Fotos: Fotografía Héctor Ríos

Ciudad de México | Desinformémonos. El libro “Flores en el Desierto. Mujeres del Concejo Indígena de Gobierno”, de la periodista Gloria Muñoz Ramírez, se presentó este 12 de febrero en el Club de Periodistas, en el Centro Histórico de esta ciudad. El recinto resultó insuficiente para la cantidad de jóvenes, estudiantes, activistas, representantes de organizaciones, periodistas y público en general.

Desde una hora antes del evento, los asistentes comenzaron a llegar para escuchar la presentación del libro y el material multimedia, que reúne las historias y las luchas de diez mujeres del CIG, y para escuchar los testimonios de Osbelia Quiroz, Concejala de Tepoztlán, Morelos, y Marisela Mejía, otomí radicada en la Ciudad de México, sobre las problemáticas que enfrentan sus pueblos.

La presentación inició con la proyección de los videos a cargo del realizador y periodista Miguel Tovar, quien agradeció la confianza de las mujeres indígenas entrevistadas quienes, dijo, “nos abrieron las puertas de sus comunidades para poder contar aunque sea un poco” de sus luchas y resistencias y de la defensa de la vida y de su territorio.

Osbelia Quiroz enumeró las invasiones, proyectos y despojos del territorio que ha sufrido su pueblo. “El gobierno astuto empezó por dividirnos”, aseguró Osbelia. “Varias mujeres de edad estamos en la lucha, pero claro que también los hombres, que son nuestra fuerza y la reconocemos, los jóvenes, hombres y mujeres, niños y ancianos”. “Nos están arrebatando lo que es nuestro, a México lo tiene hincado ese malvado sistema y a nosotros nos corresponde ponerlo de pie, a todos los mexicanos y no mexicanos que escogieron vivir aquí”, agregó.

Marisela Mejía, otomí de Santiago, Querétaro, recordó la discriminación y la violencia de la que es víctima su pueblo luego del temblor del 19 de septiembre, cuando el campamento en el que se instalaron al desalojar el edificio en el que vivían fue rociado con gasolina por “afear” la calle de la colonia Roma.

Las autoridades, aseguró, “lo que quieren es sacarnos de México, nos mandan a regiones donde no hay gente, donde no hay venta, y eso no es vida para nosotros”. “¿Por qué nunca hay recursos para los pueblos?”, cuestionó Mejía, luego de recordar que “el dinero” para las comunidad sí existe, pero no se conoce “a dónde se va”.

Tannia Falconer, coordinadora de proyectos para México de la Rosa Luxemburg Stiftung (RSL), explicó que “Flores en el Desierto nace del compromiso social con las causas de los pueblos, nace de la necesidad de visibilizar la enorme diversidad de voces que existen en este país, que se alzan cada vez más fuerte para decir ‘aquí estamos’”.

“Las mujeres Concejalas de Flores en el Desierto narran cómo viven […] en carne propia ese racismo, esa discriminación y el despojo de sus propias tierras comunes”, agregó Falconer. “Son entrañables seres que han aunque han sufrido la opresión del sistema capitalista patriarcal que las discrimina por ser mujeres y por ser indígenas, no se asumen como víctimas y continúan con sus procesos organizativos contra ese mismo sistema que desprecia la vida”.

Ramón Vera Herrera, editor, investigador independiente y acompañante de comunidades para la defensa de sus territorios, indicó que conocer el país “significa conocer a las personas que viven de verdad en este país, que están en carne viva intentando sobrevivir” y llevar “una vida digna, plena y con todo lo que pudiera alojar de justicia y de verdad”.

Lo que hace Flores en el Desierto “es intentar una historia desde abajo que recupere todas esas historias, todas esas miradas que las Concejalas encarnan en su vida, en la vida de cada una de las comunidades”, señaló Vera Herrera.

Por su parte, Hermann Bellingahusen, poeta, editor, reportero y cronista de La Jornada, aseguró que “los únicos que han sido capaces de defenderse mucho mejor que la gente de la ciudad son los pueblos originarios, cuando uno lee las historias de lo que está pasando, uno se da cuenta de que son los únicos que ganan, son los únicos que nunca han perdido definitivamente”.

“Los pueblos indígenas han detenido carreteras, represas, minas, cuando tienen mucho menos recursos que nosotros, cuando nadie les hace caso, pero ellos tienen dos cosas: son los dueños del territorio y saben lo que vale, y dos, tienen la organización colectiva, comunitaria, que permite que la carga de la lucha no sea de una persona”, agregó.

La directora del Programa de las Américas y periodista, Laura Carlsen, destacó que “la candidatura de una mujer indígena no se da “porque sea la más discriminada, sino porque es la más antisistema, la que siente más las injusticias y que las enfrenta en todas partes del país”. “Lo que vemos en este trabajo es que ser mujer indígena tiene expresiones tan diversas, pero también unidas por las mismas luchas” y ellas “representan a muchas otras mujeres”, indicó.

“La crítica a la democracia electoral y a los partidos políticos en palabras de las mujeres y en la candidatura de Marichuy nos recuerda que no vendrá ningún salvador hombre para rescatar a México”, puntualizó Carlsen, quien señaló que el camino que trazan las mujeres del CIG es “muy distinto” al liderado por la clase política del país que no permite “la inclusión y la participación”.

Por último, la autora del libro y directora del medio independiente Desinformémonos, reconoció la importancia de las mujeres en la lucha por la autonomía y el respeto y agradeció a cada uno de los que participaron en la elaboración del proyecto.

Las diez Flores en el Desierto fueron retratadas por Luis Jorge Gallegos, Noé Pineda, Miguel Tovar, Oleg Yasinsky, Andalucía Knoll Soloff, Ricardo Trabulsi, María Antonieta de la Puente y Daliri Oropeza. La realización de ocho de los videos es de Miguel Tovar, uno de Ricardo Trabulsi y otro más de María Antonieta de la Puente.