“Tenemos una inmensa necesidad de incompetencia”: Duval MC, rapero marsellés

Entrevista de Francis Goche Imagen: Francis Goche

tellement dusines - pintura Francis Goche

Marsella, Francia. En un encuentro realizado en L’Estaque, Marsella, Francis Goche conversó con Duval MC para Desinformémonos. Duval MC creció rodeado de antorchas y contenedores, de contaminación y de desempleo al pie de la segunda zona más industrializada de Europa: el puerto autónomo de Marsella. Él hace rap sin concesiones, nos habla de cómo nuestra forma de vida nos destruye, cómo algunas elecciones son hechas para enriquecer a unos en detrimento de nuestro medio ambiente, de nuestra salud, de nuestra vida social y colectiva. Sus canciones también destacan los combates, las luchas y las alternativas. Duval MC presenta su nuevo álbum gratuitamente y escoge una relación directa proponiendo descargar sus canciones una por una, el último día de cada mes.

A continuación, la entrevista.

¿Cuál es tu álbum del año 2011?

Es un verdadero álbum que sale a través de todo el año al ritmo de un título regalado el último día de cada mes. Es así como doy mi música. Son verdaderas rolas que fueron pensadas, trabajadas, reflexionadas, y masterizadas. Hay un costo real. Es un verdadero álbum, sólo que no tiene un soporte físico, por lo demás, es gratuito.

El objetivo de este procedimiento es facilitar que las canciones se compartan al máximo, que se incite a la gente a recuperarlas, a compartírselas, a enviárselas por mail o a través de las redes sociales, a que hablen de ellas, a que las difundan.

¿Una manera de acceder a la reivindicación principal de la piratería es el acceso a la cultura para todos?

Sí, exactamente, la cultura ya no debe de ser una mercancía, ni una industria. Las buenas ideas no deben tener autor y el mundo actual necesita urgentemente de buenas ideas sin copyrights. Pero creo que las licencias libres todavía tienen mucho trabajo que hacer para que se hagan respetar.

Aunque desde el momento en que la sociedad funciona con dinero y las interdependencias monetarias, el artista o la persona que pasa su tiempo a exponer sus ideas a todo el mundo -ya que las ideas pertenecen a todo el mundo- para que sea más fácil compartirlas, tiene derecho a su tajada de pastel.

¿Un presupuesto RSA (1)?

Desde que compongo música, no creo haber sido tan pobre como ahora. Pero eso no me impide continuar, quiero llegar al final de lo que comencé. Efectivamente tengo un ingreso muy bajo, pero tenemos un fuerte apoyo de la gente que nos ayuda a continuar, y es eso lo que hace que exista. Al mismo tiempo es un proyecto de solista porque soy un artista solo, pero no sería realmente posible hacerlo solo. Hay gente que me apoya desde hace mucho tiempo y otras personas comienzan a hacerlo ahora. Es muy apreciado y quizá sea gracias a este apoyo que el proyecto pueda continuar.

Tienes también una manera muy particular de abordar la promoción de este álbum, ¿no?

Cuando se compone música, si nadie tiene la oportunidad de escucharla, entonces no existe. Ahí es donde el trabajo comienza. La música hay que defenderla, organizarla para que se difunda, para que llegue físicamente al oído de la gente. Es la parte más grande de la chamba: lograr que se escuche su música.

Esto no es todo el trabajo porque forzosamente si haces algo al “ahí se va”, rápidamente se viene abajo. Tienes que trabajar realmente tus textos, siempre hay que ir más lejos para decir realmente lo que tienes ganas de decir. Hay que tomarse el tiempo de componer. No hay ningún secreto, se oye y se reconoce. La gente está entonces atenta y eso les interesa. Si has trabajado, se dan cuenta, les guste o no.

Para la promoción, se aprende, se tratan diferentes cosas. Yo tomo una vía un poquito original y propia de nuestra época, aunque no esté inventando nada. Estamos en una etapa donde los artistas deben inventar nuevas formas para realizar sus labores, pueden trabajar de manera diferente a lo que se hacía antes, que es el esquema clásico del editor, el distribuidor y todo eso. Pienso que hay un espacio. La música puede ser gratuita: regalarla no es deshonrarla. Sé que nunca seré rico, pero no deseo serlo. Para mí un artista ya no tiene la legitimidad de ser millonario al igual que un accionario o quien sea. En la vida, si tú ganas una cierta cantidad de dinero, está bien, no necesitas más.

