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Colombia: 70 por ciento de la deforestación de 2018 ocurrió en la Amazonía

Antonio José Paz Cardona

Durante los primeros seis meses de este año mucho se habló sobre la cifra de deforestación en Colombia durante el 2018. Se esperaban noticias negativas. El mismo Ministerio de Ambiente había dicho que, dentro de sus proyecciones, esperaba una pérdida entre 240 000 y 260 000 hectáreas de bosque, es decir, un incremento entre el 9 y el 18% comparado con el 2017 cuando la cifra se ubicó en 219 973 hectáreas deforestadas.

Incluso, algunas organizaciones y expertos en el tema indicaban que la deforestación del año pasado rondaría las 300 000 hectáreas. El pasado 10 de julio la espera y expectativa acabaron y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) dio a conocer la cifra oficial de deforestación en 2018, la cual se ubicó en 197 159 hectáreas. El número sorprendió pues resultó ser menor al del 2017, mostrando una reducción del 10%.

Sin embargo, esta tendencia debe ser vista con cuidado a pesar de que algunos departamentos y municipios desaceleraron sus tasas de deforestación. Por ejemplo, el municipio de San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá, perdió 19 652 hectáreas de bosque, 7000 menos que en 2017 y aún así esto indica que el 10% de todo lo que perdió Colombia sucedió en este lugar. Además, también aparecieron nuevos núcleos de deforestación.

Los nueve núcleos de deforestación

Durante 2018 se identificaron nueve núcleos de deforestación. El principal está en las sabanas del Yarí y el bajo Caguán, en los municipios de San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá, en el departamento de Caquetá. El segundo se ubica en el norte del departamento de Guaviare, en límites con los departamentos de Meta y Vichada. El tercero está en el sur del Meta, asociado principalmente a municipios como Uribe, Mesetas y Vista Hermosa. El cuarto foco está en Putumayo, principalmente en las riberas del río Caquetá, en municipios como Puerto Guzmán y Puerto Leguízamo.

Cuadro A1. Sobrevuelo en el Parque Nacional Chiribiquete. Foto: Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).
Sobrevuelo en el Parque Nacional Chiribiquete. Foto: Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).

El quinto núcleo se ubica en el municipio de Mapiripán, Meta; mientras que el sexto se encuentra en la serranía de San Lucas, en el nororiente del departamento de Antioquia y el sur del departamento de Bolívar. El séptimo punto alarmante de deforestación se ubica en la compleja zona de conflicto armado de Catatumbo, específicamente en los municipios de Tibú, Sardinata y El Tarra, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela. Finalmente, el octavo núcleo está en las selvas del Sarare —bosques de galería e inundables— en el departamento de Arauca y el último en la frontera con Panamá e inmediaciones del municipio de Riosucio en el departamento de Chocó.

De los nueve núcleos, cinco se encuentran en la Amazonía colombiana y según el reporte oficial ‘Monitoreo de la Deforestación 2018’ entregado por el IDEAM y el Ministerio del Ambiente, “el 70,1% de la deforestación del año 2018 ocurrió en la región de la Amazonía. En 2017 acumuló el 65,5%”, es decir, un incremento de casi el 5%.

Edersson Cabrera, coordinador del grupo de Monitoreo de Bosques del Ideam, asegura que la praderización es el principal motor de deforestación y se asocia a la conversión de bosque tropical hacia nuevas áreas dedicadas a pastos que “pueden tener o no cabezas de ganado, pero están siendo utilizadas como medio para la usurpación de tierras del Estado y el acaparamiento baldíos”. Según el experto, el segundo generador de pérdida de bosque en Colombia son los cultivos de uso ilícito, ya sea de manera directa e indirecta. En tercer lugar están las malas prácticas de ganadería extensiva “donde menos de una cabeza de ganado está siendo alimentada en una hectárea producto de la deforestación, un modelo que no es productivo”, comenta Cabrera.

En el listado de causas de la deforestación siguen la extracción ilícita de minerales  —principalmente en el nororiente antioqueño, el sur de Bolívar y el Pacífico colombiano—,la ampliación de la frontera agrícola no permitida y la infraestructura de transporte sin los permisos requeridos; algo que Cabrera asocia con una proliferación de accesos terrestres sin licenciamiento ambiental y que no están dentro de la política de infraestructura del país.

Cuadro A2. Sobrevuelo en el Parque Nacional Chiribiquete. Foto: Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).
Sobrevuelo en el Parque Nacional Chiribiquete. Foto: Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).

El ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, dice que “la deforestación también está ligada a delitos como el tráfico de fauna y flora y de madera”, y añadió que “en Colombia nos falta insistir permanentemente sobre las acciones de legalidad. La gente no entiende que tenemos un código penal donde existen los crímenes ambientales. Por primera vez en un gobierno se determinó que la pérdida de agua, bosque y biodiversidad ponen en riesgo la seguridad de este país”.

La Amazonía sigue siendo la más deforestada

De acuerdo con los resultados del reporte “se presenta una disminución en la deforestación en la región de la Amazonía con respecto a lo reportado para 2017. La deforestación disminuyó en 5 971 hectáreas”.

