Infografía: Amnistía Internacional
Ciudad de México | Desinformémonos. Las violaciones sexuales y las abusos psicológicos son métodos frecuentes utilizados para torturar a las mujeres que son detenidas por las autoridades, denunciaron organizaciones como el Centro de Derechos Humanos de la Montaña «Tlachinollan» y Amnistía Internacional, a un año de la instalación oficial del Mecanismo de Seguimiento de Casos de Tortura Sexual cometida contra Mujeres, compromiso que adquirió la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) en 2015 y que “ha fallado en dar seguimiento a la documentación de casos”.
Al negar la investigación de los casos de violencia sexual como práctica de tortura, no existe la la posibilidad de emitir un dictamen conjunto con recomendaciones sobre cada uno de ellos, y por tanto, de acceder a la justicia, apuntan las organizaciones.
La creación del Mecanismo resultaba un importante avance para visibilizar los patrones del uso de la violencia sexual como tortura en la investigación de los delitos, pues permitiría diseñar políticas públicas de prevención y erradicación de esta práctica, aseguraron.
Agregaron que a un año de la instalación del Mecanismo, únicamente se ha realizado una reunión de seguimiento y no se han desarrollado acciones efectivas sobre los casos de violencia sexual usada como tortura.
Por esto, exigieron poner en operación los acuerdos que hizo el Mecanismo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como reforzar al mismo destinando recursos necesarios para garantizar la justicia y la protección.