Este año hacemos un llamado a la gente y nos sentimos mucho más legítimos. Cuando digo, “nos”, es porque hablamos con la gente, no soy el único que piensa de esta manera. Intentamos cosas nuevas y nos sentimos aún más legítimos de pedir ayuda ya que la música es gratis. Así que no hay confusión ni monetarización.

El problema en la música es que la gente que no compone música ve solamente los destellos, la tele, el varo, y todo eso. No se dan para nada cuenta de que incluso un artista que está de moda, que tiene un montón de tocadas, es posible que tenga un buen de dinero, que gane sólo un poco de varo, pero no es tanto. La música es muy precaria, son muy raras las personas que pueden pretender vivir de su música.

Desafortunadamente, cuando vendes un álbum, la persona que lo compra se dice que de alguna manera pagó caro. Cuando se regala la música no podemos explicar a la gente que tuvimos gastos por esto y por lo otro, para pagar los carteles, por cosas como un videoclip que se le tiene que meter algo de varo. Tratamos y esperamos que la gente participe en este esfuerzo de difusión si la música le gusta.

Yo soy defensor del “haz con lo que tienes en el momento que lo tienes”. El álbum État second (Estado anormal) sale en 2011 y un cuarto de la población francesa está en Facebook. Lo que me interesa es hablar con la gente en una sala donde puedan oírme. Esto no me impide criticar Facebook y esperar otra plataforma de fuentes abiertas, software libre, más libre y diferente, y estoy seguro que llegará. Facebook tiene éxito, pero pasará de moda y pronto otras soluciones estarán disponibles. Soluciones libres y sin lucro. No me importa quién hizo Facebook, el hecho es que todo pasa por el Silicon Valley. Técnicamente es absurdo porque para obtener las novedades actualizadas de un cuate en Marsella éstas tengan que transitar a través de servidores del Silicon Valley. Es estúpido.

¿Es un proyecto Do It Yourself (DIY), hazlo tú mismo?

¡DIY para siempre, hasta la muerte! Una regla esencial en la vida. Milito en lo autodidacta y los neologismos. La especialización del conocimiento y de las competencias también es un instrumento de poder. Pienso que si hubiera solamente autodidactas en la tierra, no hubiéramos logrado hacer funcionar ni una planta nuclear y creo que eso hubiera sido de hecho algo bueno. Pienso que actualmente tenemos una gran necesidad de la gente que no logra hacer lo que quiere. Tenemos una inmensa necesidad de incompetencia y del sentido de la desorganización.

¿Calificas el álbum État second (Estado anormal) una caja de herramientas para los activistas?

Puede parecer pretencioso, pero sí, es eso lo que tengo ganas de hacer: una caja de herramientas, de las cosas que nos sirven. También es de la experiencia personal, porque algunas canciones fueron escritas reutilizando libros que leí, volantes, mensajes y el trabajo de diferentes asociaciones de derechos humanos en general. Así que utilicé su trabajo y a cambio compongo rolas que me agradaría que ellos utilicen. Es decir, hay asociaciones que están contentos de escuchar una canción que aborde los temas que les preocupan. Tratan de alertar a la gente sobre algún problema con volantes, con emails, con textos que no son forzosamente tan agradables. Si hay rolas que van a hablar de lo que ellos militan, espontáneamente van a tener ganas de que mucha gente las escuche porque va a ser más agradable escucharlo. El mensaje va a pasar con más facilidad ya que es música y se presenta artísticamente.
Tengo ganas que la gente utilice estas rolas, que se las apropie y que también le metan lo que se imaginan. Es por eso que trato que no sea tampoco tan personal.

¿Te defines como activista?