Es en este punto donde las cifras se tornan un poco confusas. Por ejemplo, en 2017 se perdieron 144 000 hectáreas de bosque en la Amazonía, mientras que en 2018 la cifra bajó a 138 176. Aún así, la proporción de bosque deforestado en esta región, en comparación con Caribe, Andes, Orinoquía y Pacífico, aumentó y pasó del 65,5% al 70,1%. Esto se debe a que Andes, Caribe y Pacífico también tuvieron una desaceleración en la deforestación.

Por otro lado, Caquetá y Guaviare —que han sido los departamentos con las tasas más altas—, redujeron su deforestación pero siguen manteniéndose en los puestos 1 y 3 de los más deforestados.

“Caquetá ha reportado los mayores niveles de deforestación en los últimos 28 años y en este reporte sigue siendo así. Sin embargo, identificamos una reducción de 13 000 hectáreas en los municipios de San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá”, afirma Edersson Cabrera.

En abril de 2018 una operación militar permitió capturar a 3 personas que deforestaban en el Parque Tinigua. También se incautaron varias motosierras. Foto: Cormacarena.
En abril de 2018 una operación militar permitió capturar a 3 personas que deforestaban en el Parque Tinigua. También se incautaron varias motosierras. Foto: Cormacarena.

La mala noticia para la región es que el sur del departamento del Meta tuvo un aumento en pérdida de bosque y es el segundo departamento más deforestado del país después de Caquetá. Según dice Cabrera, municipios como La Macarena, Uribe, Mesetas y Mapiripán vienen con aumento de la deforestación. “Respecto a 2017, el departamento tuvo un aumento de cerca de 8000 hectáreas deforestadas. El municipio de La Macarena fue el que más incrementó su deforestación en todo el país (26%)”.

Lo anterior también se refleja en la grave situación que enfrentan los Parques Nacionales Sierra de La Macarena, Picachos y Tinigua. Este último es el más alarmante pues pasó de 4000 hectáreas deforestadas en 2017 a 10 471 en 2018.

El departamento de Putumayo, al sur de la Amazonía colombiana, también aportó este año dos municipios a los más deforestados del país: Puerto Guzmán y Puerto Leguízamo

Desaceleración en cuatro regiones e incremento en una

La Orinoquía fue la única región que aumentó sus tasas de deforestación. “Presentó aumentos a pesar de que es una de las regiones que menos bosque tiene. Su deforestación en 2018 fue de 12 073 hectáreas, 2120 más que en 2017. Los principales núcleos están ubicados en las selvas del Sarare en Arauca y sectores del municipio de Cumaribo en el departamento de Vichada”, comenta Edersson Cabrera.

En los Andes la deforestación en 2018 fue de 28 089 hectáreas y en 2017 de 36 745; se redujo en 8656 hectáreas. Según el reporte del IDEAM, los departamentos de Cauca, Nariño y Antioquia que tenían una tendencia al alza vienen ahora en control y con reducciones importantes. Sin embargo, en la región del Catatumbo, en la cordillera oriental, los municipios de El Tarra Tibú y Sardinata continúan con un incremento en la deforestación.

Así lucen enormes terrenos dentro del Parque Nacional Tinigua en el departamento del Meta. Foto: Cormacarena.
Así lucen enormes terrenos dentro del Parque Nacional Tinigua en el departamento del Meta. Foto: Cormacarena.

Por su parte, el Caribe acumula el 2,8% de la superficie de bosque del país y posee relictos importantes de bosque en la Sierra Nevada de Santa Marta, los Montes de María, la parte baja de la Serranía del Perijá y las partes bajas de los ríos Cauca y Nechí. En el Caribe se deforestaron 11 367 hectáreas, 4288 menos que en 2017. Los expertos hacen un llamado a controlar la pérdida de bosque en esta región pues allí sobrevive buena parte del bosque seco tropical del que apenas queda un 8% en Colombia.

En el Pacífico colombiano también hubo una reducción en la deforestación. En 2018 se registraron 7454 hectáreas deforestadas cuando en 2017 la cifra superaba las 13 000. Los focos principales están en la frontera con Panamá y en el municipio de Riosucio, Chocó; mientras que la parte Pacífica de los departamentos de Valle y Nariño y el sur del Chocó presentan reducciones.

Confusión en las cifras

“En 2017 recibimos la cifra de 220 000 hectáreas deforestadas. Nuestro modelo de predicción nos mostraba que en el 2018 tendríamos una deforestación de 260 000 hectáreas si no tomábamos acciones concretas. La media nos decía 240 000 pero la redujimos en un 17%, es decir, pasamos a 197 000 hectáreas deforestadas en 2018. Se evitaron más de 40 000 hectáreas de bosque natural deforestado”, dijo el ministro Lozano.

Esta afirmación, donde se menciona una reducción del 17% en la deforestación, fue la que generó confusión y la cifra fue utilizada por algunos sin tener en cuenta que hacía referencia a una reducción respecto a lo proyectado por el Ministerio de Ambiente —esperaban entre 240 000 y 260 000 hectáreas de deforestación—. En otras palabras, no era la cifra real.

La verdadera disminución de la deforestación fue de 10% entre 2017 (219 973 hectáreas perdidas) y 2018 (197 159 hectáreas perdidas).

*Imagen principal: Cormacarena.

Publicado originalmente en Mongabay

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