Ciudad de México | Desinformémonos. “Como pueblos y rebeldías tenemos claro que no hay más culpabilidad que la del Estado, aunque muchos digan que fue el narco. Sabemos quiénes y por qué lo hicieron. Samir se oponía al Proyecto Integral Morelos (PIM) porque sabía que era un proyecto de muerte, y por eso lo callaron”, declaró Marisela Mejía, concejala otomí residente en la Ciudad de México, durante un homenaje luctuoso al defensor y activista Samir Flores Soberanes el pasado 20 de octubre.
En la ceremonia, realizada frente al busto a Samir Flores en el Zócalo de la Ciudad de México, activistas, familiares y compañeros del defensor recordaron que a un año y ocho meses del asesinato del luchador social no hay avances en las investigaciones.
Los defensores, entre ellos integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDTA), denunciaron que la fiscalía no ha detenido a los autores materiales del asesinato ni ha revelado los nombres de los autores intelectuales.
“Seguimos sin saber cómo va la investigación y eso nos preocupa, porque quienes lo hicieron están como si nada, porque piensan que esto ya cayó en el olvido, pero nosotros lo recordamos con cariño, porque es un hermano que luchó y defendió la tierra”, agregó Mejía.
Los activistas colocaron un arreglo floral y veladoras en el busto de Samir y exigieron justicia a 20 meses de su asesinato. De igual forma, demandaron la cancelación del PIM y el respeto a sus derechos como pueblos y comunidades indígenas.
En el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), que permanece tomado por la comunidad otomí residente en la Ciudad de México, también se realizó un homenaje luctuoso para recordar el legado de Samir Flores y demandar justicia a las autoridades.
Con información de La Jornada