Me defino como activista en relación al no activista. Nunca dejo de decir que no estoy comprometido, para nada. Tomemos el ejemplo de un rapero que posa en sus videoclips con un súper auto, él transmite una imagen y sin duda les van a dar ganas a los jóvenes de un cierto estilo de vida, les va dar una cierta imagen de lo que sería el éxito. Yo creo que estos artistas están comprometidos. Es decir, aquellos que salen con carrazos en sus videoclips, están promoviendo la industria automovilista. Aunque no sean conscientes de esto. De alguna manera, su rola en consecuencia va a reproducir esquemas en la mente de la gente, una imagen del mundo. Y para que ese mundo exista, la gente tendrá que ir a fábricas a construir esos carros, los países occidentales tendrán que seguir oprimiendo al continente africano, por ejemplo, para sustraer las materias primas que sirven para hacer carros. Tendríamos que colonizar otra vez países por sus subsuelos, sus riquezas y para conducir carros.

¿Qué piensas del estado en que se encuentran las luchas en Francia?

Yo pienso que hay cosas que han evolucionado en la consciencia de la gente. En todo el país, en todos los medios, hay mucha gente que se encuentra en lo alternativo, que actúan concretamente para cambiar las cosas y no se habla de ellos.

Luego, en el seno de la gente que es muy activa y que reacciona ante lo que pasa en la actualidad, hay temas que son insolubles. Son personas muy diferentes, que cargan con antagonismos muy reales que probablemente no sean resueltos. Puede que estén de acuerdo sobre ciertos temas y que se opongan a otros. Yo mismo apoyo temas que me son más importantes que otros y que quisiera que nos unamos por estos temas. No soy neutro, tengo mi posición. Soy quizá un poco más sensible a la situación internacional. Estoy consciente de que hay que defender los beneficios sociales adquiridos, los servicios públicos y todo. Eso es algo que es muy importante para mí. Aunque no me interesa una súper seguridad social en un bunker con alambrados por todos lados y que en otros países robemos todos los recursos sin razón. Aunque tuviéramos una muy buena escuela y muy buenos servicios públicos, estaríamos lejos de resolver el problema a nivel global.

¿Hablamos un idioma que cambia cada día?

No hay errores de idioma, sólo hay inventos. Sin esos arreglos espontáneos, ya no podríamos entendernos. El núcleo de la blogósfera vive al ritmo de los neologismos y de los anglicismos. El lenguaje de la calle produce sin cesar expresiones nuevas para inventarse el espacio del cual está privado. En Marsella, todos hablamos un poco de árabe, golpeamos las palabras, las doblamos, las forzamos hasta que encontramos la forma para decir lo que nos pone en movimiento.

¿Qué entiendes por neolengua?

Por ejemplo el término salario, antes éramos un trabajador ahora somos un asalariado: el trabajador provee un trabajo, el asalariado recibe un salario, así que se sobre entiende: que estemos contentos que al cabo nos pagan.

¿Puedes decir algo sobre los medios?

Tenemos una máquina que destruye lo vivo, lo humano, a nivel planetario, y uno de los brazos de esta máquina es el brazo mediático. La segunda cosa por la cual el ser humano gasta más dinero es la publicidad. La primera es la guerra, el ejército. Esto nos revela que es un instrumento de poder. Aún más con su postulado de contra-poder.

Alguien que escribe un artículo en el periódico o alguien que habla en la televisión es insoportable, si tenemos la desgracia de prender la tele en ese preciso momento que está hablando. Porque es una mascarada que nos quiere hacer creer que la persona que habla no defiende los intereses del comercio de armas y de las grandes potencias financieras. Oír esta falsa neutralidad es insoportable.

Creo que es vital apagar la tele, es fundamental. Ver la tele, aparte de ver un juego de fútbol accidentalmente, es sufrir el poder. Esto tranquiliza a mucha gente, un lavado de cerebro para olvidarse del asunto. Pero nunca encontraremos un noticiero que va a decir simplemente: “Cuidado, los comerciantes de armas dirigen todo en la tierra, la verdad es que no está chido”.

Es evidente que hay que trabajar, nos pertenece despertar esta evidencia en la gente. Decirles “¿Sabes? Nunca había habido tantas guerras sobre la tierra como en 2011”. Todos aquellos que han estado en la escuela francesa, conocen la guerra de Bismarck de 1870, un poco antes de las guerras mundiales del siglo XX. Esta guerra de Bismarck es ridícula, también la primera guerra mundial, incluso la segunda, en las cuales hubo muchos muertos, pero que fueron menos de los que ha habido estos últimos años. Hubo 6 millones de muertos en el Congo desde 1996. Un millón por aquí, otro millón por allá, esto va a una rapidez. Hay que hablar de esto porque no es evidente para todo el mundo. Hay que buscar y encontrar los medios para que la gente sepa esto.

