Brasa en los ojos

De escrutar la noche

De duelo vestida

A qué la sangre

A qué la vida

La esperanza qué significa

Matar y sus gerundios nos dominan

Juan,

¿y ahora tu sonrisa?

Desplomada entre las tuyas

Estrechada por la tierra

Adónde abriga la promesa herida

habrá que crear un día la parabola

Del río, la gente y el mal de la mina

Para que vuelvan tus pasos justicieros

Y encontres la mesa de todos servida

Y reviva el tropel de tus palabras

en tierra prometida

El valle sin palma, la montaña liberada y el agua bendecida

El corazón sin rabia

Tus hijas

a salvo de toda pólvora

Un nombre simple

Un nombre simple para una persona sencilla. Juan López, luchador de los de siempre y comprometido con la iglesia liberadora de la costa norte de Honduras. Celebrador de la palabra de Dios, pedagogo, escritor y padre de dos hijas. Fundador del Comité para la Defensa de los bienes comunes y públicos de Tocoa, colectivo de lucha por la montaña Carlos Escaleras y los ríos amenazados por la minera Los Pinares.

Fue judicializado y estuvo preso juntos a otros compañeros y compañeras. Recibía constantes amenazas por su trabajo político que en los últimos años también sumaba una regiduría en su municipio desde donde seguía luchando por la Casa Común y por adecentar la política de su comunidad, vinculada a intereses extractivos y narcotráfico.

Juan López fue asesinado el 14 de setiembre, cuando salía de la misa.