Chilapa, 27 de noviembre. El miércoles 26 de noviembre volvió el miedo a esta localidad, tras un nuevo enfrentamiento entre dos grupos de civiles armados que puso nuevamente en zozobra a la población de este municipio. Los pobladores volvían apenas a su rutina cotidiana: las escuelas, los comercios, el servicio colectivo, luego de meses de pánico frente a una cadena de violencia en la cabecera municipal que inició los días 8, 9 y 10 de julio.

Once cuerpos decapitados

Este miércoles, nuevamente el miedo caló en la población. En las inmediaciones de la ciudad se escucharon detonaciones de armas de fuego. En un comunicado en el portal de Facebook del gobierno municipal se informó “la Secretaría de Seguridad Pública informa que el día de ayer entre la 17 y 17:30 horas se suscitó un enfrentamiento entre grupos armados antagónicos cerca de la comunidad de El Paraíso, donde personal militar y de la policía municipal detuvieron a un individuo armado, en las inmediaciones del mismo lugar fue localizada un arma de alto poder, varios cargadores, diversos cartuchos útiles y dos granadas de fusil, no se encontraron personas muertas o heridas, la ciudad de Chilapa estuvo patrullada por personal militar y policías sin registrarse enfrentamientos”.

En conferencia de presa, el Secretario de Seguridad Públicoa de Chilapa, en compañía del presidente municipal Francisco García González, informó que tras los hechos originados el día anterior, una llamada al 066 comunicó el hallazgo de 11 cuerpos decapitados y semicalcinados, cartuchos percutidos y una manta.

El toque de queda voluntario

El pasado 9 de julio, cerca de las 8:30 de la noche, elementos de la Fuerza Estatal y civiles armados se enfrentaron provocando pavor en la ciudad. En aquel momento, los pobladores optaron por establecer un toque de queda voluntario, no oficial, a las tres de la tarde, hora en que todos deberían estar en su casa como medida de seguridad, circulaba en las redes sociales.

Por la mañana, el 10 de julio, en las principales calles de la ciudad la afluencia de personas y vehículos fue escasa, pocos establecimientos se observaban abiertos.
Cerca de las 11 de la mañana el rumor de un nuevo enfrentamiento ocasionó que quienes se encontraban en la calle regresaran a sus hogares. Los vehículos circulaban a gran velocidad; se oía el cerrar de las cortinas de los negocios; la gente corría, otros lloraban; algunos optaron por resguardarse en los mismos establecimientos; la celebración de clausuras de fin de curso de algunas escuelas que se realizaba tuvieron que parar y salir, o en otro de los casos se quedaron ahí.
Se escucharon detonaciones en el centro de la ciudad, una camioneta quedó cruzada en una de las calles principales- la avenida Revolución-.
A las dos de la tarde arribaron elementos del Ejército y Fuerza Estatal, y la gente que se resguardaba empezó a salir, tuvieron que apresurarse, el toque de queda comenzaría a las 3 de la tarde.

Por la tarde el toque de queda se confirmó. Las calles se mostraron vacías; los establecimientos cerrados; uno que otro automóvil se observó; los vendedores de elotes, gelatinas, dulces que se colocan diariamente en el zócalo, optaron por no ir.

El 11 y 12 de julio el panorama no fue nada distinto, a pesar de que elementos de la Fuerza Estatal y el Ejército patrullaron la ciudad. Algunas personas se atrevieron a salir, vehículos a circular y algunos negocios a abrir, pero llegando las 3 de la tarde, con el toque de queda voluntario nuevamente las calles se vaciaron.
El 13 de julio, día del tradicional tianguis dominical, se instaló pero no como de costumbre. Los vendedores que suelen llegar a las 5 o 6 de la mañana comenzaron a llegar después de las 10 de la mañana.

Cada domingo se complica transitar entre los pasillos de artesanos y vendedores, la gente golpea con otra por los espacios reducidos, esta vez no. De turistas y artesanos, se vieron pocos.Por el boulevar Eucaria Apreza, se observó a policías y el Ejército, y quienes se encontraron en el tianguis se mantuvieron alertas a cualquier hecho que pudiera suceder.

Los artesanos que elaboran lacas provenientes del Balsas, no vinieron. El pasillo donde se colocan los artesanos provenientes de Ayahualulco (de donde son la mayoría de los artesanos pero donde también se han suscitado hechos violentos) sólo se colocaron siete de los 135 integrantes de uno de los comités de artesanos de esa comunidad.

Un comerciante afirmó, que por la mañana una persona que no identificó les avisó que no se colocaran, sin embargo aceptó que se ubicaran pero que a las 3 de la tarde no querían ver a ningún comerciante y así sucedió, ni la basura que queda al final del tianguis cada domingo se vio.

Tras los hechos violentos, cambios en Chilapa se dieron. El Grupo Coordinación Guerrero, decidió remover a Silvestre Carreto González, en ese entonces Secretario de Seguridad Pública, señalado como persona no confliable, quedando como encargado el militar retirado Job Encarrnación Cuenca.

Posteriormente el cabildo municipal aprobó el Mando Único Policial. Poco a poco Chilapa comenzó a recobrar vida, los toques de queda quedaron atrás, muchos tomando precaución. Al pasar los meses las Fuerzas Especiales comenzaron a retirarse, elementos del Ejército disminuyeron.

Regresa el miedo

Tras el hallazgo reciente de los once cuerpos decapitados, el edil de Chilapa
hizo un nuevo llamado a la población. Pidió que “sea prudente, que tenga cuidado de no andar muy noche en las calles, pues tenemos un problema latente. Que la ciudadanía actúe con prudencia. Que a sus jóvenes y niños les tengan cuidado y que no los dejen salir de noche”.

Pero como si nada de esto pasara, el ayuntamiento ya dio a conocer la publicidad oficial para las fiestas decembrinas, del 1 al 15 de diciembre, con la instalación de la tradicional feria. Hasta este momento la publicidad de “la Feria de Todos, Chilapa 2014”, sigue latente, así como el voceo del baile que se realiza año con año el 12 de diciembre.