El drama es que los medios trabajan otro tipo de evidencias: que hay que consumir para ser felices, que la individualidad es lo que cuenta, que existimos sólo siendo más fuertes que los otros, a nivel personal, a nivel de nuestro país, de nuestro club de fútbol.

¿Hablas de identidad en la canción Quand j’entends le mot France (Cuando oigo la palabra Francia)?

Desde hace un tiempo en las manifestaciones, oigo el eslogan: nuestra identidad no es nacional. Me robé este eslogan para mi refrán. Las tarjetas de identidad juegan un rol nefasto en la historia de Ruanda, por ejemplo. Yo creo que deberían de estar prohibidas. Si condicionan el acceso a los derechos, es exactamente la prueba de que esos derechos no tienen nada de universales. La tarjeta de identidad me recuerda la estrella amarilla impuesta a los judíos (2), el sello del ganado, sin hablar de las modificaciones legales recientes que parece caracterizar la situación: ¡ya no tenemos derecho de sonreír en las fotos de identidad!

Tal vez sea para tenerlas todas, pero pues yo no tengo identidad. Mi hija nació en una región donde yo no nací, yo nací en una región donde no nació mi papá, su papá no nació ahí donde mi papá nació. Esto explica quizá el hecho de que no me sienta con raíces particulares y que me gusta sentirme cabilio en mi barrio, occitano en París, congoleño en las entrevistas.

Aparte, si tuviera una identidad, sería con razón antinacional, ya que Francia me evoca muchos perjuicios, masacres, despojos, pluriseculares, violaciones. Es como si quisieran que me sienta nazi evocándome las cualidades que podría tener ese régimen. Insisto, la entidad “Francia” como Estado-Nación, como ejército agresivo y participante en la militarización e industrialización del mundo, ha cometido graves horrores en la geopolítica y la historia mundial. ¿Estamos apenas comenzando a tomar consciencia de esto?

¿Qué sentido le das al título de este álbum État second (Estado anormal)?

Un doble sentido, es la duplicidad de las causas, de los niveles de conciencia, es el Estado francés que me gustaría cuestionar ya que él es actualmente el patrocinador de los bancos y el agente principal de la privatización de las ganancias y de la nacionalización de las pérdidas. Pero el estado anormal también es el trance, la búsqueda interior, la espiritualidad, el festejo y el silencio, la droga y la sobriedad voluntaria y apreciada.

En tu primer disco, la rola Si t’as des couilles, man (Si tienes huevos, man) parece un programa para ponerse en buena forma física: ¿Duval MC nos viene a sermonear?

No está claro, esa es la intención, porque la gente lo entiende como quiere. Y al mismo tiempo es algo que le enseño a alguien más joven, como si yo fuera su hermano mayor. Es también para burlarme de los valores masculinos, o de los falsos valores masculinos. Burlarme de ellos y reapropiármelos porque, es eso: si tienes huevos, man, ten un hijo, acompáñalo en la vida. Es diferente de decir “si tienes huevos, man, rómpele la jeta al que te mire mal”.

Hay cosas serias de veras y otras sólo para divertirme porque la escritura me llevó por ahí. Traté de poner algunas cosas sólo de chiste. Pero al inicio tres cuartos del texto son sinceros, son cosas que realmente tenía ganas de decirle a alguien más joven. Yo asumo cuando digo “ponte al brinco, tente al corriente”.

A veces, cuando participo en tocadas, hay güeyes un poco pedos, canto diciéndoles “cultiva plantas legales”, y los veo reaccionar mal, no ven que lo digo bromeando. Un poco de humor, compas.

Sí, pienso que la fiesta, pues hay que merecerla. Pero yo tuve problemas de alcohol en cierto momento de mi vida. El alcohol es algo que respeto mucho porque es muy peligroso, que ha hecho estragos en muchas familias, a mucha gente y no necesariamente a personas frágiles. Incluso personas de gran carácter pueden embelesarse con esa sustancia; por eso no me fío, le tengo respeto, es demasiado peligroso para mí, demasiado fuerte, demasiado sabroso. Ahí está. Entonces, en “Si tienes huevos, man” se ve un poco esa alusión, si no te la pasas bien en la fiesta es porque ya no te lo mereces, sólo te aporta algo si sabes pasártela bien.

