente seguros como lo debería ser Ciudad Universitaria, el principal campus de la Universidad más importante de México, las mujeres podemos sentirnos a salvo.

Frente a esta situación repudiamos no sólo el feminicidio en sí, sino la actitud misógina y contraria a cualquier ética y objetividad profesional con la que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México ha dado a conocer las primeras informaciones de la investigación. La vida de Lesby fue expuesta públicamente de una manera que violó su privacidad y, lo más grave, que pareciera justificar el feminicidio del cuál fue víctima. Lo anterior representa una grave violación a los derechos humanos de Lesby y sus familiares y genera un mensaje a la sociedad de que si tienes determinadas actitudes socialmente no aceptables, eres responsable de tu propio feminicidio. Le recordamos a la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México que, en este país, los responsables del feminicidio y los distintos tipos de violencia contra la mujer, son la impunidad y la misoginia que parecen perpetuarse en esta sociedad, incluso en las instituciones que deberían ser las principales encargadas de combatirla.

También recordamos. No es el primer caso que involucra violencia feminicida contra las mujeres al interior de la Máxima casa de estudios. En septiembre de 2010, Adriana Morlett, estudiante de Arquitectura de la UNAM, desapareció después de haber ido a la biblioteca Central de Ciudad Universitaria. Su cuerpo fue encontrado meses después en la carretera México-Ajusco.

Frente a este nuevo feminicidio, las y los integrantes de la comunidad universitaria de la UNAM en la ciudad de Mérida, exigimos a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México:

a) Una investigación seria e imparcial, que desde los más altos estándares y protocolos de investigación sobre feminicidio, dé con los responsables de este grave hecho de violencia de género, estableciendo las causas y motivos del mismo y solicitando adecuadas medidas de reparación moral y material para sus familiares. Queremos la verdad histórica de los hechos.

b) Una disculpa pública y la sanción para los responsables de haber filtrado los datos de la vida privada de Lesby y haberla puesto como responsable de su propio feminicidio a partir de su estilo de vida.

Exigimos a las autoridades de la UNAM:

a) Coadyuve en las investigaciones que se realicen, garantizando en todo momento que las mismas se apeguen a los estándares en materia de investigación de feminicidios y evitando re victimizar la memoria de Lesby.

b) Establecer las medidas y protocolos necesarios para garantizar la seguridad de las mujeres que por distintas razones asisten o utilizan los espacios de la Máxima casa de estudios. Exigimos medidas preventivas, información y espacios seguros sin que esto represente militarizar las instalaciones de la UNAM. La prevención debe ser construida junto con la comunidad universitaria.

Finalmente reiteramos: somos putas, lesbianas, estudiantes, alcohólicas, meseras, académicas, sexoservidoras, madres, amas de casa, profesionistas, monjas, drogadictas, promiscuas, abstemias, desempleadas, bisexuales, y ninguna de esas características, ni ninguna otra, es razón para que alguien tenga el derecho de decidir cuándo y cómo debemos vivir. Exigimos una vida libre de violencia, por que vivas y libres nos queremos.

Mérida Yucatán a 5 de mayo de 2017

vía: Indignación A.C.