“Les faltan puertas, no hay tuberías y se gotean”, le dicen los afectados a Rosario Robles Berlanga, Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu)  en la comunidad de Tlacoapa, Guerrero, cuando hizo acto de presencia para visitar las casas financiadas por el Fonden, dos años después del paso del Huracán Manuel en septiembre de 2013. 

Robles Berlanga acompañada de Nuvia Mayorga, de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y del gobernador de Guerrero,  Héctor Astudillo Flores, tuvieron que escuchar los reclamos de los pobladores por el atraso en las obras y la mala calidad de las construcciones.

Varias personas se acercaron a la Secretaria de la Sedatu para decirle que las escuelas, el albergue, los puentes, el muro de contención y las viviendas no se habían terminado, a pesar de que les ofrecieron entregarlas en 2014. “Por eso ya no queremos un trato de segunda por ser indígenas”.

El profesor Pedro Juárez del Carmen le reclamó que las obras estuvieron paradas e inconclusas, por lo que le exigió cumplir con los indígenas, “somos pacíficos, somos tranquilos, pero nos podemos hartar de que no cumplan y ya pasó mucho tiempo”.

Rosario Robles respondió que venía con la encomienda del presidente Peña Nieto de atenderlos y resolver su derecho a una vivienda digna.

A unos 20 minutos en coche, desde la cabecera municipal, se localizan  las 21 viviendas a las que llaman “Fraccionamiento Tlacoapa”.  Ahí llegaron Robles Berlanga y el gobernador, donde nuevamente recibieron quejas, inclusive del delegado y del presidente municipal, quienes expusieron que todo estaba abandonado y “ahora que viene usted, es que vemos gente, a las viviendas les faltan puertas, tuberías, los techos se filtran, todo es de muy mala calidad”.

La funcionaria federal lo justificó diciendo que los recursos del Fonden no habían sido liberados y que se había tenido que licitar a otra empresa para concluir.  Entró a una vivienda donde el techo se goteaba y requería de impermeabilización. Acordó con los presentes entregarlas a más tardar en un mes ya concluidas.

El delegado de Tlacoapa comentó, ante la insistencia de los funcionarios  de que se está atendiendo al cien por ciento de los afectados, “eso no es verdad porque hay 700 familias que no están recibiendo nada, ya que los apoyos fueron discrecionales y de grupo”.

Los pobladores insistieron en que no hay ninguna obra terminada, ni escuelas, ni el muro de contención, ni los puentes, tampoco el albergue, el comedor y el hospital, por lo que la inconformidad de la gente ya es muy grande.

Finalmente, un grupo de mujeres abordó a Robles que le insistieron que entregaran las obras y que estas sean de buena calidad.

Con información de El Sur de Guerrero.

foto: de archivo