Es también para hacer que la gente se lo piense, si tus palabras son claras, si se entiende directamente todo lo que piensas, no escuchan la rola hasta el final. Pero si hay frases con las que se preguntan qué quieres decir, eso hace que escuchen mejor ciertas frases; así pues, en cierta forma uno se permite ser ambiguo a veces.

¿Manejas el argumento de festejar positivamente, de estar más bien en la construcción que en la destrucción?

Hablando de destrucción, abordas un término al que le tengo apego: pienso que hay que rehabilitar la destrucción. Es un término que no es únicamente negativo. También tiene un lado positivo. Según el contexto, la destrucción puede salvarnos. Frente a toda la publicidad, a las fábricas, a todas las cosas que suprimen los espacios de vida, los lugares donde hablar con los otros, porque hay bancas mal hechas, comercios por todas partes que te impiden interactuar o simplemente vivir. Pienso que es necesario destruir algunas cosas. Cuando se habla de destrucción, se piensa siempre en el asesinato, pero se pueden destruir cosas sin jamás matar a nadie. En cambio, uno puede jamás destruir nada y construir matando gente. Un ingeniero que va a concebir y construir una fábrica, indirectamente va a dañar la salud de mucha gente, dependiendo de la finalidad de la fábrica. Sin embargo, lo habrá construido. Él será constructivo, y socialmente estará bien integrado y apreciado, muy valorizado. En cambio el jovencito que rompe un panel de publicidad en una parada de autobús, será señalado, mientras que él ha hecho algo positivo para la comunidad. Para la gente que realmente está ahí, que vive ahí, habrá dañado una parada de autobús y tal vez en una semana la publicidad no será reparada. Pues durante una semana, la gente no verá la enorme botella de whisky o la chava encuerada, y eso contribuirá a su bienestar.

Eso vale también para la adicción, la droga y todo lo demás. Pienso que hay gente que está obligada a destruirse en su trayectoria. Es vital para ellos. Están obligados a destruir el universo mental en el que los han metido. Particularmente los que salen del sistema escolar. ¿Quién se empeda o pachequea más? Los jóvenes, los adolescentes. Un adulto no se pachequea de la misma manera. Entre los 15 y los 25 años se ponen unas de aquellas. Pienso que lo necesitan. El problema no se arreglará mientras la escuela exista, siempre habrá un chingo de jóvenes que se pondrán hasta atrás. Si se quiere que lo dejen, hay que cambiar completamente nuestra manera de vivir, cerrar las escuelas, las prepas y todas esas tonterías. No tengo nada en contra del principio de la transmisión del saber, pero estoy en contra del sistema escolar en su estado actual y anterior. Pienso que nunca ha sido bueno ni que pueda serlo. No se puede obligar a 30 personas a pasar ocho horas en un mismo cuarto, sentados en una silla, porque son personas, individuos, seres humanos. Incluso si tienes nueve años, eres un ser humano con sensaciones y emociones. Y vas a vivirlos entre cuatro paredes, en una mesa, frente a un adulto. Vives la misma vida de los tres a los dieciocho años de edad, si eres buen alumno. Es atroz, soy anti-escuela.

¿También criticas el coche?

Un coche pesa una tonelada y media. Ese es un argumento de por sí. Si hubiera sólo 20 coches en cada ciudad, valdría la pena verlo, decirse “mira, hay una enorme masa de hojalata que se desplaza a 100 km/h. Uno diría “qué bien, nos serviremos de él cuando lo necesitemos”. Podría haber un coche en cada barrio, pero el hecho de tener un coche por persona es completamente una idiotez. Nos privamos de todo para tener uno. Entiendo que se pueda estar contento de tener un coche, yo tuve uno y lo utilicé. Pero mira todo lo que hemos perdido a causa del coche, es increíble. Nos hemos hundido en la mierda, basta con ver las carreteras.

