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Triángulo fatídico detrás de protestas violentas en Irán

HispanTV

Por Rasoul Goudarzi
Desde hace una semana varias ciudades de Irán han sido escenario de protestas contra la situación económica del país. Sin embargo, algunos factores convirtieron estas manifestaciones en actos violentos y con carácter político.

En este artículo pretendemos estudiar la raíz de las protestas en Irán, además del porqué de una gira en los lemas y la naturaleza de las marchas en el país persa.

Marchas por la situación económica

Las protestas callejeras en Irán comenzaron días después de que el presidente Hasan Rohani presentó el proyecto de presupuesto del próximo año iraní que comienza desde 20 de marzo de 2018 a marzo de 2019. En el plan propuesto hubo algunos aumentos en la tasa de impuesto, por ejemplo la impuesta a la salida del país que experimentará un incremento de 3 veces, además de la subida del precio de vectores energéticos y combustible.

En este contexto, hay que señalar que este proyecto propuesto por el gobierno viene en momentos que el país experimenta una situación económica critica por el aumento de precios de alimentos y la incapacidad de algunos institutos financieros y bancos en devolver el dinero de la gente.

De este modo y por las razones descritas, la gente en diferentes ciudades del país que consideraban como incompetente al gobierno de Rohani en gestionar la economía, decidieron expresar su rechazo mediante protestas pacíficas. Y así, comenzaron congregaciones y marchas. Si bien las protestas no estaban autorizadas, las fuerzas del orden y las autoridades no intentaron impedirlas mediante fuerza. En sus lemas se podían escuchar gritos contra la mala situación económica y la mala gestión del gobierno al respecto, sin decir algo contra el sistema del país.

Sin embargo, unos días después, la naturaleza de marchas cambió y se volvió violenta y antisistema. En este sentido, el presidente Rohani en unas palabras dirigidas a los indignados, reconoció el derecho del pueblo a expresar su opinión, pero dijo que las manifestaciones no deben ser violentas: “Irán es una nación libre y, según las leyes constitucionales, el pueblo tiene derecho a expresar su crítica y su protesta”, pero la finalidad debe ser “una mejora de la situación del país y de la vida de la población”.

No obstante, las protestas continuaron de forma violentas y provocaron la muerte de varias personas y decenas de heridos. Ante esta situación, las autoridades llamaron a distinguir entre las verdaderas voces que se manifiestan contra la situación económica de forma pacífica y las voces que buscan dividir el país y sumergirlo en un caos total. De esta forma, el gobierno empezó a dar la autorización para los que quieren protestar de forma libre y pacífica, además de detener a los que buscan crear violencia.

EEUU, Israel y Arabia Saudí detrás de violencia en Irán

Las primeras voces que apoyaron las protestas violentas en Irán, se escucharon desde los principales enemigos del país persa, es decir, EEUU, Arabia Saudí y el régimen israelí.

Nada más comenzadas las protestas, Donald Trump, lanzó sus mensajes en apoyo a las marchas en Irán, a través de su cuenta de Twitter. En su primer tuit escribió: “El pueblo de Irán está finalmente actuando contra el brutal y corrupto régimen. Todo el dinero que el presidente Obama les dio de forma alocada ha ido al terrorismo y a sus bolsillos. La gente tiene poca comida, mucha inflación y carece de derechos humanos. ¡Estados Unidos está vigilando!”. Y pocos días después, volvió a publicar otro tuit que se interpreta como una intervención directa en asuntos de otros países, diciendo que los manifestantes iraníes “tendrán el gran apoyo de EEUU”.

A parte de EEUU, el régimen de Al Saud fue muy activo en incitar la violencia y protestas en Irán y esto lo hizo mediante redes sociales. Un estudio realizado por los ingenieros informáticos iraníes puso de relieve que la mayoría de los mensajes convocatorios para protestas fue lanzada desde Arabia Saudí y fueron escritos en idioma árabe y persa.

A ellos se suma Netanyahu quien de forma clara e injerencista siguió los pasos de Trump y publicó un tuit para incitar la violencia en el país persa: “Valientes iraníes están saliendo a las calles. Buscan libertad, justicia y las libertades básicas que se les han negado por décadas. Tristemente muchos gobiernos europeos observan en silencio mientras que los heroicos jóvenes iraníes son golpeados en las calles. Eso no está nada bien”.

¿Por qué Washington, Tel Aviv y Riad apoyaron las protestas?

El presidente estadounidense desde los primeros días de sus campañas electorales había expresado su posición hacia Irán, es decir, presionar al país persa mediante romper el acuerdo nuclear y sanciones adicionales. Además, desde su llegada a la Casa Blanca, se esforzó duramente para materializar su objetivo e incluso descertificó el acuerdo nuclear iraní, sin embargo, por falta de acompañamiento de sus aliados europeos y el rechazo internacional no pudo lograr su objetivo. Así que las protestas económicas del país persa, le dieron esta oportunidad de que pueda intervenir y mostrar al gobierno iraní como represor y contar con la comunidad internacional contra Irán o por lo menos poner al pueblo iraní frente a su sistema.

A su vez, en Arabia Saudí las riendas del poder están en la mano del príncipe, Bin Salman, quien había declarado explícitamente que se debe llevar la guerra y el caos dentro del territorio iraní. Ahora, y en una situación que ve a su rival iraní con mucha influencia en la región de Oriente Medio y ve su fracaso en Yemen, Irak, Siria y El Líbano, quiere aprovechar las protestas en Irán para materializar su objetivo que es dividir el país y debilitar al sistema gobernante. Lo mismo está pasando con el régimen israelí.

Sin embargo, algunos factores no solo motivaron el desmantelamiento de estos planes, sino resultaron en la unidad de los iraníes en la situación actual. El primero reside en las declaraciones insultantes de Donald Trump hacia iraníes. El presidente estadounidense en dos oportunidades ha insultado al pueblo iraní. En primer caso, el día de la descertificación del acuerdo nuclear llamó al pueblo iraní como terrorista y en el segundo caso durante las protestas en su mensaje llamó a los iraníes como muerto de hambre.

E este mismo contexto, el presidente iraní le llamó a recordar sus palabras dirigidas al pueblo de Irán: “Este señor (Trump), que en EE.UU. busca solidarizarse con nuestro pueblo, se ha olvidado de que hace unos meses tildó de ‘terrorista’ a la nación de Irán; él es incapaz de mostrar simpatía alguna hacia el pueblo iraní”.

El segundo factor reside en que los iraníes no tienen buena memoria de los israelíes y saudíes quienes estaban detrás de los asesinatos de sus científicos nucleares y la tragedia de Mina que fue provocada por la mala gestión saudí y resultó en el fallecimiento de cientos peregrinos iraníes, respectivamente.

En este contexto, se puede señalar las masivas marchas que se celebraron en todo el país en repudio a las protestas violentas y las injerencias de este triángulo fatídico.

Teniendo en cuenta los puntos mencionados, se puede concluir que, por un lado, en Irán hay voces que rechazan la situación económica y piden una mejoría y por el otro, hay quienes están pendiente de cualquier ocasión para crear caso y violencia en el país y poner a la gente frente al sistema. Así que el gobierno iraní tiene una gran responsabilidad para gestionar la situación económica y responder a las necesidades de su pueblo para evitar cualquier tipo de complot orquestado de parte de sus enemigos jurados para sumergir a su país en caos.

Publicado originalmente en HispanTV

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