A finales del año pasado, hombres armados irrumpieron en el hogar de Francisco Ruíz Paredes, luchador social desaparecido forzadamente desde hace ocho años.

Era 25 de diciembre de 2015. Dos varones (uno de ellos de aproximadamente 55 años edad) ingresaron de forma violenta al domicilio localizado en el estado de Michoacán. Ahí se encontraban Cristina, Janahuy y Francisco, hijos del activista, además de Mario Zambrano, María de la Concepción Onofre y dos bebés.

Ya en el patio de la casa, los agresores realizaron varios disparos al aire. Posteriormente, sometieron al señor Mario Zambrano Pineda, quien trató de impedirles el paso. “Porque son de derechos humanos”, fue la respuesta de uno de los delincuentes al ser cuestionado sobre el porqué de su actuar.

A pesar de que la familia pidió auxilio a través del Servicio de Atención de Llamadas de Emergencia 066, las autoridades no acudieron al lugar de los hechos.

Peor aún, los hombres armados arribaron nuevamente, ésta vez en compañía de otros tres sujetos, quienes rodearon la casa, además de amenazar con desaparecer a la persona que se comunicó con la policía.

Finalmente, los delincuentes, dos de los agresores portaban chamarra azul con la leyenda Fuerza Ciudadana, se retiraron a bordo de un vehículo blanco de la marca Nissan, con placas PTA-35-50.

El 27 de diciembre, Janahuy Paredes Lachino, quien anteriormente ya ha sido objeto de hostigamiento, interpuso una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado por los hechos. Un día después, lo hizo también ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.

La denuncia es en contra del personal del Centro de Comunicaciones, Cómputo, Control y Comando C4 y de elementos de la Seguridad Pública, todos adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Michoacán.

Cristina, Janahuy, Francisco y Mario son integrantes del Comité de Familiares de Personas Detenidas Desaparecidas en México, “Alzando Voces”. En tanto, María es parte de la Comisión Estatal para la Promoción de una Vida Digna.