¿Qué es más importante? ¿Comer, tener un techo, protegerse del frío, del calor? pues el coche nos priva de todo esto. Lo más evidente para comer es sembrar las semillas, abonar la tierra que en retribución nos dará de comer. Cultivar cosas, criar animales, aunque entiendo a los que no quieren comer carne. Pero si comenzamos a pavimentar por todas partes, nos jodemos, es como si pusiéramos cemento entre nosotros y nuestra comida. ¿Y todo, para qué? Para que los coches puedan ir a buscar nuestros alimentos lejos de aquí. Normalmente, deberíamos poder comer en el lugar donde vivimos. Es completamente idiota ir a buscar nuestros alimentos a Europa del este o al sur de España, o aún más lejos. Quisiera que lo que como crezca a menos de un kilómetro de mi casa.

El coche ocupa el espacio, se lo toma todo. Encierra a nuestros hijos que no pueden salir. Es una de las cosas que más les decimos “cuidado con los coches, cuidado con el coche” y terminamos caminando todos apretados por las banquetas angostas al mismo tiempo que pasan personas solas en sus coches, una y otra y otra. Olvidan que están encerrados en una tonelada y media de hojalata, no se dan cuenta, están acostumbrados. Se ha convertido en algo normal. Luego no hay que asombrarse de que algunas personas se depriman. Están obligadas a ir a buscar el verdor durante las vacaciones. Ya no tienen árboles cerca de sus casas, y van por la carretera en carro a buscarlos lejos. No se dan cuenta de que podrían tenerlo todo durante el año si no hubiera coches. No es asunto de nostalgia, aunque se pueda sin duda alguna encontrar en el pasado modos de vida menos estúpidos que el de la actualidad.

¿Eres fan de la tecnología?

Nunca he sido jugador de video-juegos porque sabía que pasaría demasiado tiempo en ellos. Nunca me he fiado del mundo del juego. En cambio, entre los 15 y 16 años, me compré un sintetizador de segunda mano y una computadora con capacidad MIDI. Comencé por la “Música Asistida por Computadora”. Era una porquería la máquina, se quedaba trabada, la memoria se saturaba, era lenta, no funcionaba. Cargué con mi cruz y ahora que comienza a irme bien, pues está de pocas. Es una herramienta de veras potente para hacer música. Aún quedan muchas maneras de utilizar las computadoras. Soy de veras paradójico porque lo que me incomoda es lo que necesita la computadora como materia prima para existir, más que en términos de consumo de electricidad, porque utiliza menos energía que un radiador de calefacción, lo cual es un absurdo energético. Si tuviera que guardar una sola cosa en el mundo actual quizá sería una computadora.

Los teléfonos inteligentes, son pura estafa, una desvergüenza. Nunca he visto tanta publicidad para un aparato. Es fascista. Me gusta navegar en internet, pero cuando enciendes un teléfono de esos vuelves a 1999, una página se carga en 3 horas. No, son una tontería. Incluso si funcionan rápido, necesitan antenas repetidoras. Y son cosas que permiten que los capitalistas sigan haciendo dinero. Venden aplicaciones que no son otra cosa que programas. La gente sabe que ahora hay programas gratuitos para todo, pues los llaman “aplicaciones” y siguen vendiéndolos.

NOTAS

(1) Revenu de solidarité active (ingreso fijado por el gobierno a personas sin recursos)

(2) Durante la Segunda Guerra Mundial en Francia, los judios tuvieron obligación de llevar una estrella de David amarilla sobre su ropa de forma visible.

Publicado el 01 de Noviembre de 2011

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2 Respuestas a ““Tenemos una inmensa necesidad de incompetencia”: Duval MC, rapero marsellés”

  1. Alèssi DELL'UMBRIA

    ¡ cuanto me alegre leer esta intervista de mi paisano Duval MC, que ya he tenido ocasiones de escuchar¡ Estoy totalmente de acuerdo contigo, Duval, cuando hablas del sistema escolar. La escuela, en Francia y en Europa en general, es solo una maquina disciplinaria, hecha para formatear los niños y no para despertar y desarrollar una capacidad de razonamiemto critico.
    Como decimos en Marsella, «fai tirar mon bèu, un d’aquelei jorns farem tot petar !».

    Abrazos desde el Mexico en lucha…

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