Pensar en voz alta la justicia y la paz

Pietro Ameglio

El tamaño del miedo oficial: Loret y Tepoztlán. ¿Llegó la hora?

Está claro que en nuestro país hay una política, impulsada o permitida, por el poder para sembrar el aterrorizamiento social, no ya el miedo. Pero ese miedo creciente que se siembra socialmente es asimismo un reflejo del miedo que se tiene arriba hacia la sociedad civil organizada y/o indignada, porque es demasiada la codicia económica, amparada en la ilegalidad e impunidad, hacia ese botín –de cuerpos y recursos naturales- obtenido a costa de los derechos ciudadanos, de los pueblos y de la naturaleza

Recientemente, gracias al New York Times, sabemos el nivel tan sofisticado, íntimo e impune con que el gobierno vigila a sus ciudadanos, en particular a los que considera más peligrosos a sus intereses (activistas sociales, defensores de DDHH y periodistas), en cuanto a que públicamente se resisten y “de-velan” la verdad de sus acciones violentas, impunes e ilegales. La magnitud de esta “vigilancia y control totales” sobre los cuerpos “hostiles”, habla de una fragilidad interna del poder. Además, el que precisamente uno de los grandes soportes del sistema y del partido político presidencial como la prensa poderosa estadounidense sea el que denuncie pública y mundialmente este espionaje oficial resulta muy llamativo, acerca de la “pelea arriba por el poder”.

Nadie creerá que se trata de una casualidad o celo periodístico, sino que alguien “dio la orden” y “pasó los documentos”. Que uno de los periodistas espiados sea Carlos Loret de Mola es igualmente llamativo, pues se trata de las voces más visibles de Televisa, uno de los principales sostenes de Peña Nieto para su campaña presidencial de 6 años, para el fraude del 2012 y en estos 5 años. Es también un reflejo de hasta donde llega el “miedo oficial”, o de la pelea o des-composición oficial arriba.

Otro claro ejemplo de este “miedo oficial” lo vivimos muchos en estos días en la ejemplar lucha por la defensa del territorio, la vida y la dignidad de los Frentes Unidos en Defensa de Tepoztlán. La lucha tepozteca desde el 2012, contra el gran negocio capitalista de la ampliación de la autopista La Pera-Cuautla, ha sido incesante, de varias etapas con radicalidad moral y material, realizando muchas formas diferentes de resistencia civil –desde culturales, asambleísticas hasta de desobediencia civil-. El pasado 20 de mayo habitantes de Tepoztlán instalaron un campamento en la entrada del poblado ante la tala indiscriminada de 2700 árboles en las dos noches previas. La reacción de las autoridades estatal y federal con los empresarios y ex_autoridades municipales, fue la de enviar a un grupo de golpeadores –disfrazados de camioneros del sindicato Libertad- el 7 de junio, para desalojar el campamento. Los pobladores de los Frentes optaron por no caer en la provocación de la violencia e instalaron un plantón en la presidencia municipal.

El agresivo avance de esta obra está plagado de ilegalidades, ante las cuales los gobiernos estatal y federal han sido totalmente cómplices y omisos: No existe permiso de la Asamblea Comunal para el proyecto; el Convenio de Ocupación Previa de los ejidatarios es ilegal; se viola el decreto del Parque Nacional El Tepozteco y el del Corredor Biológico Ajusco-Chichinautzin; la SCT comete despojo hacia pobladores de Tepoztlán; no han hecho la consulta obligada por el Convenio 169 de la OIT; no se han cumplido las condiciones de la Manifestación de Impacto Ambiental.

Como parte de la actual etapa de esta lucha, que tiene su base en el plantón en la presidencia municipal de Tepoztlán y como símbolo un gran amate talado en el centro del zócalo, se realizó el jueves 29 de junio la Caravana Tepozteca por la Dignidad y Defensa del Territorio de Tepoz hasta Cuernavaca, bajo el lema -tomado en parte de una de las últimas cartas del Congreso Nacional Indígena (CNI)-: “Llegó la Hora. Diálogo Ya”. Esa acción fue importante por las representaciones del pueblo que movilizó y porque terminó con la instalación de una Mesa de Diálogo afuera del palacio de gobierno morelense, apartando lugares para los responsables de esta ilegalidad en el gobierno de Morelos, empezando por el Gobernador Graco Ramírez y el secretario de gobierno Matías Quiroz.

Luego de un tiempo prudente en que se les convocó a bajar de palacio de gobierno al zócalo y ocupar sus lugares en la Mesa para iniciar el Diálogo, se decidió entrar al palacio de gobierno con una delegación de 8 personas de los Frentes Tepoztecos y 3 testigos civiles, para entregar una carta de solidaridad nacional e internacional con la lucha y fijar una fecha para la entrega de los permisos oficiales (que no existen). La acción fue noviolenta, cívica como ciudadanos con pleno derecho a entrar a palacio de gobierno, entregar un documento e interpelar a los funcionarios a los cuales nosotros mismos pagamos sus salarios. Sin embargo, la sorpresa fue grande ante las medidas de seguridad de los empleados y guardias del acceso al palacio. Pudimos constatar cómo efectivamente se trata de un “palacio” real, imperial, aunque Graco diga que es la “casa de todos”: mantuvieron retenidas en el interior del palacio, por un buen tiempo, a más de 50 personas que hacían trámites, etc. Y no quisieron dejarnos entrar bajo ningún concepto, nos tuvieron detrás de las rejas como delincuentes, hubo entonces que bloquear la calle céntrica principal para que bajara un funcionario y fijara en el zócalo ante todos la reunión para la entrega de documentos el lunes 3 de julio, algo que aún no se ha cumplido.

Nos interesa puntualizar, en una reflexión también de carácter nacional y apuntando hacia el “estado de las cosas” del sistema político mexicano en la lucha por el “poder de arriba”, el “tamaño del miedo oficial”: los Frentes en Defensa de Tepoztlán no estaban haciendo una manifestación agresiva, ni siquiera bloqueando la calle al inicio, sólo reclamando el derecho elemental de entregar una carta adentro de las oficinas, y las nerviosas autoridades decían de entregarla afuera de las rejas. La violencia e impunidad del poder pudo haber escalado más aun el conflicto de no ser por la estrategia noviolenta de los pobladores de Tepoztlán.

¿Llegó la Hora?

Intentemos colectivamente ir definiendo con más claridad esos miedos oficiles, de arriba, que tanto afectan y violentan a toda la sociedad, e ir explorando junt@s cómo enfrentarlos y detenerlos.

Miedo al activismo social en defensa de los territorios, la cultura y búsqueda de los desaparecidos. ¿Sigue en su puesto Rochín?

Miedo a perder el gran negocio económico de los cuerpos, recursos naturales y bienes a su disposición utilizando la ilegalidad delictiva e impunidad. ¿Graco Ramírez sigue en su puesto con tamaña ilegalidad de sus acciones en Tepoztlán y en las fosas clandestinas morelenses?

Miedo a la “verdad pública” de la violencia del poder a través del “exterminio selectivo”: asesinato del periodista michoacano Salvador Adame (7° periodista asesinado en los últimos 4 meses) y de la luchadora social poblana Meztli Sarabia (29 junio). Al año de la masacre de Nochixtlán, Oax., con 8 muertos y más de cien heridos por parte de fuerzas policiales, oficiales y no, y nada de verdad, justicia y reparación: ¿Siguen libres todos los responsables de esta masacre, empezando por el ex_gobernador Gabino Cué?

Miedo a cualquier recambio de la clase política en el poder: fraudes descarados en Edomex (nada menos que Aguilar Camín lo llamó “estiercolero”) y Coahuila. ¿Sigue en su puesto Lorenzo Córdova?

“Llegó la hora”, como señala el Congreso Nacional Indígena, y no es imposible. Nos recuerda lo sucedido en años recientes al menos en Ecuador (2 veces), Bolivia y la ex_Yugoslavia, cuando enormes masas multiclasistas y multiétnicas de ciudadanos indignados se dejaron llegar a las capitales caminando o en transportes, desde todo el país –cerros, llanos, costas y montañas- y entraron a los espacios mayores de gobierno (léase los equivalentes a San Lázaro, el Senado, Los Pinos), con total noviolencia, “sacaron” a los funcionarios o representantes políticos que estaban en sus puestos –por ineptos o corruptos- y “ocuparon” temporalmente esos espacios con otros representantes “cercanos a esos pueblos y masas”, al menos en su honestidad y acctitud democrática. Se nos dirá que al poco tiempo la clase política-empresarial se re-construyó y volvió a ocupar esos mismos espacios de poder. Sin duda ese es otro desafío.

En este sentido nos parece ejemplar la propuesta del CNI-EZLN en cuanto a su forma de gobierno: juntas y consejos donde prive el “mandar obedeciendo”, en que lo único que da sentido y justifica que un representante ejerza cierto grado de poder es el “control comunitario o social”, pues él/ella están en esa posición para ejecutar los “mandatos populares”. Y si no los cumplen, se les saca inmediatamente del puesto.

El otro aspecto central de la propuesta política del zapatismo está en la “rotación de poder” de las Junta de Buen Gobierno, donde un gran número de las personas –desde jóvenes hasta ancianos- tienen una “experiencia directa” en el ejercicio del poder, a partir de rotar en los cargos y nadie “enquistarse” en el poder.

Nos toca a nosotros, como sociedad civil organizada defendernos, “parar la mano” violenta e impune, “sacar de sus puestos” a todos los funcionarios y políticos ineptos y corruptos…y evitar que su miedo se vuelva “terror”, porque entonces la historia nos habla de una escalada mayor de exterminio desde el poder.

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